Con el nuevo Peugeot 308 muy reciente, hemos querido realizar una comparativa con uno de sus grandes rivales, el sempiterno Volkswagen Golf. Ambos han trabajado desde hace tiempo una imagen de marca que de alguna manera les colocara un punto por encima del resto de firmas generalistas. Y estos dos productos son una buena prueba de ello.
Sin duda es otro de los grandes enfrentamientos entre los fabricantes franceses y los alemanes, que llevan sucediéndose desde hace años. Y lo hacen prácticamente con las mismas armas, pues tanto 308 como Golf ofrecen la posibilidad de poder elegir entre un compacto convencional de cinco puertas o decantarse por el más versátil y funcional familiar, ya sea el SW o el Variant, que es como lo denominan comercialmente cada uno.
El diseño puede ser la clave
Las diferencias entre ambos contendientes comienzan desde el planteamiento de su diseño. En el Golf se sigue apostando por una estética que nos recuerda ineludiblemente a sus siete antecesores, a la que se puede añadir un poco más de picante según la variante escogida. Mientras, el 308 ya venía de una apariencia bastante distintiva y llamativa, que de nuevo se ha vuelto a acrecentar tras su última renovación. Dos estilos diferentes para convencer a muchos tipos de conductores.
En cuanto a sus medidas, el francés parte con ventaja. Comento esto porque su longitud se estira hasta los 4,36 metros, lo que son 8 cm más que su rival aquí. También presume con sus 1,85 metros de más anchura (7 cm) y solo en la altura se encuentra por debajo, ya que sus 1,44 metros son 4 cm menos. Estas dos últimas cotas repiten los resultados en sus carrocerías familiares, aunque curiosamente el largo se igualan en 4,63 metros.
Teniendo en cuenta esas mediciones, no te vas a extrañar si te comento que el Peugeot ofrece más espacio para las piernas y también en anchura para sus ocupantes, aunque en altura quedan completamente igualados. También se impone el galo en la capacidad disponible para el maletero, alcanzando los 412 litros por los 381 del alemán, en sus mejores configuraciones. Pero el Variant se toma su pequeña venganza con 611 litros frente a los 608 del SW.
Lo comentado del exterior también lo podríamos trasladar al interior de cada uno de estos dos modelos. El 308 apuesta por una solución única en el mercado con su característico i-Cockpit, compuesto por un volante de reducidas dimensiones y la instrumentación colocada por encima. Esta puede contar con gráficos en 3D, algo que no ofrece el Golf en la suya, a cambio de presentar un aro de tamaño convencional y una interfaz más completa. A su derecha quedan pantallas multimedia de gran tamaño (aquí gana el Volkswagen en tamaño) acompañadas por más botones en el francés que en el alemán.
La gama de motores es muy amplia
Da igual al que mires de los dos pues ofrecen unas gamas de motorizaciones tan amplias que permiten disfrutar de las tres etiquetas de la DGT. Vamos para todos los gustos. Por ejemplo, si queremos una C, en el 308 tendremos el diésel BlueHDi de 130 CV, al que el Golf responde con los 2.0 TDI de 116 o 150 CV. Pero con esta misma viñeta el alemán también dispone de los 1.5 TSI con las mismas potencias indicadas antes.
En la batalla híbrida o Eco tiene cierta ventaja el Peugeot. Su variante Hybrid de 145 CV es capaz de mover el coche con electricidad en muchos momentos, sobre todo en ciudad, lo que le permite arañar unas décimas en los consumos. Mientras el Volkswagen duplica los motores anteriores de gasolina añadiéndoles la hibridación ligera.
Y la última disputa es para los híbridos enchufables, se impone el alemán. Más allá de que tenga dos posibilidades, el eHybrid de 204 CV y el GTE de 272 CV, su batería de mayor tamaño le permite homologar una autonomía eléctrica de 143 kilómetros, cuando el Plug-in Hybrid de 195 CV del francés se conforma con 85 kilómetros en la misma medición.
Tampoco podemos olvidar que ambos tienen un punto divergente. El recientemente renovado cuenta con una versión denominada E-308 de 115 kW (156 CV) totalmente eléctrica que sería un competidor del ID.3. Mientras, el veterano compacto teutón se desmarca con poderosas versiones deportivas como los GTI o el R, algo que por ahora no está disponible en su rival hoy aquí.
