La era eléctrica en Mercedes arrancó ya hace unos años, pero la llegada hace unos meses del EQS lo cambió absolutamente todo. Es más, la propia marca reconoce ya que, para ellos, "el lujo va de la mano de la sostenibilidad". Hasta hace poco conocíamos los SUV eléctricos EQA, EQB y EQC, así como la furgoneta/monovolumen EQV; sin embargo, la llegada del Mercedes EQS, ya en formato berlina (aunque pronto tendrá su propia versión SUV de 7 plazas), supuso el estreno de la nueva plataforma específica EVA2 para vehículos eléctricos grandes.
No se puede hablar de este Mercedes EQE que hemos probado en carreteras portuguesas sin hablar del EQS, con el que comparte la mencionada plataforma, rasgos de diseño y construcción, así como gran parte de la tecnología. Eso sí, en un formato más pequeño, que lo sitúan por tamaño en lo que sería un “Clase E o CLS eléctrico”. Y aun así, tenemos que marcar una clara distinción del EQS con estos últimos, tanto a nivel de diseño, proporciones y, cómo no, mecánica.

El Mercedes EQE mide 4,94 metros de largo, 2,10 de ancho, 1,51 de alto y tiene una batalla de 3,12 metros. Respecto al Clase E, es ligeramente más largo y alto (+1 cm y +7 cm respectivamente), y claramente superior en anchura (+26 cm) y en distancia de ejes (+19 cm). ¿En qué se traduce esto? Principalmente, en un habitáculo muy espacioso y generoso para todos los ocupantes y claramente adelantado, aprovechando las posibilidades que ofrece un vehículo eléctrico con el motor atrás. Eso sí, este EQE “peca” en volumen de maletero, con 430 litros (frente a los 540 litros del Clase E ) y, cómo no, en peso, con 2.355 kg (1.950 kg para el Clase E) por culpa de las baterías.
Mercedes EQE: gama mecánica completa
La gama del Mercedes EQE, al menos a lo que versiones mecánicas se refiere, es bastante sencilla de explicar. Todo gira en torno a un único tamaño de batería, de 90 kWh, lo que le permite alcanzar, en el mejor de los casos, una autonomía homologada de 654 km según el ciclo WLTP.
Desde ya en España está disponible en dos versiones: la 350+, de propulsión trasera, un único motor eléctrico y 215 kW de potencia (292 CV); y la AMG 43 4MATIC, ya con tracción 4x4 y 350 kW de potencia (476 CV). Más adelante llegarán más versiones: el EQE 500 4MATIC y otra variante deportiva AMG más, la 53 4MATIC+, que podría llegar hasta los 687 CV de fuerza bruta eléctrica.

Nuestra unidad de pruebas por las carreteras que discurrían entre Lisboa y Nazaré, en Portugal, fue la de acceso, la 350+. No tuvimos la oportunidad de probarla en carreteras de montaña donde poder exprimirlo al máximo ni la de subirnos, en nuestro caso, a la versión AMG, pero sí la de comprobar cómo funciona y la impresión que da la configuración interior con la pantalla MBUX Hyperscreen que ya vimos en el EQS. Por el momento, solo disponible como opción para las versiones AMG por 8.712 euros extra, ya que la falta de suministro de materiales impide a la marca poder ofrecer esta espectacular configuración en otras versiones: esta consta de una estructura que prácticamente va de lado a lado den el salpicadero y que encierra tres pantallas sobre un cristal cobertor (instrumentación, pantalla central y pantalla para el copiloto).
Sorprender ver tal despliegue y abruma al principio, pero luego el funcionamiento del sistema multimedia MBUX es intuitivo y fácil de entender y aprender. Eso sí, la configuración de serie, con una instrumentación digital horizontal de 12,3 pulgadas y una pantalla central de 12,8 pulgadas (como la de la foto superior) me gustó incluso más, mucho más minimalista y bien integrada en todo el conjunto que tiene el conductor delante suyo, con todo a mano y sin tener adquirir posturas extrañas.

Mercedes EQE: detalles que me han gustado especialmente
Como puedes ver en las fotos y habrás podido apreciar en el diseño de Mercedes EQS y EQE, estos siguen unos cánones estéticos propios, ajenos a la gama térmica tradicional. Parecen auténticas naves espaciales rodantes, y la realidad es que lo son. Te podrá gustar más o menos, pero resultan espectaculares tanto por fuera como por dentro.
Con tanta tecnología adquirida del EQS, este Mercedes EQE tiene tal cantidad de detalles que resultaría imposible contarlos uno a uno, pero voy a contaros los que más me han gustado o llamado la atención. Nada más llegar al vehículo, me gusta el aspecto de la carrocería, con los tiradores exteriores enrasados en la carrocería y que solo se despliegan al abrir el vehículo con la llave y al abandonar el habitáculo.

