DS 7 Crossback E-Tense 4x4: probamos a fondo el nuevo SUV, ¿una referencia?

Poco a poco la relanzada DS va tomando posiciones. Tras los originales DS 3 y DS 7, la semana pasada supimos ya del que será su tercer modelo en Europa, el DS 9, una imponente berlina de corte tradicional de casi 5 metros de largo, inicialmente con mecánica híbrida-enchufable, que buscará hueco entre las grandes berlinas de los fabricantes más afamados en la materia.

La electrificación parcial o total se va a convertir, sino se ha convertido ya, en una imposición tecnológica para poder cumplir con unos requisitos medioambientales cada vez más severos, un examen para los fabricantes de automóviles que en este mismo año ya tendrán que cumplir con buena nota para evitar pagar multas millonarias, en la medida que superen los 95 g/km de CO2 de media de todos los automóviles que vendan.

Por lo pronto, este DS 7 Crossback E-Tense homologa en ciclo WLTP 30 g/km, por 163 y 164 g/km los BlueHDI 180 CV y PureTech 225 CV, respectivamente. Pero aun así, no pocos E-Tense tendrá que vender DS (y no son baratos) para que salgan las cuentas, como a todos los fabricantes… Tesla al margen.

DS 7 Crossback E-Tense: mejor SUV, mejor urbano

Ante este desafío, en PSA han desarrollado dos plataformas mecánicas híbridas enchufables (y una eléctrica, presente ya en el DS 3 E-Tense), compuestas por el motor 1.6 PureTech y uno o dos motores eléctricos, versiones que iremos viendo en diferentes modelos del grupo francés, propietaria desde 2017 también de Opel.

El DS 7 Crossback E-Tense cuenta con el paquete formado por el motor de gasolina con 200 CV y dos eléctricos, uno por eje. El delantero, que normalmente acompaña al de gasolina, aporta 110 CV y el trasero, independiente y sin conexión física con los delanteros, aporta otros 113. En total suman 300 CV.

Pero no son sus prestaciones, si no la tracción integral la que da antes sentido al DS 7 Crossback E-Tense para quien vea en un SUV también un 4x4 por lógica o necesidad. O quizá sea primeramente su propulsión puramente eléctrica lo que le valide para el habitual día a día de una gran ciudad.

Con su batería de 13,2 kWh brutos cargada a tope (desde 2 horas en un cargador de pared de 6,6 kW a 8 horas el más simple enchufe doméstico), no nos ha sido complicado disponer de una autonomía en modo eléctrico en torno a los 35 kilómetros circulando con “responsabilidad" por ciudad y vías de circunvalación, pero difícilmente los 45 que hemos llegado a ver anunciados en el cuadro.

Siempre que tengamos batería, será el modo de propulsión por defecto, el más eficiente, eficaz y ecológico en ciudad, y con el que el propio agrado de conducción del DS7 resulta mayor todavía por la exquisita suavidad y linealidad propias de la silenciosa propulsión eléctrica (el cambio automático no interviene). Bajo este modo de propulsión, el motor trasero es el que habitualmente opera y garantiza buenas aceleraciones en esos entornos urbanos y periféricos donde puede impulsar al E-Tense hasta 135 km/h.

Con el modo AWD, el DS 7 Crossback E-Tense también avanza con la participación en este caso de los dos motores eléctricos y si bien el consumo de kilowatios se dispara, ofrece las capacidades propias de un 4x4 para rodar sobre nieve u otro tipo de superficies deslizantes.

DS 7 Crossback E-Tense 4x4: confort tecnológico

Agotada la carga de la batería para operar en eléctrico, el DS 7 Crossback E-Tense 4X4 pasa automáticamente a funcionar en modo híbrido, con el motor de gasolina como propulsor principal, gestionado por un cambio automático EAT8 modificado, y los eléctricos como apoyo o de forma independiente a baja velocidad. No son pocos los momentos que los motores eléctricos alimentados por la energía recuperada en fases de frenada o desaceleración asisten al 1.6 PureTech o por si mismos impulsan al DS7.

En ciudad, ese alivio es continuado, en las arrancadas, en los pequeños impulsos y a baja velocidad sostenida, obteniendo consumos (7,0 l/100 km) muy inferiores al BlueHDI de 180 CV (7,6) y PureTech 225 CV (8,8). No son malos los 6,9 l/100 km obtenidos en carretera, frente a los 6,3 del diésel y los 8,0 del gasolina. El trasiego de modos y combinaciones no altera un agrado de conducción que resulta muy elevado, también por la excelente filtración de rodadura y calidad de bacheo.

En este sentido, el DS 7 Crossback E-Tense refuerza el confort general del que hace gala el modelo, que cuenta con la amortiguación Active Scan, capaz de leer el estado de la carretera y adaptar su respuesta a la superficie. Tampoco hay nada que dificulte o extrañe su conducción e incluso el tacto de freno resulta muy natural y dosificable aun cuando hay mucho freno regenerativo a cargo de los motores eléctricos.

Al dejar de acelerar, el DS 7 Crosssback aprovecha la inercia para rodar a vela por muchos metros, seguro que también influido por la comedida sección de 205 de sus neumáticos inflados generosamente a 2,7 y 2,9 bares, frente a los 235 de las versiones convencionales. También ofrece un modo con una fuerte frenada regenerativa a través del motor trasero que te permite no pisar el freno en muchas situaciones.

Sus prestaciones son magníficas, con una capacidad de aceleración por momentos “explosiva" cuando se dan las circunstancias para que los tres motores empujen a la vez ante altas demandas de aceleración, pero sin comprometer una actitud de chasis muy equilibrada. Kilos y suavidad pudieran ponerte en aviso, pero sorprendentemente el DS7 Crossback E-Tense tiene una pisada muy cómoda y consistente, unos guiados en curva muy sencillos y una actitud general muy segura.

El ambiente que respiras a sus mandos también lleva a encontrarte en un espacio muy confortable, elegante y sofisticado que hacen del DS7 Crossback un coche especialmente agradable y exclusivo. Y en este E-Tense, con las mejores capacidades dinámicas y funcionales de la gama.