Puede que el coupé de gran formato no esté pasando por el mejor momento, pero hay marcas que no sólo no se resisten a abandonarlo, sino que siguen mejorándolo. Hablamos de Mercedes y de su nuevo CLE Coupé, un vehículo que combina lo mejor de las clases C y E. Un combinación que asegura un 99% de éxito, con sólo un pequeño margen de error para quien equivocadamente se pueda creer que es un coche derivado en su totalidad del nuevo Clase E: sus interiores, por ejemplo, derivan de la berlina media y no de la grande.
No están nada mal en cuanto a impacto visual, y como puedes imaginar, las calidades son estratosféricas, pero visto y sentado detrás de las nuevas Hyperscreen de Mercedes, sus nuevas y más avanzadas pantallas que pueden ocupar el salpicadero de este a oeste, el interior del CLE está claro que parece de otra división.
Nada dramático, de verdad, porque ser prácticamente igual que el Clase C del que realmente deriva este coche asegura calidad de sobra, más cuando ambos disponen de tecnología bajo su piel compartida con el nuevo Clase E, un verdadero gigante técnico. Si alguien se explica los buenos números de ventas de Mercedes en nuestro mercado, el CLE es una de las razones, no por volumen de ventas, sino por variedad de oferta: casi cualquier formato con ruedas y motor que imagines, Mercedes lo tiene en su catálogo, y eso ha supuesto poder convertirse en la primera marca Premium en España a lo largo del pasado ejercicio, noveno en la general.
Claro que hay otros hitos que afianzan los planes de electrificación de Mercedes, siendo la tercera marca en volumen de ventas en coche eléctrico o la primera en híbrido enchufable. De nuevo, variedad para todo y todos, PHEV con grandes alcances que realmente dan utilidad y sentido a este tecnología combinados en coches de distintas categorías, con motores de gasolina o Diésel. A todo ello hay que sumar el esfuerzo por hibridar casi la totalidad de sus motorizaciones “convencionales”, algo en lo que el Mercedes CLE Coupé es también otro buen ejemplo.
Refinamiento, tecnología y conducción: los tres pilares del Mercedes CLE Coupé
Hemos compartido presentación con otro gran protagonista en la marca: el nuevo Mercedes Clase E en su versión Allterrain —la berlina y el familiar ya lo condujimos en su momento y pueden encontrar aquí toda la información—, cuyas impresiones de conducción os ofreceremos en otro artículo diferente. Del CLE Coupé, aunque hemos tenido ocasión de conducir el 200d Diésel y el 300 4Matic de gasolina, hemos puesto foco en el primero. Curiosamente, si hay un segmento en el que el Diésel sigue teniendo tirón, este es uno de ellos. En realidad, en marcas y productos como estos, hasta cuesta distinguirlos ya en marcha, y aunque apostaría que el cliente que compra un coche de este tipo tiene también más afición que la media, también busca sentido práctico en su utilización.
Está claro que con la funcionalidad extra que tiene un Clase C berlina o un Clase E familiar, que añade también comodidad, lujo y refinamiento adicional, el CLE lo tiene bastante difícil, aunque en realidad es el Mercedes CLA el que está poniendo a las “clásicas” berlina o coupés de la marca entre las cuerdas. Seguro que lo imaginas, carrocería muy aparte y de gran tamaño para tratarse realmente de la base de un compacto, motores con rendimientos parecidos e incluso misma familia de propulsores en algún caso, y precios más baratos. Por poner un ejemplo, un Mercedes CLE Coupé 200d de 197 CV cuesta 14.350 euros más que un CLA Coupé 220d pero, sin quitarle mérito al CLA, no hay color: si conduces ambos coches, te darás cuenta de que esa cantidad de dinero está debidamente justificada en sensaciones al volante.
Considerando este mismo motor, un Clase C Berlina costaría unos 7.000 euros menos mientras que un Clase E sería 3.200 euros más caro, algo que también da una idea clara de con qué coche tiene más parecidos este nuevo Coupé. Por cierto, esta gama también contará con su variante Cabrio, más elegante que nunca, coche que aunque si hemos visto y tocado, aún no hemos podido conducir. Todos ellos pasan a estar integrados en la familia CLE y no como antes que estaban integrados en la Clase C o E.
