El Sorento es testigo de la radical transformación experimentada por Kia en las dos últimas décadas, en que pasó de fabricar coches baratos y calidad discutible a convertirse en alternativa de pleno derecho a cualquier constructor generalista europeo. No en vano Europa es sede de centros de diseño, de I+D y de producción de buena parte de los modelos de volumen de una marca que está avanzando a pasos agigantados en la mente del consumidor.
Esos coches «europeos» coexisten con otros de ambiciones supra continentales de mayor empaque y menor volumen de ventas como el Sorento. De ahí un diseño ligeramente diferente, unas proporciones masivas y detalles que lo identifican como un coche de familia que va más allá de su apariencia SUV y llega a poner en jaque al concepto monovolumen de siete plazas. De hecho, su habitabilidad, posibilidad de modular el habitáculo y un maletero fuera de toda duda así lo identifican, respaldado por elementos que exhiben el mimo hacia cada uno de los pasajeros, como las salidas de aire del climatizador en las tres filas de asientos o tomas USB en que cada uno de los pasajeros podría conectar su propio dispositivo.

Kia Sorento 1.6 T-GDi HEV: nuevos tiempos, nuevas demandas
El automóvil está evolucionando paralelamente a la sociedad tecnológica en la que estamos. Ya no es tan importante cuánto rápido puedes llegar a tu destino, sino el estado físico y anímico de cada uno de los ocupantes y que el vehículo facilite la labor del conductor con elementos que lo complementen velando por posibles errores. Destaca aquí el Sorento, con una impresionante batería que incluye un Head Up Display de abundante información, el reconocimiento de señales, el control de mantenimiento de carril —de funcionamiento sutil y eficaz— o las cámaras perimetrales con aviso de tráfico cruzando por detrás al maniobrar, y un sistema inédito que al accionar el intermitente activa la cámara perimetral y muestra en la instrumentación el carril hacia el que pretendemos ir eliminando así el ángulo muerto.
La rebaja del consumo, de las emisiones de CO2, es el otro gran caballo de batalla de nuestros días. De ahí la generalización de propuestas híbridas, de gasto inimaginable hace apenas una década, y siempre favorables en ciudad frente al ámbito periurbano dado el apoyo del motor eléctrico. Es lo que sucede con el Sorento, que también puede gastar poco en ciudad, aunque en vías despejadas y un uso no muy cuidadoso resulta difícil ver el indicador por debajo de los 8 l/100 km y, en situaciones de exigencia, al aprovechar los 230 CV de potencia máxima combinada, llega a ser ciertamente elevado. Pero en esas condiciones hace gala de un empuje de lo más solvente y tranquilizador, tanto en una aceleración apurada como posibles incorporaciones a vías rápidas o si pretendiésemos mantener una velocidad de crucero alta.
Kia Sorento 1.6 T-GDi HEV 230 CV: nuestros datos
Dato técnico | Kia Sorento 1.6 T-GDi HEV 230 CV |
Consumo medio | 7,1 l/100 km |
Consumo carretera | 7,6 l/100 km |
Consumo ciudad | 6,2 l/100 km |
Aceleración 0-50 km/h | 3,12 s |
Aceleración 0-100 km/h | 8.79 s |
Adelantamiento 80-120 km/h en 4ª | 5,77 s |
Frenada 100-0 km/h | 34,57 m |
Tampoco ofrece dudas su equipo de frenos, ni por facilidad para dosificar ni en cuanto a contundencia, lo que supone toda una garantía de seguridad cuando hablamos de un coche de dos toneladas. De hecho, rompió todos los registros en nuestro ranking como primer coche «terrenal» en bajar de los 65 m frenando desde 140 km/h —sólo superado por bestias como Porsche 911 y el Cupra Formentor—.
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Complementa el conjunto una suspensión de razonable equilibrio entre confort y eficacia que, eso sí, no es capaz de anular el balanceo de la carrocería. Pese a lo cual, el Sorento sigue transmitiendo sensación de fidelidad de guiado, con los neumáticos digiriendo estoicamente el trabajo. Eso sí. Siendo un automóvil bastante grande, transmite la impresión de ser masivo, muy ancho y poderoso, tanto que es bueno recordarlo al maniobrar en zonas estrechas, posibles carreteras tortuosas que nos lleven a lugares recónditos dignos de visitar o si abandonásemos el asfalto y nos adentrásemos en algún camino. En esos momentos deberemos recordar que conducimos un SUV de vocación por el asfalto y que ni la altura libre oficial (174 mm) ni los ángulos característicos (aproximación 16,8º , ventral 21,3 y salida 15,1) aconsejan tomarse demasiadas confianzas. Pese a lo cual la electrónica facilita tres modos de conducción fuera de asfalto complementados por un práctico control de descenso.

Kia Sorento: exhibición de lujo
Además de espacio, el Sorento exhibe tecnología y, en el acabado probado, un equipamiento fantástico, de esos que dan la impresión de que alguien se ha anticipado a las necesidades que conductor y pasajeros pudieran tener. No se echan en falta elementos que en un Premium obligan a pagar un sobrecoste como el volante calefactado, la segunda fila de asientos ventilada o la regulación de temperatura para éstos o detalles como las estriberas que tanto pueden facilitar el acceso a las plazas traseras y a la tercera fila de asientos, además del efecto estilístico que produce.
No es barato. Sus casi 50.000 euros, descuentos incluidos, lo sitúan muy por encima de los monovolúmenes de siete plazas, pero salvo el Toyota Prius+, más pequeño, ninguno cuenta con una variante híbrida y haría volver la mirada a los SUV grandes para encontrar alternativas directas al excelente Sorento.