La quinta generación del Seat Ibiza acaba de aterrizar en el mercado. Una de las grandes novedades en su gama es la incorporación del motor 1.5 TSI ACT con sistema de desconexión de cilindros, un propulsor que reemplazará al todavía en uso 1.4 TSI ACT.
Este motor 1.5 TSI ACT del Seat Ibiza viene con multitud de novedades en su interior, que ya desvelamos en su primera prueba, y que según nuestras mediciones lo que más aporta es una disminución del consumo de combustible. ¿Cómo para hacernos olvidar el que podría ser su homólogo en Diesel? Pues desde Autopista os decimos que sí, siempre y cuando conduzcamos de manera eficiente y a ritmos legales.
Hemos obtenido un ajustado consumo real en carretera de 5,1 l/100 y de 6 l/100 km en ciudad, consumos en motores de gasolina impensables hasta la llegada de este motor. Con respecto al 1.4 TSI (con desarrollos de cambio más cortos y mejores prestaciones, todo hay que decirlo), y centrándonos en el Ibiza, deciros que en su versión ACT (desconexión de cilindros) de 140 CV nos gastó 5,8 y 7,1 l/100 respectivamente, de esto hace tres años. Y si ya nos situamos en el año 2009, este mismo 1.4 con 150 CV sin desconexión de cilindros y sin Stop&Start, arrojó unos elevados (en comparación con el 1.5) 6,6 y 9,3 l/100 km, respectivamente.
El rendimiento en banco a nivel de caballos (potencia) ha sido casi exacto al 1.4 TSi ACT de 140 CV (151 para este y 150,9 CV para el nuevo), pero no así el par motor, puesto que el nuevo 1.5 se ha quedado algo lejos (25,1 mkg) de los excelentes 28,8 mkg que rindió el 1.4. Lo que sí que comprobamos es que la desconexión de cilindros en circulación es más habitual que antes si ponemos de nuestra parte.
El aumento de peso del Seat Ibiza 2017, comparado con el 1.4 de este artículo, ha sido de tan sólo 18 kg, teniendo en cuenta que es un coche con más empaque en lo que concierne a la anchura. El trabajo realizado en el interior para obtener un habitáculo líder en su categoría es digno de reseñar, con espacio para las piernas de categoría superior y con un maletero de 330 litros (según nuestras mediciones), por encima de la media y que iguala la capacidad medida con el Renault Clio, aunque se queda lejos de los intocables 355 litros del Skoda Fabia.
En general, el Seat Ibiza 2017 es un coche muy agradable de conducir en tráfico urbano, con un alto grado de satisfacción en carretera y con unas más que buenas dotes de conducción deportiva. Tan sólo le pondría el pero de que el apoyabrazos delantero no es regulable en altura y al enmascaramiento, por medio de unos escapes falsos, de los escapes reales.
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