Tras 5 años en el mercado, el Subaru más popular en el mercado español pasará el testigo a una nueva generación que, sin romper con la imagen original, obviamente evoluciona punto por punto...aunque renuncie a la exótica mecánica Diesel Bóxer de la marca. No obstante, el importador español todavía mantiene un importante stock de unidades Diesel del modelo saliente y calcula que hasta mediados de 2018 convivirán los nuevos XV de gasolina, con el anterior Diesel.
Para el nuevo XV 2018, Subaru ha tomado como punto de partida la nueva plataforma modular global sobre la que ya ha desarrollado el Impreza y el inédito Ascent, un inmenso SUV de 5 metros y 7 asientos destinado al mercado americano. Como sucede en otras marcas, esto nos puede dar una idea de las ventajas que supone para el nuevo XV utilizar una plataforma (aunque adaptada a su tamaño) expuesta a mayores exigencias y esfuerzos. En este sentido, Subaru dice haber aumentado 1,7 veces la rigidez del nuevo XV (torsión, flexión, puntos de apoyo de la suspensión, etc), con lo que esto supone en la calidad de rodadura. También como consecuencia de esta solidez, el nivel de ruidos y vibraciones (NVH) en el habitáculo se ha reducido considerablemente. La dirección es nueva, la estabilizadora posterior se ha reubicado por encima de la estructura multibrazo trasera... en fin, que el nuevo XV se aprovecha de una mejor calidad de rodadura y optimización de su comportamiento en asfalto, adecuando sus intrínsecas propiedades de SUV 4x4 al uso más habitual y cotidiano.
Subaru habla de una reducción del 50 por ciento del balanceo de la carrocería en curva y por tanto de una conducción más segura, menos física y más precisa con el volante en los giros y contra-giros. En la presentación internacional, Subaru nos dejó comparar ambas generaciones de XV y aunque la prueba no fuera determinante para sacar grandes conclusiones, a lo largo de los cientos de kilómetros recorridos con el nuevo XV sí percibes una gran pisada, calidad de bacheo y sensación de muy buen producto. En asfalto tiene un tacto más de berlina, pero en campo posiblemente sea el SUV más capaz del segmento, con permiso del Jeep Compass Trailhawk, para afrontar situaciones incluso extremas. La electrónica también es partícipe de esta doble personalidad. El XV presenta un Active Torque Vectoring que prioriza el giro de las ruedas exteriores en curva, mejorando su comportamiento. Y también bajo el sistema X-Mode, adecua las leyes de actuación del acelerador, cambio, tracción y frenos a la baja adherencia sobre superficies resbaladizas.
La nueva plataforma del Subaru XV 2018 es más larga de batalla (pasa de 2.635 mm a 2.665) y las vías son mayores. La carrocería ha crecido hasta los 4.465 mm (15 mm mayor), es 50 mm más ancha (1.800 mm), pero no entre espejos (igual) y la altura se mantiene en 1.605 mm. Aun así, anuncia una generosísima distancia libre al suelo de 221 mm. El maletero con rueda de repuesto convencional parte de unos comedidos 310 litros. Incide Subaru en haber bajado en 5 mm el centro de gravedad y también en haber contenido el peso. El capó del nuevo XV es de aluminio (5,2 kilos más ligero) y se ha recurrido a un mayor porcentaje de aceros de alta y muy alta resistencia para su construcción.
SUBARU XV: MOTORES BÓXER, POR SUPUESTO
Como decía más arriba, en la nueva plataforma modular el motor Diesel no tiene cabida y la oferta mecánica se articula en dos opciones de gasolina: 1.6i de 114 CV y 2.0i de 156 CV. Como buen Subaru, la tracción integral siempre está presente en todas las versiones del XV, como también el cambio automático Lineartronic por variador continuo. Seguramente la singularidad de los Subaru surge de sus mecánicas, donde la combinación de sus motores Bóxer y la transmisión integral permanente (reparto 60/40 en el XV) es su exclusiva y casi única base por naturaleza. En este sentido, la autodidacta Subaru ha apostado por seguir dando nueva vida a dos bloques de gasolina atmosféricos. El 2.0 lo ha evolucionado mucho, adaptándole incluso un sistema de inyección directa, pero este motor es una peculiaridad a día de hoy (apenas Mazda y alguna otra excepción apuesta también por los atmosféricos de gasolina), que condiciona en todos los sentidos la conducción del Subaru XV. Además, tanto el 1.6i como el 2.0i se combinan con un cambio automático tipo CVT, también de respuesta peculiar.
Ambos motores se sienten muy agradables y resolutivos en el uso normalizado, pero sin apreciarlos especialmente prestacionales, ahora que los motores turbo son el estándar de nuestros días. El 1.6i homologa una modesta aceleración de 0 a 100 km/h de 13,9 segundos, por 10,4 el 2.0i (y unos consumos medios de 6,4 y 6,9 l/100 km respectivamente). Te parecerán motores honestos, incluso el 1.6i, de empuje suave y acústica fina... y con fama de fiables y muy longevos. Subaru tiene fijadas las revisiones cada 15.000 kilómetros, pero más bien parece por una cuestión de aceite y filtros. La distribución por cadena te evitará costosos mantenimientos, pero debes tener en cuenta que los Subaru 4x4 te agradecen cambiar los 4 neumáticos a la vez.
El cambio Lineatronic es muchísimo mejor de los que puedes esperar de un CVT. Bueno, de un CVT de los antiguos. La electrónica ha hecho maravillas en este tipo de automatismos, como ya nos ha demostrado Nissan con su X-Tronic. Igualmente, en el Lineartronic de Subaru tienes la sensación de nulo o muy bajo resbalamiento a baja y media demanda de aceleración. Y si pisas más, la gestión electrónica simula cambios de marcha cuando el cuentavueltas se dispara. En vez de quedarse revolucionado el motor a un régimen fijo elevado, el tren de poleas de abre, baja el motor unas 1.000 rpm de golpe, y vuelve de nuevo a subir desde allí de régimen a medida que seguimos ganando aceleración, emulando el funcionamiento de un cambio con marchas. En la versión 1.6i, el Lineartronic tiene un modo LOW que simularía una caja reductora, que viene a bloquear el CVT para que el motor se mantenga más alto de vueltas. En su caso, el 2.0i tiene levas de cambio en el volante para simular marchas virtuales y adecuar el desarrollo a cada situación.
SUBARU XV: EYESIGHT DE SERIE
La gama XV contará con tres acabados para el 1.6i, con precios finales de 21.900, 23.900 y 24.900 euros y dos acabados para el 2.0i, con precios de 26.200 y 28.200 euros. Lógicamente los precios están determinados por el nivel de equipamiento, pero en todos los casos, Subaru ofrecerá de serie el sistema de seguridad EyeSight. Este sistema opera con dos cámaras frontales y hace una lectura de todo cuanto sucede delante nuestro. El sistema es capaz de visionar ciclistas, peatones, coches y sus luces de frenado y actuar en consecuencia sobre los frenos si detecta un atropello o colisión. También integra un sistema de mantenimiento de carril que avisa acústicamente y actúa sobre el volante si prevé una salida de carril.
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