Las arañas de la familia Theridiidae son maestras en el uso de la seda para amplificar su potencia muscular. Sus telarañas son "una maraña desordenada", explica Gabriele Greco, quien estudia materiales biológicos en la Universidad de Trento en Italia. Las hebras de seda se inclinan y se entrecruzan haciendo una especie de garabato, no obstante, todo ello tiene su explicación.
Las arañas victoriosas usaban también una estrategia mediante la que unían múltiples hilos a éstas para llevar este increíble festín hasta la telaraña
Filmando cómo estos pequeños animales cazan desde estos laberintos de seda, Gabriele Greco y su colega de Trento, Nicola Pugno, se centraron en los escenarios más espectaculares: ataques a insectos que pesaban hasta cincuenta veces más que las propias arañas. Éstas podían ganar ampliamente las batallas, gracias a la lucha hábil, el veneno y mucha seda envolvente en las presas. Las arañas victoriosas usaban también una estrategia mediante la que unían múltiples hilos a éstas para llevar este increíble festín hasta la telaraña, según informaron Greco y Pugno en Journal of the Royal Society Interface.

Para analizar los movimientos de estos curiosos insectos, los investigadores instalaron cajas de laboratorio con paredes negras, de forma que facilitaban la observación de la seda blanca. Dentro de cada caja, iba una especie Theridiidae, ya sea una araña telaraña triangular (Steatoda triangulosa) o una falsa viuda negra (S. paykulliana).
En la naturaleza, ambas especies estiran las hebras desde la maraña hasta el suelo, anclando allí el extremo pegajoso de la hebra. Cuando alguna criatura pequeña y comestible, como una hormiga, aparece por la zona y se engancha, tira del pequeño bocado hacia arriba y ya tiene el almuerzo.
Para poner a la seda de las telarañas que atrapaba estos alimentos en una situación extrema, los investigadores usaron grandes cucarachas
Lo que realmente interesó a los investigadores Greco y Pugno, sin embargo, fue que estos hilos ocasionalmente atrapaban a presas "gigantes" para estos insectos, incluidas una serpiente y un ratón. De tal forma que para poner a la seda de las telarañas que atrapaba estos alimentos en una situación extrema, los investigadores usaron grandes cucarachas.
Cómo cazan estas arañas

Una sola hebra con el extremo pegajoso no puede levantar una cucaracha pesada en el aire, por lo que cuando la presa golpea la seda, la araña residente se apresura a agregar hilos adicionales a su gran captura. En las pruebas de caja de laboratorio, las arañas tuvieron que agregar hebra tras hebra para llevarla hasta la telaraña, mientras que la presa lucha con todas sus fuerzas sin que el hilo se rompa.
Estos pequeños e increíbles animales han creado una especie de sistema de poleas, uniendo secuencias de hebras de seda, que les proporciona su propia forma de levantar cargas pesadas
Luego, el arácnido sigue agregando hebras cada vez más cortas que tiran del gran peso de su captura hacia la parte principal de la telaraña.
En definitiva, estos pequeños e increíbles animales han creado una especie de sistema de poleas, uniendo secuencias de hebras de seda, que les proporciona su propia forma de levantar cargas pesadas. Después de unos 400 millones de años de evolución, las formas y usos de la seda de las arañas aún fascinan a investigadores como Greco y Pugno.
Fuente: ScienceNews.