A prueba el Smart Fortwo ED 2017, el eléctrico más ciudadano

El eléctrico más urbano se renueva, la cuarta generación del Smart Fortwo ED se hace más coche, se recarga más rápido y homologa 160 km de autonomía.

Miguel García Puente. Twitter: @Miguelgpuente

A prueba el Smart Fortwo ED 2017, el eléctrico más ciudadano
A prueba el Smart Fortwo ED 2017, el eléctrico más ciudadano

El Smart Fortwo ED, el Smart eléctrico, también ha cambiado de aspecto, con su capó más alto parece más coche y es exactamente eso lo mismo que se siente cuando te pones al volante. Diríamos que es más serio, si no fuese por el carácter desenfadado del Smart, que no pierde en esta cuarta generación. El renovado Smart eléctrico no es un salto de gigante, sino un paso medido, porque no tiene rival en su tamaño, ni hay un eléctrico con su agilidad. Conserva un diámetro de giro minúsculo, por debajo de los 7 metros. Gracias al motor eléctrico la respuesta es inmediata, incluso más que en la tercera generación anterior.

Smart Fortwo eléctrico: el coche ideal para la ciudad

Ahora ofrece 5 kilovatios más de potencia, hasta alcanzar los 60 kilovatios (algo más de 80 caballos), ha aumentado su autonomía hasta los 160 km, pero en realidad sorprende más por la suavidad de la respuesta, el silencio de funcionamiento (sí, se ha mitigado el silbido de la electrónica convirtiendo la corriente continua de las baterías en corriente alterna para alimentar el motor). También se ha reducido el tiempo de carga, que ahora es de seis horas en una toma doméstica, para alcanzar el 80  por ciento de carga. Si la autonomía puede parecer escasa, no lo es tanto para un coche eminentemente urbano. A medias de 25 km/h (difícil de conseguir en un centro urbano un poco congestionado) significaría estar rodando más de seis horas y media seguidas antes de tener que conectar a una toma de corriente.

Nueva plataforma

Del Smart ED, el Smart eléctrico, habrá una variante abierta, el Smart Fortwo Cabrio, existirá la opción de techo transparente, y también se ofrecerá con una variante alargada que da lugar al Smart Forfour de cuatro plazas, gracias a la versatilidad de esta plataforma hermanada con la del Renault Twingo.

El Smart Fortwo eléctrico participa de la nueva plataforma para las motorizaciones de combustión de los Smart Fortwo y Forfour. Esto significa que vamos sentados sobre las baterías del litio y que delante de nosotros no tenemos el motor, sino una estructura de seguridad de cara a posibles impactos. El motor del Smart eléctrico va en el eje trasero, como en sus hermanos, y sobre él se sitúa el maletero, justo el detrás de los asientos. No es grande, pero te sorprendes cuando, acompañado de otro colega periodista, podemos colocar en el maletero nuestros respectivos equipajes de mano (el que admiten en cabina en el avión) y un generoso macuto para las cámaras. Nos parecía imposible y, tras varios intentos de Tetris, resulta que aún sobraría sitio.

En el maletero del Smart Fortwo caben más maletas de lo que parece

No tenemos nada más que comenzar a rodar para sentir el mayor filtrado que procuran las suspensiones. Cabecea menos ante aceleraciones y frenadas, pero sobre todo mitiga las irregularidades del piso mucho mejor que antes. Todo, desde la dirección al tacto del freno se siente más "de coche". Es espacioso para los codos, no interfieres con tu compañero, la sensación de coche grande solo desaparece cuando escuchas los coches justo a tu espalda o al mirar por el retrovisor y ver los coches inquietantes pegados a ti. Se ha pretendido exacerbar el confort y se han enriquecido las posibilidades de equipamiento, con tres niveles de acabado, passion, prime y proxy, así como un programa de personalización de Brabus. Los niveles más altos se distinguen por el equipo de audio y el cuadro de instrumentos multifunción a color y la pantalla central táctil de siete pulgadas, que integran información específica del funcionamiento eléctrico.

Smart ED: Confort también desde el móvil

Se ofrecerá en el Smart ED la opción de asientos o volante calefactados, que si en principio roba mucha energía de la batería, consigue que no haga falta calentar mucho el habitáculo para sentirse confortable. También se podrá atemperar el coche (tanto con calefacción como con aire acondicionado) a distancia mediante una aplicación en el teléfono móvil denominada Smart Control. Se podrá refrigerar o calentar el habitáculo incluso si el coche no está conectado a una toma de corriente. Con esta aplicación se puede regular desde el móvil el programador horario del momento de inicio de recarga. Esta recarga se puede realizar en una toma doméstica convencional en 6 horas, pero se dispone de un "wallbox" específico que permitiría trabajar con más potencia y recargar al 80 ciento en 3,5 horas. Para ello hará falta una instalación eléctrica propicia, capaz para los 7,2 kilovatios que demanda. En otoño está previsto que se ofrezca la opción de recarga a través del conector universal CCS, en trifásica, con 22 kilovatios. En este caso se bastarán 45 minutos para recargar hasta el 80 por ciento una batería descargada en 45 minutos.

Lo más llamativo si has conducido uno de los anteriores Smart eléctricos son los cinco niveles de frenada regenerativa que ofrece el nuevo Smart ED, que se ajustan automáticamente en función de la distancia con el coche de delante. Así, al levantar el pie del acelerador, el radar situado en la parte baja del frontal del Smart ED se emplea para conservar la distancia de seguridad, reteniendo más o menos según evolucione el tráfico. Se dispone de un botón Eco junto a la palanca de cambios (es un decir, porque no es ni siquiera un cambio automático, sino que es monomarcha y para ir hacia atrás invierte el sentido de giro del motor), para forzar la retención máxima. Este modo Eco resulta interesante al llegar a zonas de curvas, porque aporta mucha retención, evita la necesidad de gastar frenos y recoge energía para la batería. Por cierto, funciona justo al revés que lo haría en el Renault Zoe (https://www.autopista.es/pruebas-de-coches/articulo/renault-zoe-2017-opiniones), el coche eléctrico del estrecho socio de Daimler. En modo normal, al levantar el pie del acelerador en ausencia de tráfico, el Smart ED iría en un modo "rueda libre", muy eficiente, pero que puede obligar a usar el freno. Por cierto, estos son de disco y solo tambor detrás. Una circunstancia que podría parecer curiosa, para un coche que lleva el 53 por ciento de su peso detrás, pero que se justifica por el freno que aporta el motor eléctrico. Y es que si el Smart no tiene comparación lo mires por donde lo mires, aún menos esta versión eléctrica, que se revela el arma definitiva para la ciudad. El precio se desvelará en marzo, pero podría superar los 22.000 euros en ausencia de algún tipo de ayuda a su compra. 

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