Aun sin una gama tan extensa y diversa como sus principales rivales alemanes, Volvo puede presumir igualmente de un estatus de primerísimo nivel con su oferta de berlinas y SUV. Viene a confirmarlo el nuevo Volvo XC60, modelo que tiene todas las papeletas para seguir siendo el modelo estrella de la firma sueca (con permiso del futuro e inédito Volvo XC40) y reclamar aún mayor protagonismo en el segmento premium de los SUV medios.
En un primer vistazo, el Volvo XC60 es un SUV que engancha a la vista, hecho con mucha calidad y dotado de modernísima tecnología, que en conjunto resulta exquisito... y en consecuencia lo refleja en su factura.
PRESTACIONES | Volvo XC60 D4 190 AWD Momentum |
Acel. 0-100 km/h | 9,1 s |
Acel. 0-1000 metros | 30,44 s |
Sonoridad 100 km/h | 64,6 dBA |
Sonoridad 120 km/h | 67,9 dBA |
Frenada desde 140 km/h | 73,31 m |
Peso en báscula | 1.933 kg |
Volvo XC60: con la tecnología más moderna
La nueva generación de modelos Volvo está basada en la plataforma modular SPA que la marca sueca ha desarrollado para los tiempos que vienen (contempla versiones híbridas enchufables y eléctricas). De ella ya ha surgido su gama alta (S90, V90 y XC90) y lo hará toda la nueva gama media (60). De alguna manera parece que los 60 serán los grandes beneficiados.
Sin ir más lejos, el nuevo Volvo XC60 puede disponer de suspensión neumática, todo un lujo en el segmento, hasta ahora solo al alcance de los Porsche Macan, Mercedes GLC y Audi Q5. En este sentido, el nuevo Volvo XC60 asombra por su elevadísimo confort de rodadura y refinamiento general, al menos contando con la suspensión neumática (2.389 euros), como en la unidad que hemos probado y respetando la monta de neumáticos 235/60 R18 de serie (19, 20 y 21 pulgadas en opción u otras versiones).
Así, probablemente el Volvo XC60 es el SUV más confortable del segmento, un coche ideal para afrontar larguísimas distancias. Por defecto siempre propone el modo confort de conducción, pero aun con una filtración soberbia de suspensión, también responde equilibradamente a los cambios de dirección. Se deja llevar muy bien en tramos sinuosos y, aun sin ser tan incisivo como un BMW X3, no se le puede tachar de "aparatoso". Su virtud está en combinar un tacto tan agradable (suspensión, dirección, frenos, etc), con una dinámica segura y efectiva, sin obviar que hemos probado una versión con tracción integral.
El sistema AWD del Volvo XC60 consiste en una transmisión con embrague multidisco central, que prioriza el reparto de par sobre el tren delantero y trasvasa automáticamente por anticipación (curva, fuerte aceleración, etc) y reacción (derrape) par al trasero. Junto a las ayudas electrónicas, la conducción del XC60 resulta muy fiable y sencilla en todo tipo de condiciones.
Al confort y finura general que prevalece por encima de todo, el Volvo XC60 no renuncia ni en el modo Dynamic. En este otro modo de conducción, el XC60 reduce altura y endurece la respuesta de la suspensión, además de intensificar también la repuesta de la dirección y el acelerador, pero el tacto general sería una confortable base para otros adversarios. De hecho sientes que limita los movimientos verticales de la carrocería y asienta antes el coche en curva, pero sin "solidificar" su pisada como lo hace un Q5 neumático, ni mucho menos un Macan. Un tercer modo Eco opta también por rebajar la altura y adapta la mecánica para mejorar la eficiencia (el cambio automático se desacopla en fases de desaceleración para rodar por inercia) y un cuarto modo -Off road- permite subir la carrocería para aumentar sustancialmente la distancia libre al suelo para solventar dificultosos pasos por campo. Estas funciones de la suspensión neumática también sirve para facilitar el acceso o cargar el maletero, subiendo y bajando la carrocería del XC60 a voluntad a toque de tecla. Por cierto, llama la atención la rapidez con que la suspensión neumática del XC60 ejecuta los cambios de altura, claramente más rápido que en un Audi Q5.
