En la actualidad, el águila imperial ibérica, especie que sobrevuela la península, se está recuperando. El último censo realizado estimaba que podría haber más de 600 parejas reproductoras, de las que 129 se encuentran en Andalucía, una comunidad donde se están realizando importantes actuaciones para su recuperación.
Se considera que se está consolidando una tendencia de crecimiento entre estas aves para lograr un tamaño de población favorable para su pervivencia
Así su Plan de Recuperación del Águila Imperial Ibérica del Gobierno andaluz ha hecho que la comunidad autónoma se posicione como un territorio fundamental para salvar esta ave de la extinción.
De esta manera, en junio, se anunciaba un nuevo récord histórico de polluelos de águila imperial ibérica nacidos en la Andalucía, con 166 ejemplares. Con esto, se considera que se está consolidando una tendencia de crecimiento entre estas aves para lograr un tamaño de población favorable para su pervivencia.
Y es que esta cifra supera de forma significativa los registros anteriores, estableciéndose un nuevo récord histórico. El mayor número de polluelos que se había contabilizado hasta la fecha fue en el año 2019, con 144. De los 166 pollos nacidos en Andalucía el año pasado, 154 lograron volar con éxito. En cuanto a los datos de mortalidad, se registraron tan solo diez casos.

Los datos recabados en el censo reflejan, además, que continúa registrándose un incremento del área de distribución del águila imperial ibérica en Andalucía. En este sentido, destaca el asentamiento en nuevos lugares de la provincia de Granada y Cádiz, así como en Sierra Mágina, El Condado y el Valle de Los Pedroches. Asimismo, se ha detectado una expansión hacia el sur de los territorios jienenses y la constancia de conectividad entre las poblaciones existentes en Sierra Norte-Hornachuelos y en Cardeña-Andújar.
Medidas de conservación del águila imperial ibérica
En el marco del Plan de Recuperación del Águila Imperial Ibérica, durante 2021, según la Junta de Andalucía, se llevaron a cabo medidas de conservación en 38 territorios de nidificación de esta especie; unas actuaciones, como las dirigidas a minimizar las molestias y otras incidencias causadas por el hombre, que pueden afectar a las zonas de cría.
Se repararon varias plataformas de nidificación y se anillaron 18 aves, de los cuales 11 se equiparon con emisores GPS
También se dio alimentación suplementaria en cinco territorios y se liberaron perdices en zonas con escasez de presas. Además, se repararon varias plataformas de nidificación y se anillaron 18 aves, de los cuales 11 se equiparon con emisores GPS, para conocer si se emancipan y dispersan con éxito. Por último, se rescataron cuatro polluelos que estaban en situación de riesgo y que, posteriormente, fueron liberados con éxito.

El águila imperial ibérica
El águila imperial ibérica se diferencia de otras rapaces de la península, sobre todo, por su plumaje de color marrón oscuro con manchas blancas en el borde anterior de las alas. Los ejemplares juveniles presentan una coloración pardo-amarillenta que, con el paso de los años, va oscureciéndose hasta que a los seis años alcanzar el plumaje definitivo.
En cuanto a su reproducción, esta rapaz nidifica exclusivamente en árboles, normalmente de gran tamaño, sobre los que realiza la puesta de entre uno y cuatro huevos. Sus pollos permanecen en el nido más de dos meses y, por lo general, solo uno o dos ejemplares logra volar.
En aquellos territorios donde el conejo es escaso o ha desaparecido, el éxito reproductor se reduce en gran medida y las puestas suelen limitarse a un único pollo
La base de la dieta del águila imperial ibérica es el conejo, que puede representar hasta el 70% de su alimentación si habita en una zona donde abunda este animal. Además, se alimenta también de córvidos, palomas, liebres, carroña y reptiles. En aquellos territorios donde el conejo es escaso o ha desaparecido, el éxito reproductor se reduce en gran medida y las puestas suelen limitarse a un único pollo.

Como otras muchas aves de presa, el águila imperial ibérica utiliza los postes del tendido eléctrico como posadero y esto provoca que, frecuentemente, ejemplares de esta rapaz mueran por electrocución. En concreto, este tipo de fallecimiento representa el 50% de los episodios de mortalidad.
Fuente: Junta de Andalucía.