La alianza entre Mercedes y Renault ha tenido muchos frutos, unos de carácter comercial y otros, como los dos coches de esta comparativa, de pura orientación cosmopolita. Entre el Smart Forfour y el Renault Twingo resulta complicado llegar a averiguar cuánto de Mercedes y cuánto de Renault hay en cada coche. Si preguntas, ambas marcas te venden su producto como mejor saben hacer y barren para casa, si bien al final es un trabajo conjunto de las dos; pensando en positivo, los dos coches disponen de lo mejor de cada marca. Se enfrentan aquí en su versión menos potente de 71 caballos y con el acabado tope de gama de cada uno; son el mismo coche, ahora toca saber cómo van y averiguar cuál de los dos es la mejor compra.
Casi gemelos
La historia nos ha demostrado que Renault sabe hacer motores, chasis y tiene tecnología, por lo que para un coche como el Smart Forfour no veo que sea un demérito llevar escondido el apellido Renault en sus componentes. Sí es cierto que como consumidor no me gusta mucho eso de que un producto de herencia premium como es el Smart tenga piezas de un generalista, pero es que precisamente esos son los detalles que al final logran un precio aceptable para un coche de este tipo. Y si esas mismas piezas tienen calidad, fiabilidad y diseño, como es el caso, pues perfecto.
El caso del Renault Twingo es el contrario, puesto que en teoría gana la teórica calidad de todo un Mercedes pero a precio de Renault, y eso es un magnífico argumento que le puede ayudar a ganar ventas; nada tiene que ver con aquel emocional Twingo de primera generación de ojos tristes y cama en su interior que todos recordamos, y también deja de ser un coche de arquitectura convencional y se especializa todavía más en la ciudad, veremos si eso gusta al gran público o no.
La arquitectura de los dos coches es idéntica, como el resto de los apartados. Es la típica de Smart, con el motor bajo el piso del maletero y propulsión. Ésta condición, unida a la pequeña batalla, hacen del Twingo y el Forfour dos imbatibles armas de ciudad. Tienen un radio de giro líder de su categoría, que te permite cambiar de sentido con rapidez o meterte en huecos casi imposibles. Me resulta agradable comprobar el aplomo que tienen, con un esquema de suspensiones que se defiende con mucha dignidad.
El confort es bueno, y eso que los dos llevaban la "suspensión deportiva" y las ruedas grandes entre sus listas de extras, y nada tienen que ver con los secos Smart de anteriores generaciones. El bastidor está muy por encima de las posibilidades del motor con, además, un buen control de tracción y estabilidad que difícilmente verás actuar. No soy capaz de determinar diferencia de comportamiento entre uno y otro al límite, y mucho menos en un uso convencional. Reaccionan bien ante el cambio de apoyo brusco, mucho mejor de lo que me esperaba para un coche así. El Smart Forfour dispone de serie de un asistente de viento lateral, que trabaja más de lo que te imaginas dadas las características de peso, batalla y altura que tiene; el Renault Twingo no lo lleva ni en opción y no hubiese estado de más haberlo incluido. No es crítico en estas puntuales situaciones pero la seguridad extra nunca está de más.
Los dos disponen de un mismo motor de gasolina atmosférico con tres cilindros y un litro de cilindrada. Tienen 70 caballos, que resultan suficientes para la urbe y muy justos para salir de ella. Podrás salir de la ciudad para ir tu casa del extrarradio, pero sin prisa y teniendo en cuenta que su capacidad de recuperación desde bajas vueltas es muy lenta; la operación de cambiar de carril en aceleración muchas veces no es tan rápida como te gustaría para hacerlo con seguridad. Para eso está el motor de 90 caballos. Por contra, a baja velocidad muestran la suficiente agilidad como para que dentro de la ciudad esa misma situación de cambio de carril sea tan rápida como esperas, no se mueven como una moto pero se quedan muy cerca. La ciudad es su territorio.
Ambos llevan un magnífico Stop/start, agradable en su funcionamiento y con muy buen tiempo de parada. Lo normal es que te muevas con ellos por debajo de los 6 litros de consumo medio, más cerca de los 5 litros si los llevas con calma, por encima de los 6 si los sacas de su contexto prestacional.
Interior
Por dentro cada uno establece su estilo, si bien el tamaño es el mismo. Cuatro adultos caben perfectamente sin pasar ningún tipo de penuria. Los asientos son cómodos y hay más espacio del que su apariencia puede hacerte presagiar. El maletero es justo en espacio pero bien aprovechable. En los dos puedes abatir respaldos; el Renault ofrece de serie el respaldo dividido en dos, mientras que en el Forfour tendrás que pedirlo como extra por 255 euros y añadirás a la vez la banqueta trasera reclinable para aumentar la capacidad de carga. En los dos tienes de serie el bluetooth con un adaptador para poner el móvil. Resulta interesante bajarse de Internet las aplicaciones gratuitas que ambos ofrecen, con las que tendrás todas las funciones que necesitas y algo más en tu teléfono. También puedes poner la pantalla central con todas esas funciones, pero cuesta poco más de 800 euros y creo que no es necesario invertir en ella.
Comparando los acabados Zen y Proxy no se puede decir que uno venga más equipado que otro pero sí que uno dé más preferencias a unos extras que a otros. Por ejemplo el Smart lleva de serie el mencionado asistente de viento lateral, el airbag de rodilla, la dirección de desmultiplicación variable, el techo panorámico y el climatizador que no lleva su rival. A esto el Twingo responde con los faros antiniebla, el reglaje del volante en altura, los retrovisores eléctricos, el respaldo trasero dividido, el radar de proximidad trasero y el depósito de 35 litros (70 euros en el Smart, que de serie lleva el de 28 litros).
Hay más variedad de opciones disponibles en el Smart pero también su precio es más alto; analices lo que analices el Renault siempre será más asequible. De partida y con estos acabados hay una diferencia de 1.685 euros, que se amplía con el descuento de 700 euros que el Twingo añade; oficialmente Smart no lo ofrece, otra cosa es si los concesionarios añadan algo a título particular. Sin igualar equipamientos la diferencia se establece en 2.385 euros y eso es mucho. Otra cosa es que des prioridad a una marca u otra o a las posibilidades de personalización, pero 2.385 euros es mucho en una factura que ronda los 13.000 euros, mucho para un resultado final similar. Al final todo es una cuestión de precio, puesto que son lo mismo. Me parecen una buena solución para la ciudad y puedes salir de ella, pero lo de viajar ni te lo plantees. Me gusta más la personalización del Forfour pero al final si te pasas con los extras te pones en un precio demasiado alto. El Twingo equilibra la balanza.