La atmósfera de Venus está compuesta casi por completo de dióxido de carbono. También incluye pequeñas dosis de nitrógeno y nubes de ácido sulfúrico. El aire en este planeta es tan denso que, en masa, las pequeñas trazas de nitrógeno son cuatro veces la cantidad que se encuentra en la Tierra, aunque éste constituye más de las tres cuartas partes de la atmósfera terrestre. Esta composición provoca un efecto invernadero desbocado que calienta el planeta incluso más que la superficie de Mercurio, aunque Venus se encuentra más lejos del Sol. Se cree que cuando se formó el núcleo rocoso de Venus, capturó gran parte del gas gravitacionalmente.
La atmósfera más parecida a la Tierra en el sistema solar se encuentra entre 50 y 60 kilómetros sobre la superficie de Venus
Además de calentar el planeta, las densas nubes lo protegen, impidiendo las observaciones visibles de la superficie y el bombardeo de meteoritos.
Aunque Venus y la Tierra tienen un tamaño similar, alguien que esté de pie en el suelo del primero experimentaría un aire unas 90 veces más pesado que la atmósfera de la Tierra; Las presiones son similares a bucear a 3.000 pies bajo el océano. La atmósfera más parecida a la Tierra en el sistema solar se encuentra entre 50 y 60 kilómetros sobre la superficie de Venus. Tanto el oxígeno como el hidrógeno se elevan por encima de la capa de gas más pesado que cubre el suelo, y las presiones son similares a las de nuestro planeta.
Clima y tiempo
Los vientos de aproximadamente 224 mph (360 kph) mantienen las nubes del planeta en constante movimiento. Aunque éste gira lentamente, solo una vez cada 243 días terrestres, las nubes se deslizan alrededor de la parte superior de la atmósfera de Venus cada cuatro días. Pero la velocidad del viento cae más cerca de la superficie, donde solo se mueven unas pocas millas por hora.
En Venus, la mayor parte del calor del Sol no logra atravesar la espesa atmósfera
En la Tierra, las estaciones cambian según la inclinación del planeta: cuando un hemisferio está más cerca del Sol, experimenta temperaturas más cálidas. Pero en Venus, la mayor parte del calor del Sol no logra atravesar la espesa atmósfera. Como tal, el planeta no solo no experimenta cambios significativos de temperatura a lo largo del año, sino que también mantiene las cosas constantes de la noche al día.
Las nubes de Venus aparecen de color blanco brillante o amarillo. A diferencia de Júpiter o Saturno, no hay bandas discernibles o tormentas visibles a simple vista.
Fuente: Space.com