El asteroide que puso fin al Cretácico provocó un tsunami global

El asteroide que golpeó la Tierra y puso fin al Cretácico hace 66 millones de años, acabando con las tres cuartas partes de la vida vegetal y animal del planeta (sobre todo los dinosaurios), también provocó un tsunami mundial con olas de casi dos kilómetros de altura.

Francisco Moral

Ilustración sobre la caída del asteroide que acabó con los dinosaurios en el Cretácico.
Ilustración sobre la caída del asteroide que acabó con los dinosaurios en el Cretácico.

Un estudio dirigido por científicos de la Universidad de Michigan revela que este tsunami recorrió el fondo del océano y dejó rastros geológicos tan lejos como en Nueva Zelanda, a miles de kilómetros del lugar del impacto, en lo que ahora es la Península de Yucatán en México. Los hallazgos provienen de la primera simulación de los efectos globales del impacto sobre la Tierra del asteroide llamado Chicxulub.

"Fue lo suficientemente fuerte como para perturbar y erosionar los sedimentos en las cuencas oceánicas del otro lado del mundo, dejando un vacío en los registros sedimentarios o un revoltijo de sedimentos más antiguos", dijo Molly Range, quien era estudiante de posgrado en la Universidad de Michigan cuando se realizó la investigación y es la autora principal. "La distribución de la erosión y los hiatos que observamos en los sedimentos marinos del Cretácico superior es consistente con los resultados de nuestro modelo, lo que nos da más confianza en sus predicciones", agrega.

Algunas de las evidencias geológicas más significativas encontradas por el equipo se ubicaron a 12.000 kilómetros del cráter Chicxulub

Algunas de las evidencias geológicas más significativas encontradas por el equipo se ubicaron a 12.000 kilómetros del cráter Chicxulub, en las costas orientales de las islas al norte y al sur de Nueva Zelanda. Aquí, los científicos encontraron sedimentos muy perturbados llamados depósitos olistoestromales, que anteriormente se creía que eran el resultado de la actividad tectónica local. Sin embargo, Range y sus colegas hallaron que la edad y la ubicación de estos depósitos los colocan directamente en el camino que el equipo modeló para el tsunami provocado por Chicxulub.

Un gran tsunami en el Cretácico

El equipo calculó la energía inicial del impacto del tsunami y descubrió que era hasta 30.000 veces mayor que la energía del tsunami de 2004 generado por un terremoto en el Océano Índico. El evento, uno de los tsunamis más grandes de la historia moderna, mató a más de 230.000 personas.

El meteorito causó un devastador tsunami.
El asteroide causó un devastador tsunami.

La simulación mostró que el tsunami desencadenado por Chicxulub se habría irradiado hacia el este y noreste hacia el Atlántico Norte y hacia el suroeste, a través de la Vía Marítima Centroamericana, que en ese momento separaba América del Norte y América del Sur y luego hacia el Océano Pacífico Sur.

Algunos de los efectos más devastadores ocurrieron en las profundidades de la superficie del océano, y el equipo estimó que las corrientes submarinas en éstas y en las áreas adyacentes alcanzaron velocidades de alrededor de 0,4 mph (0,6 kph).

Otras áreas, como el Atlántico Sur, el Pacífico Norte, el Océano Índico y la región que hoy es el Mediterráneo, se salvaron de los efectos más devastadores del tsunami, según la nueva simulación.

Construyendo la cronología de un desastre prehistórico

El equipo utilizó una estrategia de dos etapas para recrear el progreso del impacto del asteroide y el posterior tsunami que provocó.

Este modelo reveló que golpeó una corteza rica en granito cubierta por sedimentos gruesos y aguas poco profundas, forjando un cráter que tenía un ancho estimado de 100 kilómetros

El primer paso fue plasmar el caos que fueron los primeros diez minutos del impacto de Chicxulub en el Cretácico, incluida la formación del cráter y el comienzo del tsunami. Este modelo reveló que golpeó una corteza rica en granito cubierta por sedimentos gruesos y aguas poco profundas, forjando un cráter que tenía un ancho estimado de 100 kilómetros, mientras expulsaba densas nubes de polvo y hollín a la atmósfera terrestre.

Perturbación simulada de la altura de la superficie del mar del tsunami (en metros) 24 horas después de que el asteroide golpeara la Tierra.
Perturbación simulada de la altura de la superficie del mar del tsunami (en metros) 24 horas después de que el asteroide golpeara la Tierra.

Alrededor de 2,5 minutos después del impacto, la simulación indica que el material desplazado habría empujado una pared de agua fuera del lugar, creando una ola de casi 5 kilómetros de altura, que se habría asentado en la Tierra.

 

Diez minutos después del impacto, las olas del tsunami de casi una milla de altura habrían viajado alrededor de 220 kilómetros desde el lugar del impacto, propagándose hacia afuera en forma de anillo y barriendo los océanos en todas direcciones.

Una hora después del impacto, el tsunami se había extendido fuera del Golfo de México y hacia el Atlántico Norte; cuatro horas después, las olas habían pasado a través de la vía marítima centroamericana hacia el Pacífico.

La simulación mostró que 24 horas después de que Chicxulub golpeara la Tierra, las olas que lanzó habían viajado casi en toda la extensión de los océanos Pacífico y Atlántico y acababan de ingresar al Océano Índico por ambos lados

La simulación mostró que 24 horas después de que Chicxulub golpeara la Tierra, las ondas que lanzó habían viajado casi en toda la extensión de los océanos Pacífico y Atlántico y acababan de ingresar al Océano Índico por ambos lados.

Perturbación simulada de la altura de la superficie del mar del tsunami (en metros) cuatro horas después del impacto del asteroide del Cretácico final.
Perturbación simulada de la altura de la superficie del mar del tsunami (en metros) cuatro horas después del impacto del asteroide del Cretácico final.

Dos días después del impacto, las olas habían golpeado la mayor parte de las costas del mundo. El equipo no calculó cuántas inundaciones habrían causado, pero sí sus alturas en las regiones más afectadas. Las simulaciones indicaron que las del océano abierto del Golfo de México habrían tenido más de 100 metros de altura.

A medida que se acercaban a las costas de estas regiones y golpeaban aguas poco profundas, se habrían vuelto a elevar dramáticamente en altura

Mientras tanto, las producidas en las regiones costeras del Atlántico Norte y partes de la costa del Pacífico de América del Sur habrían sido diez veces más pequeñas, con una altura de alrededor de diez metros. Sin embargo, a medida que se acercaban a las costas de estas regiones y golpeaban aguas poco profundas, se habrían vuelto a elevar dramáticamente en altura.

Fuente: Space.com.

Esta imagen, tomada con un microscopio electrónico, documenta el carbón vegetal de la era Cretácica encontrado en la Than, en la cuenca de Saurashtra, India.

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