Volvo XC60: su motor Diesel D4 de 190 CV
En esta versión D4 AWD, su motor 2.0 Diesel de 190 CV se suma a la finura general del conjunto. Muy bien filtrado e insonorizado, el 2.0 D4 se siente enormemente suave y agradable desde su puesta en marcha. Su empuje se produce de forma muy lineal y de nuevo hay que hablar de refinamiento y agrado general. Sus 190 CV mueven con soltura las casi 2 toneladas que hemos verificado. El XC60 rueda en la línea de sus rivales naturales y se siente acelerando solvente en la corta y larga distancia. Sube de vueltas con alegría y por encima de las 3.500 vueltas hasta se rebela con una acústica bonita para tratarse de un motor Diesel.
CONSUMOS | Volvo XC60 D4 190 AWD Momentum |
Consumo en ciudad | 7,9 l/100 km |
Consumo en carretera | 5,9 l/100 km |
Consumo medio | 6,7 l/100 km |
Mucho aporta en todos los sentidos el cambio automático de 8 velocidades. Tiene una respuesta muy directa desde el mismo inicio de marcha, sin el fuerte efecto resbalamiento de los XC60 anteriores con la caja automática de 6 velocidades. El cambio trabaja con buen criterio y las transiciones son rápidas y suaves. El cronómetro sitúa al XC60 D4 AWD al mismo nivel que un Audi Q5 2.0 TDI 190 CV quattro S tronic, por encima del Jaguar F Pace 2.0 i4D 180 CV AWD automático y por debajo del rapidísimo Mercedes GLC 2.1d 9G-Tronic 170 CV que pasó por nuestra redacción.
Marca la pauta el Volvo con el mejor consumo del segmento verificado por nosotros en carretera y no es mucho peor en ciudad. En conjunto es un modernísimo cambio automático, aunque mantiene un tipo de palanca que exige desplazarla y los guiados se sienten duros, cuando el Audi Q5 o BMW X3 cuentan con suaves palancas tipos joystick y el Mercedes GLC ofrece una cómoda y sencilla palanca tras el volante. Como hemos comentado antes, en el modo Eco el cambio desacopla para rodar por inercia. En este caso, al acoplarse de nuevo, el XC60 deja sentir cierto tirón en algunas circunstancias, que no es tan evidente en modelos como el Audi Q5 o Mercedes GLC. En cualquier caso, con el nuevo cambio de 8 velocidades hay más prestación y mayor eficiencia que antes.
Volvo XC60 D4 AWD: su interior
Por dentro la herencia de los modelos 90 también resulta patente. El Volvo XC60 toma el diseño interior de ellos, donde la gran pantalla central vertical se lleva la atención de todos. Estas pantallas táctiles han permitido eliminar la gran cantidad de botones físicos que un coche de nuestros días necesitaría, pero crean no poca discrepancia en su uso. La de Volvo ordena muy bien y proyecta muchísima información y funciones, pero exige su entendimiento y cierta precisión y atención para tocar algunas teclas virtuales en marcha. El interruptor para arrancar el motor tampoco resulta muy natural: no actúa por pulsación, hay que girarlo hacia la derecha para poner en marcha el motor y también hacer el mismo giro si queremos apagarlo. A su favor, el XC60 tiene un mando de voz muy completo, preciso y rápido que facilita mucho los cambios habituales de la radio o la climatización, por ejemplo, con frases asignadas muy lógicas (subir el volumen, bajar la temperatura, aireación en los pies, etc.).
ESPACIO | Volvo XC60 D4 190 AWD Momentum |
Anchura delantera | 148 cm |
Anchura trasera | 143 cm |
Altura delantera | 90/98 cm |
Altura trasera | 95 cm |
Espacio para piernas | 75 cm |
Maletero | 450 litros |
Finalmente, el puesto de conducción del Volvo XC60 resulta muy agradable por elementos, formas, materiales y espacio. De inmediato genera mucho confort y transmite muchísima calidad a todos los ocupantes. Y la tecnología en materia de seguridad, conectividad o información y entretenimiento confirman el estatus de primer nivel del XC60.
Volvo XC60 D4 AWD: nuestra conclusión final
Inmenso rival en todos los sentidos de los todopoderosos modelos SUV alemanes. El nuevo Volvo XC60 lleva su sello premium desde el diseño, a su tecnología (referente en materia de seguridad), pasando por su propio funcionamiento, con un refinamiento y calidad de rodadura en esta versión D4 "neumática" soberbias. Gran producto general.
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