¡Míralo! ¡Desde este ángulo trasero parece un Porsche Macan! Fue el primer comentario que escuché al llegar a la presentación nacional del Seres 5 y acercarme a saludar a un corrillo de compañeros de profesión. Y sí. La verdad es que ese tres cuartos trasero y el portón parecer beber en esas fuentes, como los responsables de la marca hablan de una inspiración en la naturaleza, de la que salen las formas onduladas del frontal, el juego de los ledes delanteros en forma de letra griega y una línea de cintura ondulada ascendente que sin llegar a condicionar la visibilidad lateral de los pasajeros traseros sí que forma una ventanilla más bien concisa.
En el interior, materiales de aspecto agradable, sensación —y centímetros— y una enorme pantalla central que es el último puesto de mando de todo cuanto sucede a bordo: desde el arranque manual del sistema motriz, a la selección de los modos de conducción, regulación de la climatización o cualquier otro elemento en el que quieras pensar. Puede que presente algún que otro ajuste mejorable o unas inserciones más sólidas, de esas que no crujan cuando las intentas zarandear, pero lo cierto es que ha dado algo más que un paso adelante en cuanto a percepción respecto de otros productos nacidos del mismo consorcio.

A España llega de la mano de un importador que también comercializa los productos de DFSK e Invicta Electric, concentrados en un biplaza como el D2S y un pick up de gran tamaño y propulsión eléctrica como es el Spartan, que marcan un camino que irá poblándose en los próximos meses. Por el momento son ya 23 concesionarios concentrados en los puntos donde los coches eléctricos son más populares y pretenden ampliar la red con otros cuatro puntos en este 2024.
Así es el Seres 5
Nuestro protagonista es un SUV D total y absolutamente eléctrico. No se ve, ni se atisba, otra mecánica que sea cero emisiones la que impulse a un vehículo de 4,71 m de longitud 1,93 de ancho y 1,62 de altura, con una distancia entre ejes de 2,87 m. A estos datos se suma un maletero de entre 367 y 723 l dependiendo de las configuraciones, a los que habría que sumar los 67 l del maletero delantero. Su precio de entrada: 63.500 y 69.995 € lo sitúan en el rango alto de la categoría, luchando con marcas de mayor tradición en nuestro país y ni siquiera con los descuentos de financiación sería un precio popular (53.850 y 60.995 €) respectivamente. Eso sí, el modelo de dos ruedas motrices podría verse acogido en el plan Moves 3, lo que sumando todos los descuentos le podría llevar a un ya bastante atractivo precio de 46.850 €.
Bajo el habitáculo del Seres 5 se encuentra una batería de litio ferrofosfato de 80 kWh de capacidad total que podría ser recargada por corriente continua con potencias de hasta 100 kW en tanto que usando corriente alterna podría llegar a recibir 10 kW. Adicionalmente, además de servir para impulsar al SUV, la batería podría utilizarse para alimentar dispositivos electrónicos mediante un sistema V2L y, como gran novedad, podría servir para aportar energía en casos de emergencia a otros coches eléctricos, con una potencia máxima de 3,3 kW.

La gama es sencilla. O incluso más. Porque en el Seres 5 apenas tendrás que elegir color (hay cinco), motor y modo de pago. Son dos versiones pues, una de propulsión trasera, 299 CV y 420 Nm de par y una de tracción integral con dos motores, 584 CV y un par máximo de 940 Nm. Lógicamente la más potente anuncia un consumo superior, cifrado en 17,3 kW/100 km que excede claramente los 15,2 del dos ruedas motrices. También es mucho más rápido, ya que rebaja en nada menos que 2,6 segundos los 6,8 que anuncia en el 0-100 km/h y anuncia 20 km/h adicionales de velocidad punta, que llega a los 200 km/h.
Eso sí, esa sencillez de gama y el posicionamiento con ambiciones premium hacen del Seres 5 hacen de este SUV D un coche muy bien equipado, con elementos como los asientos de cuero Napa, el portón trasero automático, los asientos ventilados y con masaje, los faros full led, conectividad inalámbrica para smartphone y un sistema de ayudas a la conducción que excede los próximos requisitos legales en entrar en vigor.
Seres 5: así se conduce
La pantalla central de 15’6” es el auténtico centro de mando desde donde se regulan todos y cada uno de los sistemas a bordo: calefacción, modos de conducción, acceso a navegación, regulación de la temperatura de los asientos, conectividad….todo viene integrado en una pantalla firmada por Huawei, también responsable de la integración de todo el sistema digital. Llama la atención por sus dimensiones y por ese planteamiento absolutista que puede hacer dar un paso atrás al público más clásico, aunque como bien demuestra el éxito de Tesla, no es vinculante.

El modo de conducción elegido determina el qué nos va a hacer sentir el Seres 5, porque en modo Eco tiene una respuesta tan afinada que apenas atisbas los 420 Nm de par, ni mucho menos los casi 300 CV. En ese modo y con las ayudas a la conducción en su modo más conservador vas a notar cómo el volante «copia» las líneas de la carretera y tiende tozudamente a llevarte por el centro del carril, lo que te puede hacer sentir sensaciones extrañas cuando el volante se mueve autónomamente antes o después de lo que tú harías. Probando otros modos de conducción y desconectando selectivamente algunas intrusivas ADAS, rodar por una carretera sin desdoblar se convierte en un juego de niños, aunque en algunos momentos sí se agradecería una suspensión activa que se adaptase al estilo de conducción y al tiempo hiciese menos evidente la elevada masa del Seres 5. Por cierto, esa respuesta al acelerador va a ser siempre progresiva, para nada violenta.
La toma de contacto que hemos tenido nos ha facilitado conocer un coche eléctrico de excelente presencia, peso elevado —aunque no disparatado para un SUV eléctrico de 4,71 m de longitud— y un consumo por encima de lo que esperábamos, por encima de los 21 kWh a lo largo de más de 100 km en los que se alternaron autovía, llegando a ver 140 km/h en la instrumentación, carretera sin desdoblar y un tramo urbano en el que esperábamos un descenso mayor desde los 25 kWh/100 con que afrontamos esos últimos kilómetros de una toma de contacto con un automóvil con el que nos gustará convivir durante varios días para comprobar si las primeras impresiones fueron buenas o equivocadas.