Si alguna vez has imaginado el futuro en el automóvil, seguro que es algo parecido al Audi Activesphere, al menos de puertas para adentro. Eso sí, si te sigue fascinando la conducción al más puro estilo tradicional, tal vez no es el coche que vayas a desear conducir en la próxima década. Pero vamos por partes.
El Activesphere ha sido el cuarto y último modelo de esta saga de concept car que nos adelantan futuras líneas maestras de la marca en cuanto a tecnologías, diseño o división de categorías comerciales. Todos ellos tienen en común ser vehículos exclusivamente eléctricos —2026 es la fecha límite para el lanzamiento del último motor de combustión desarrollado por la marca—; estar basados en la arquitectura PPE —base técnica que puede acoger modelos de diferentes tamaños, formato de carrocería, número de motores, línea de techo o altura al suelo—; ofrecer conducción autónoma de Nivel 4 —no habrá nivel 3 para el cliente por el coste que supone implementarla y los beneficios reales que obtiene el cliente—. Y por acercarnos cada vez más a un nuevo ecosistema interior basado en realidad virtual mixta y una nueva propuesta de experiencia para los ocupantes.

El Audi SkySphere fue el primero de todos ellos que la marca presentó bajo esta nueva filosofía centrada en el usuario. Un Formato Gran Turismo de propulsión eléctrica, descapotable y con un chasis variable que puede acortar la batalla en 250 mm y alargar la longitud del coche de 4,94 a 5,19 m—. Raro, raro, pero cuando cuanto menos, espectacular. El Audi GrandSphere Sedán fue el segundo as de este póker de concepts, y ojo, porque sería la primera vez que Audi no se refiere a un coche como tal, sino como un dispositivo de experiencia para el cliente. Claro signo de que el formato berlina va a seguir existiendo en la marca.
Por su parte, el Audi UrbanSphere nos avanzaba un concepto de coche "urbano" orientado al mercado chino por sus proporciones —5,51 m—, donde la espaciosidad y el confort son la piedra angular. La estructura sin pilar B es una evidencia de la rigidez estructural de la arquitectura PPE, mientras que en cuanto a operatividad, se estrena el concepto MMI Touchless Response.

Audi Activesphere: ni mandos… ni pantallas físicas. Bienvenido a la realidad virtual mixta
Y, por último, este Audi ActiveSphere, cuarta y última entrega de la saga, nos adelanta un concepto de un automóvil que bien podríamos considerar el Allroad del futuro, y aunque singular por fuera, lo mejor va por dentro. Los futuros coches de Audi no serán exactamente así, pero poco a poco sí irán incorporando sus elementos de estilo y avances tecnológicos en diferentes áreas.
Toda la parte técnica y mecánica podríamos decir que ya es presente, pero como concept, este es el Audi más visionario de todos los que se han presentado hasta el momento. Olvídate de la forma y céntrate en la función, aunque necesitarás para ello una nueva tecnología de gafas —o auriculares, como cita Audi— que te introducen en un fascinante ecosistema digital en tres dimensiones como jamás habías experimentado antes dentro o fuera de la industria del automóvil.

Desarrollado ya sobre una arquitectura de conducción cien por cien autónoma, este Audi propone un nuevo concepto operativo que combina el mundo físico y virtual mostrando comandos y campos de visión emergentes sobre un entorno cien por cien real. Es una nueva tecnología de auriculares de realidad mixta la que "dibuja" frente al conductor o usuarios todos los posibles elementos o escenarios necesarios para conducir o interactuar con ellos mediante controles gestuales.
Son elementos proyectados sobre el entorno real que emergen de la que sería su posición natural y que a través del citado dispositivo, se pueden mover de posición, aumentar de tamaño, acercar o alejar.
Audi ActiveSphere. Un mundo en tres dimensiones, dentro y fuera del vehículo
Todo ello escenifica en un entorno de tres dimensiones no sólo el cuadro físico del coche, sino también otros parámetros o elementos dinámicos como pueden ser datos relevantes de una ruta off-road, la navegación... o incluso tener una visión remota del vehículo cuando se encuentre en una revisión o punto de asistencia. Los citados auriculares son, cómo no, fuente también de dispositivos multimedia para los ocupantes del vehículo, pudiendo proyectar virtualmente un contenido audiovisual a máxima resolución con el tamaño deseado, o también medio de pago para diferentes aplicaciones.

Cada item o elemento se puede colocar o superponer a gusto del usuario, enfocarlo con la mirada para que se convierta en elemento principal y poder manejarlo como si fuera un mando físico convencional mientras que el Audi ActiveSphere sigue la ruta programada mediante un avanzado sistema de guiado cien por cien autónomo, aunque el Audi ActiveSphere tiene, también, volante... y talento.
Audi Activesphere. El “transformer” de Audi: un Sportback que se convierte en pick-up
Estructuralmente, es un coche más hecho sobre la arquitectura PPE, algo que como ya hemos comentado, eso es presente —la estranará el futuro Porsche Macan y un inédido Audi Q6—. En este caso, Audi configura un eléctrico bimotor con una unidad por eje con un rendimiento global de 325 kW (442 CV) y 720 Nm, una autonomía superior a los 600 km y tiempos de recarga inferiores a 25 minutos para una cargar hasta el 80% sus 100 kWh de batería.
Lo que ves sobre este contenido técnico, amén de un exquisito trabajo del Centro de Diseño que Audi tiene en Malibú, es una suerte de Allroad del futuro. Un coche plurar, no sólo con o sin conductor, sino para distintos tipos de uso y necesidades. Cómo no, coche de asfalto y uso off-road gracias a sus ruedas de 22 pulgadas, suspensión neumática que sube o baja 40 mm la carrocería desde su punto neutral —208 mm— y que saca tambores de guerra en su configuración off-road cuando la carrocería está a máxima altura, abriendo nuevos radios de las llantas o "branquias" de protección en la zona lateral del vehículo.

La guinda al diseño de este coche de 4,98 m de longitud, 2,07 m de ancho y 1,60 m de altura, asentado sobre una proyección de 2,97 m de batalla, la pone en este ocasión la zona posterior y su nuevo concepto transformable, denominado Active Back por la marca. A golpe de botón, la luneta posterior se levanta para quedar enrasada con el techo, dejando una plataforma de carga tipo pick-up, con la posibilidad de extender también la superficie abatiendo la portezuela inferior del portón.
De esta forma, puedes transportar un par de bicis en sus correspondientes soportes, o cualquier objeto de volumen que no cabría en el interior del coche al estar limitado por la altura del cristal posterior. El habitáculo puede quedar también dividido de la zona de carga levantando un cristal vertical motorizado que emergería detrás de los asientos posteriores, pudiendo también limpiar la zona de carga sin ensuciar el interior.

Dentro, en un ecosistema absolutamente minimalista, el usuario podría seguir experimentando un mundo de contrastes gracias al nuevo concepto de parrilla Singleframe acristalada que, al igual que las zonas inferiores laterales, dejan ver el asfalto a través de zonas acristaladas. Lo dicho, considéralo de momento como un laboratorio aunque, con el tiempo, no me cabe duda de que se llevarán a la serie elementos de diseño y, en un futuro algo más lejano, Audi Dimension marcará un nuevo punto de encuentro entre el mundo real y virtual.