Todas las motorizaciones que tiene o tendrá el Mercedes CLE Coupé
El Mercedes CLE tiene otro valor añadido como producto. Si es impresión mía al ver el coche de cerca, seguro que también será tuya: parece “más coche” que un Audi A5 o un BMW Serie 4, cuando en realidad sus precios apuntan a estos dos modelos como máximos rivales, con la ventaja añadida de que, como hemos dicho, todas las versiones son ECO. Inicialmente, el Mercedes CLE contará con tres motorizaciones: un CLE 200 de gasolina —motor Ciclo Miller— con 204 CV, el ya citado 220d de 197 CV y un 300 4Matic de 258 CV. En la gama AMG ya dispone de un 53 4Matic+ de 449 CV. Más adelante comenzará a venderse un 450 4Matic con el motor de seis cilindros y 381 CV, además de versiones hibridas enchufables, aunque éstas no estarán disponibles en el Cabrio. Si algo tiene que mejorar la marca para integrar estas tecnología en sus coches en no perder tanta capacidad de maletero, aunque es no es la principal razón por la que los PHEV no se combinarán con los CLE Cabrio, sino la baja demanda.
Cualquier Mercedes CLE Coupé en general, pero más en especial el 220d, tiene muchas cualidades que lo hacen ser un coche verdaderamente impresionante para viajar o para divertirse conduciendo. Algunas de son una calidad de rodadura para quitarse el sombrero, una puesta a punto con clara orientación deportiva que, sin embargo, no resta calidad de vida a bordo. También una eficiencia a toda prueba, una habitabilidad más que correcta para cuatro pasajeros o unas calidades, como hemos dicho, de auténtico Mercedes. Los cambios que le han puesto al día respecto al anterior Clase E Cupé se pueden advertir en el los faros y grupos ópticos, calandra o elementos globales de diseño exterior y, obviamente, interior, dando como resultando un elegante y afinado coupé. Afinadísimos, sería más justo.
Volar bajo con el máximo confort, tacto exquisito de conducción y un consumo de risa
Hemos tenido ocasión de conducir rápido —o más— con un 220d y probablemente sea uno de los coches de su categoría con menos ruido aerodinámico, aunque también el sonido mecánico es anecdótico a bordo. Esta versión anuncia 4,7 l/100 km, una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,5 segundos, 238 km/h de velocidad máxima, pero te aseguro que el dato que más te podrá impresionar es lo poco que gasta incluso circulando a velocidades estratosféricas. Todos los CLE tiene la caja de cambios 9G-Tronic de 9 relaciones, en el caso de los híbridos por 48V, con la unidad eléctrica de 23 CV y 200 Nm de par integrada en él, aportando fuerza extra en las aceleraciones desde baja velocidad. La mejor notocia es que no se nota nada: hay fuerza más que suficiente en todas las situaciones.
El cambio es suave —muchísimo—, rapidísimo —lo suficiente— y permite viajar con el motor completamente desahogado, así que el sonido a Diésel de esta motorización es casi inapreciable durante el viaje. No he tenido oportunidad de probar su alternativa en gasolina, el CLE Coupé 200 de 204 CV —prácticamente cuesta lo mismo que el 220d—, aunque sí el 300 4Matic, una motorización que, lógicamente, ofrece un tacto mecánico más deportivo, aunque su consumo es mucho más sensible a la forma de utilizar el acelerador: sus 7,1 l/100 km serán alcanzables conduciendo con suavidad, ya que en caso contrario nos acercaremos o superaremos los dos dígitos, algo que con el 220d resultaría verdaderamente difícil de conseguir aún proponiéndonoslo.
La otra característica más sobresaliente del Mercedes CLE Coupé que además lo distingue del Clase C y E es su tacto de conducción, ya de base, mucho más ágil, dinámico y divertido que aquellos. El punto de partida es una amortiguación más firme —pero deliciosamente confortable a la vez— que en aquellos, además de una altura de carrocería 15 mm más baja que en el caso de un Clase E.
Adicionalmente, el CLE puede tener dos posible vías para mejorar aún más el equilibrio entre comodidad y efectividad. Uno de ellos es la suspensión con amortiguadores regulables; la otra opción es el Dynamic Body Control que integra la suspensión adaptativa, la dirección al eje posterior y la dirección de desmultiplicación variable, un complemento que, como si por arte de magia se tratara, parece acortar los 4,85 m de longitud que tiene este coche o quitarse de encima un buen puñado de kilos.
