Acaba la semana en el Centro Técnico de Autopista.es con una reunión en nuestra habitual pista de pruebas del INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial) de lo más especial. Estos últimos días han entrado en pruebas en nuestras publicaciones tres auténticos colosos del panorama mundial automovilístico de los que muy pronto te daremos más información y análisis, pero de los que ya empezamos a hablarte: BMW M5, BMW M6 y Lexus GS F. En total, más de 1.600 CV repartidos entre los tres deportivos.
Subidos al BMW M6
El BMW M6, con 600 CV de potencia de su motor V8, es de esos súper deportivos en los que te tienes que dar al menos un par de vueltas al anillo de pruebas antes de hacerle los ensayos de prestaciones. Más que nada para hacerte con él y entender sus reacciones. Los adelantamientos hay que realizarlos con mucho tiento para sacar el máximo partido y no perder tiempo, pues es tan bruta su fuerza que, incluso hasta a 80 km/h, patina. Te lo prometo. El paso siguiente de estos coches es que BMW por lo menos ofrezca, aunque sea en opción, la tracción total. Lo agradeceríamos.
El BMW M6 también ofrece una buena potencia de frenada, que mejora la eficacia cuando calentamos bien los discos: sí, porque los de nuestra unidad son carbocerámicos. Aun así, este deportivo no consigue bajar de 70 metros de 140 km/h a 0: cosa que sí hace un Volkswagen Passat, por citar un ejemplo sorprendente.
Del BMW M5 al Lexus GS F
Al BMW M5, con 560 CV también de su motor V8, le pasa tres cuartos de lo mismo, algo que, a cambio, no le ocurre al nuevo Lexus GS F. Su 5.0 V8 atmosférico de 477 CV es una verdadera delicia de funcionamiento. No abruma, es “fácil” de conducir, sobre todo después de bajarse de los BMW M anteriores, y corre casi igual que ellos.
Ver subir de vueltas al Lexus GS F es una delicia y, a partir de 4.000 rpm, la sinfonía del V8 hace que nuestros oídos se llenen de un sonido que no lo puedo explicar en unas simples líneas: hay que vivirlo. Al margen de esta orquesta V8, señalar que su equipo de audio Mark Levinson es también de lo mejor que he escuchado en mucho tiempo. La frenada asimétrica en 49,42 metros mejora incluso a los todo poderosos Porsche 911, siempre reyes indiscutibles en este tipo de test.
En definitiva, acabamos en el Centro Técnico de Autopista.es un día grande de pruebas, de esos que te sientes afortunado por trabajar en esto… aunque los momentos de tensión y de, por qué no, miedo, existen también con semejantes y brutales súper deportivos.