La locura SUV tiene su máximo exponente en los modelos de altas prestaciones. Los motores de muchos caballos ya no se quedan a ras de suelo equipando a las rápidas berlinas de representación o a los superdeportivos, también quieren protagonismo animando a los SUV más exclusivos del panorama. Y parece que hay mercado para esto, porque no hay marca de lujo que no se resista a crear uno; Porsche tiene su Cayenne, Lamborghini el Urus, Bentley el Bentayga, BMW apellida M a sus X grandes y hasta la propia Ferrari tendrá el suyo. Así, Audi se ha animado a crear su versión RS sobre el espectacular Q8. Pero no se quedará ahí, puesto que los Q3 y Q5, de momento, también tendrán versión RS. Es la moda, hay que seguirla. Como era de esperar, para crear el RS Q8 han tirado de lo mejor que había en el Grupo VW, que no es ningún demérito, todo lo contrario, y han combinado la carrocería SUV coupé del Q8 con el motor de los RS 6 y RS 7 (que también llevan Urus y Bentayga, con los que comparte plataforma), además de dotarle de chasis, equipamiento y lujo acorde a la nueva potencia.
Por fuera no se cambia la estructura ni se modifican los pasos de rueda, como ha ocurrido en otras ocasiones en modelos RS de Audi; el Q8 ya es suficientemente grande, si bien sí se han añadido unos pasos de rueda de plástico pintados en color de la carrocería, que le dan un aspecto más robusto y cubren la anchura de vías, complementados por las molduras laterales. Conclusión, es 100 mm más ancho delante y 5 mm detrás. Se cambia la parrilla delantera, a la que se añade una rejilla RS en negro brillante con el habitual dibujo en panal, que deja pasar más aire. Esto se complementa con dos entradas de aire laterales, tras las que se alojan los enormes intercoolers. En la zaga descubrimos un discreto pero elegante y funcional alerón en la parte superior, además de un faldón trasero específico con salidas de escape ovaladas (falsas) y el estilo difusor. Lleva faros led de serie, que pueden ser los Matrix Led tintados en opción.
Audi RS Q8: motor poderoso
Simplemente con decir que comparte motor con el RS 6 ya se deja claro sus posibilidades deportivas. También lo comparte con el Urus y el Bentayga, pero con otras especificaciones. Se trata de un V8 biturbo, con un turbo por cada bancada ubicados dentro de la V. Cuenta con la red de 48 voltios y sistema de micro-hibridación, y es aquí donde técnicamente se distingue de Urus y Bentayga. Ellos también tienen red de 48V, pero la utilizan únicamente para la gestión de las estabilizadoras activas. El RS Q8 recupera energía tanto de las estabilizadoras como del movimiento longitudinal del vehículo y la almacena en una pequeña batería de litio ubicada bajo los asientos traseros. Esta energía se utiliza para mover el mismo motor/alternador que la recupera, integrado entre el motor y el cambio, con lo que unas veces aporta par eléctrico para mejorar prestaciones y consumos, y otras para arrancar el motor en la función de conducción a vela o de arranque/parada. Con esto baja el gasto unos 0,8 litros cada 100 km y en nuestro país consigue la etiqueta ECO de la DGT, que ni Urus ni Bentayga tienen. Además, dispone de desconexión de cilindros cuando hay baja carga de acelerador, convirtiendo al V8 en V4 momentáneamente. Con todo ello logra prestaciones de infarto para un coche tan grande. Acelera de cero a cien en menos de cuatro segundos, a 200 km/h en 13,7 segundos y tiene su velocidad limitada a 250 km/h, límite que se puede subir a los 305 km/h con el paquete Dynamic Plus, que incluye el extra de los frenos carbocerámicos.
El Audi RS Q8 cuenta con el sistema de cuatro ruedas directrices de serie y la suspensión neumática, que añade una posición RS, más firme. La altura puede variar en 90 mm, que van desde el modo Dynamic All Offroad, pasando por las posiciones Auto, Confort y Allroad. El diferencial trasero es autoblocante con control electrónico de serie y la tracción es a las cuatro ruedas. Lleva discos de acero con los carbocerámicos en opción, que añaden pinzas delanteras de diez pistones. Añade un botón en el volante que establece dos preselecciones denominadas RS1 y RS2, con las que el conductor puede establecer su configuración favorita con rapidez, pudiendo elegir entre la altura y la dureza de la suspensión, el trabajo del diferencial, la gestión del motor, la dirección y los controles de tracción y estabilidad. El comportamiento es muy bueno. Tiene ese confort deportivo tan habitual en los RS de Audi. El motor se siente poderoso y parece no tener fin. Apenas hay balanceo de la carrocería y en la posición más dinámica del chasis es hasta cómodo. En carreteras reviradas se desenvuelve mucho mejor de lo que su tamaño y peso presagian, si bien en las vías rápidas es donde encuentra su hábitat natural. El sonido es discreto hasta que le propones dejar de serlo, y entonces volverá cabezas a su paso. Durante la primera toma de contacto no conseguí bajar de los 14 l/100 km de media y, sin embargo, tiene etiqueta ECO, la misma que un Toyota Prius, pero con 600 CV y prestaciones de infarto; habrá que reflexionar sobre esto…
El interior del Audi RS Q8 incluye asientos deportivos pero confortables. Van serigrafiados con el logotipo RS, las costuras de tipo panal y se pueden pedir con distintas terminaciones. No hay grandes diferencias con respecto al diseño interior de un Q8 convencional, salvo que está mejor equipado de serie y que añade pantallas con los datos habituales RS como son cronómetro, aceleraciones, presiones y temperatura de neumáticos, fuerzas g… Ya se aceptan pedidos, si bien las primeras unidades llegarán durante el primer cuatrimestre de 2020 y su precio se establece en los 155.700 euros.