En realidad, este pterosaurio, que fue uno de los animales voladores más grandes que jamás hayan existido, no era un dragón y no hay evidencia que respalde que alguna vez exhaló fuego azul como Viserion en "Juego de Tronos". Pero, este gigantesco reptil tenía una envergadura de hasta 100 metros.
Sus fósiles se descubrieron hace más de 30 años en Dinosaur Provincial Park, ubicado en Alberta, Canadá. Este Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO contiene una gran cantidad de restos de dinosaurios, gracias a lo cual se han hallado múltiples especies.
Una investigación en 2019 demostró que Cryodrakon era una especie previamente desconocida y la primera de su tipo que se encontraba en Canadá
Pero, los paleontólogos que los encontraron pensaron que pertenecían a la especie de pterosaurio Quetzalcoatlus, que se descubrió inicialmente en Texas.
Una investigación en 2019 demostró que Cryodrakon era una especie previamente desconocida y la primera de su tipo que se encontraba en Canadá. Los fósiles incluían patas, cuello, una costilla y parte de las alas. Cryodrakon pertenecía a la familia de pterosaurios azdárquidos, conocidos por tener cuellos largos.

Los restos hallados correspondían a un miembro joven de la especie, por lo que su envergadura era de solo unos 50 metros cuando murió. Pero, los científicos estudiaron el hueso del cuello gigante de un adulto para determinar que el tamaño completamente desarrollado probablemente alcanzaba los cien metros.
El dragón congelado de Canadá era carnívoro y se alimentaba de una dieta de mamíferos, lagartos y dinosaurios bebés. Y, a pesar de que tenían la capacidad de volar a través de los océanos, el registro fósil muestra que estos animales se mantenían cerca de los ambientes del interior.
Cómo surcaron los cielos
Comprender cómo estas enormes bestias surcaron los cielos tiene aplicaciones fuera de la paleontología. “Este grupo particular de pterosaurios es uno de los animales voladores más grandes de todos los tiempos”, apuntó en su momento en un comunicado uno de los autores del estudio, Michael Habib, de la Universidad del Sur de California. "Su anatomía contiene pistas importantes sobre los límites del vuelo de los animales y puede ser importante en el futuro para el diseño mecánico de vuelos inspirados biológicamente", añadió.

Asimismo, Habib indicó que estudiarlos también es crucial para obtener una comprensión completa de cómo evolucionó la vida durante el Cretácico. “Éstos se encuentran entre los animales fósiles más populares y carismáticos. Han sido inspiración para innumerables monstruos de películas, fueron partes fundamentales de los ecosistemas globales en todo el mundo durante la era de los dinosaurios, por lo que son clave para comprender la ecología y las extinciones de esa época y, al igual que los animales voladores de hoy, podrían llevar importantes pistas sobre cómo respondieron en ese momento a los grandes cambios en el clima”.
Fuente: CNN.