Ya en el interior, y aunque es una tecnología ya vista desde el último Clase S, tuve la oportunidad de probar las posibilidades de su navegador: cuando te aproximas a un cruce o desvío, la pantalla central proyecta la imagen de la cámara frontal del vehículo y señala, en realidad aumentada, las indicaciones que debes seguir, proyectando las flechas de dirección sobre la imagen real para que seas qué cruces debes coger. Cuesta acostumbrarse al principio, pero al final es de los elementos más útiles que he visto en los últimos años en el interior de un vehículo. Con el Hyperscreen, además, resulta todavía más intuitivo, ya que puedes ver a la vez el mapa y esta imagen en realidad aumentada al mismo tiempo.
Más detalles: el Mercedes EQE cuenta con cuatro modos de conducción (Eco, Confort, Sport e Individual) y, además, tres niveles de frenada regenerativa que puedes controlar desde las levas del volante: el primer nivel no retiene nada, es como conducir a vela; el segundo tiene un nivel de retención normal; pero el tercero, de retención intensa, te permite circular prácticamente durante toda la conducción sin necesidad de recurrir al pedal del freno, ya que tiene tal poder de retención que, una vez que te acostumbras, resulta maravilloso practicar esta conducción “one pedal”. El EQE puede incorporar, ya de manera opcional, con dos sistemas diferentes de eje trasero direccional (4,5 o 10 grados), sistemas que, no obstante, el cliente podría adquirir a posteriori de forma remota después de haber comprado el coche.
Y un detalle curioso más: como en el EQS, el capó del Mercedes EQE no es accesible, no se puede abrir; esto está reservado únicamente para los técnicos de la marca. Como consecuencia, en el lateral izquierdo, justo delante de la puerta, hay una tapa que se abre y por la que se puede poner el líquido lavaparabrisas.
Mercedes EQE 350+: conducción y detalles de carga
Nuestra primera toma de contacto con el Mercedes EQE 350+ transcurrió principalmente por autopistas portuguesas, donde el límite máximo era de 120 km/h. Poco margen para probar las excelsas cualidades de un coche así, con tecnología de vanguardia que, no obstante, sí pudimos poner a prueba en su gran mayoría. Comenzando por su control de crucero adaptativo, con función de centralización de carril que te mantiene el vehículo siempre en el centro del carril e incluso es capaz de afrontar la gran mayoría de curvas sin necesidad de girar tú el volante.
El EQE es un vehículo extremadamente cómodo para viajes así. Además, al silencio a bordo y al confort, hay que sumarle unas prestaciones tan buenas que hacen que los 2,35 toneladas de peso parezcan mucho menos de lo que son. La potencia no es, en esta versión, una cifra muy elevada, pero gracias al par instantáneo (565 Nm) hace de las aceleraciones una auténtica máquina de correr. En modo Sport, además, varía la sensibilidad del acelerador, de la dirección y del sonido deportivo. Me sigue costando adaptarme al tacto del freno de estos vehículos eléctricos, lo que hizo que valorara aún más el antes mencionado freno regenerativo. Opcionalmente, el EQE puede adoptar suspensiones neumáticas Airmatic, aparte de un sinfín de paquetes de equipamiento para dotar a la berlina alemana de prácticamente todo lo que te imagines.

Durante nuestra ruta comprobamos que es fácil mantenerse por debajo de los 20 kWh de consumo eléctrico, siempre que respetes los límites y lleves a cabo una conducción eficiente. Para cargar la batería, el Mercedes EQE trae de serie un cable para poder cargar en estaciones públicas o Wallbox hasta 22 kW en carga trifásica y otro más para poder enchufarlo en tomas domésticas con cargas monofásicas. No obstante, como te puedes imaginar, el EQE admite cargas rápidas de hasta 170 kWh, pudiendo recuperar 250 km de autonomía (sobre los 654 km de autonomía homologada) en apenas 15 minutos.
¿Los precios? La versión 350+ del Mercedes EQE se ofrece en España desde los 76.000 euros, mientras que la primera variante AMG disponible en nuestro mercado lo hace desde los 105.425 euros.