Lo advertimos cuando probamos el Ford Kuga PHEV o híbrido enchufable por primer vez: este coche tiene madera de líder y sus argumentos no eran sólo un precio más bajo que otros rivales, sino lo satisfactorio que es el producto en sí. Ahora, precio y producto estrechan más que nunca lazos convirtiendo al Kuga PHEV en uno de los SUV con esta tecnología —o, si lo quieres ver de otra manera, con etiqueta CERO de la DGT— más interesantes del mercado. Con un descuento actual de 7.754 euros, puedes conseguir un Kuga PHEV desde 37.064 euros convirtiéndose por tanto en uno de los modelos de su categoría en los que menos ha hecho impacto la espectacular subida de precios que ha dado y sigue experimentando el automóvil.

Como te hemos dicho, ha sido un coche que desde el primer momento nos ha transmitido muy buenas sensaciones, principalmente porque su conducción no tiene tacto de pesado híbrido enchufable, porque su habitáculo es enorme y versátil, está bien hecho, es siempre rápido, muy eficiente cuando tiene baterías cargadas pero también cuando no las tiene, así que puedes viajar con él con la garantía de que no vas a tener un diferencial de consumo tan amplio como otros híbridos enchufables.
En fin, un SUV para todo, obviamente, enfocado a todos aquellos que sí tienen posibilidad de cargar sus baterías día a día, con la que poder cubrir media centena o más de kilómetros en modo eléctrico. En fin, aquí van los tres puntos clave, analizados más detalladamente por los que creemos que el Ford Kuga PHEV es, sino el mejor, sí uno de los híbridos enchufables más competitivos del momento, más aprovechando el suculento descuento que ofrece ahora este modelo.

Ford Kuga PHEV, casi un monovolumen en formato SUV
Con los auténticos monovolúmenes en fase de extinción, es difícil encontrar un coche en el que quepan tres sillas infantiles en las plazas posteriores, o al menos, dos sillas en los asientos laterales y un alzador en la plaza central. El Ford Kuga es una de esas excepciones, así que te puedes hacer una idea de su anchura interior si lo trasladas a comodidad y espacio para viajar. Además, el Ford Kuga PHEV tiene la ventaja de ofrecer un túnel de transmisión poco intrusivo y una banqueta que tiene 15 cm de recorrido longitudinal y hasta 7 regulaciones de inclinación para los respaldos, así que difícil será que no viajes a lo grande, pudiendo adaptar el volumen de maletero a condiciones especiales.
Si necesitas más capacidad de carga, puedes seguir viajando con suficiente holgura adelantando los asientos posteriores hasta, más o menos, la mitad de su recorrido, consiguiendo en esta configuración unos 500 litros de capacidad. En sus extremos, la capacidad de maletero varía desde los 411 hasta los 581 litros.
Con sus baterías de 14,4 kWh puedes conseguir fácilmente 50 km de autonomía eléctrica
Un dos en uno, es lo que pides a un Plug-in, pero siempre buscando un equilibrio. Más baterías pueden ser ventajosas para quien haga un uso muy intensivo en ciudad, pero no tanto a la hora de viajar porque cargas con exceso de kilos. Unas baterías más pequeñas, sin embargo, limitarían demasiado el rango eléctrico y la tecnología no supondría un verdadero valor añadido. El Ford Kuga PHEV parece haber encontrado más que bien ese entente para ofrecer un buen radio de acción eléctrico y consumo para nada disparatados cuando toca cubrir largos desplazamientos y las baterías se convierten en un mero compañero de viaje.
Lo menos bueno del Kuga PHEV tal vez sea su potencia de carga, limitada a sólo 3,6 kW. También puedes realizar cargas on board usando el motor térmico, y aunque el consumo es, como puedes imaginar, mayor que cuando circulas en modo híbrido, la verdad es que el Kuga PHEV es de los modelos que mejor gestionan este tipo de recargas ya que el consumo no sube tanto como en otros modelos semejantes.

Circulando en modo exclusivamente eléctrico hemos conseguido cubrir 50 km a ritmo de circunvalación tipo M50 madrileña, cifra que dentro de la ciudad puede alcanzar fácilmente los 60 km. Son datos reales más que correctos, pero lo mejor no es la cantidad, sino la “calidad” mecánica durante esos recorridos libres de emisiones. Su velocidad máxima en modo eléctrico es de 135 km/h y su reacción mecánica es más que suficiente para desenvolverte con agilidad y buena respuesta en cualquier situación sin necesidad de usar, como hemos dicho, una sola gota de combustible.
Lo mejor es que, cuando el motor térmico toma la palabra, el Kuga PHEV sigue siendo un coche bastante eficiente, algo que no siempre es habitual en otros modelos de tamaño semejante con su misma tecnología.

Turno para funcionar como un híbrido… ¿qué tal sus consumos reales?
La verdad es que, por efecto de la frenada regenerativa o porque se dan situaciones en las que el motor térmico entra en fase puntual de recarga, siempre hay una pequeña reserva de energía eléctrica que nos acompaña y ayuda en la reaceleraciones, proporcionando, de un lado, consistencia mecánica, y de otro, eficiencia en uso real a la hora de cubrir trayectos largos.
En estas condiciones, y sin sacrificar en ningún momento la agilidad que proporciona su sistema mecánico, hemos logrado valores reales de consumo de entre 6,5 y 7,1 l/100 km, cifras que, creo, no están nada mal para un SUV de su tamaño y peso. A decir verdad, el Ford Kuga PHEV no es un coche que impresione por su capacidad de aceleración, pero sí resulta un coche reactivo cuando se demanda potencia o cuando se requiere cambiar de dirección, siendo un SUV noble, ágil, cómodo y dinámico.