Vivimos una época en la que los coupés son un auténtico “rara avis”. Ya sea por motivos de rentabilidad, por la problemática con las emisiones o por su menor practicidad, a las marcas de coches cada vez les cuesta mantener más en su catálogo este tipo de modelos más pasionales. Si además bajamos al nivel de las generalistas, la ausencia es más que notable, hasta que Honda ha dicho “aquí estoy yo”.
Y lo hace resucitando un mito como es el Prelude, un coche de culto que se vendió desde 1978 hasta el principio de este mileno, trascurriendo en ese tiempo cinco generaciones. Aunque en este caso no esperes una reinterpretación de alguna de ellas, no ha sido la idea, sino de crear un modelo que vuelva a ser especial y llame la atención de los amantes de la conducción.
Diseño de planeador
Por si todavía no lo sabías, dentro de todas las divisiones que tiene Honda hay una que se dedica a la fabricación de aviones. De ahí que no nos debe extrañar que los responsables de la marca nos insistieran en que este Prelude basa su diseño en un planeador. Esta característica se aprecia fácilmente si te colocas justo en su frontal. Fíjate en esa nariz que quiere sobresalir del resto del conjunto y una combinación formada por la forma de la parrilla y la iluminación que da la sensación de ser unas alas.
Te habrás dado cuenta también que se ha colocado una pequeña pieza de color de azul en vertical que de alguna manera rompe la gran entrada de aire del paragolpes. Y es que a este tono se le ha dado un protagonismo muy importante, pues este mismo detalle de diseño se repite en la zaga, a la hora de pintar las pinzas de unos frenos fabricados por Brembo, así como en un interior del que posteriormente te hablaré.
Unos pocos pasos me llevan hacia su lateral. Su silueta es clásica de coupé, en donde ninguno de los dos voladizos es muy grande y contando con unas puertas con marco, así como manetas enrasadas. Las llantas son de color negro y cuentan con un tamaño de 19 pulgadas para calzar unos neumáticos con medidas 235/40. Su longitud total alcanza los 4,53 m, lo que le sitúa ligeramente por debajo del último Prelude, mientras que su anchura es de 1,88 metros y su altura de 1,34 metros (ya sabes lo que significa esto, te tocará agacharte adecuadamente para entrar). Y no busques antena, ni siquiera de tipo de “aleta de tiburón”, pues ha sido escondida en la luneta trasera para ocultarla del todo.
Antes de llegar a su zaga apreció con la parte trasera se eleva ligeramente, algo que se atestigua con unas luces que están bastante elevadas. Como suele ser ya habitual van de lado a lado y en medio queda la marca con su última tipografía. Y de la misma manera que pasaba en el lado contrario, los paragolpes no son para nada estrafalarios, escondiendo incluso la salida del escape.
Al abrir el portón encontramos un hueco con una boca de carga bastante alta, algo esperable en este tipo de diseño, con un espacio interior de 269 litros. Probablemente sean pocos para muchos, por lo que existiría la posibilidad de abatir el respaldo de los asientos posteriores (60:40) para aumentar esta cifra hasta los 760 litros, si contamos hasta el techo, o 663 hasta la ventana.
Un interior conocido, pero con sus detalles
Ya que estaba hablando de los asientos, hay que indicar que este Prelude cuenta con una configuración de 2+2. Esto quiere decir que las plazas traseras son bastante testimoniales, pues como conduciendo se coloque una persona de una talla superior a los 1,80 metros, el espacio para las piernas se reducirá al mínimo. Vamos para una pequeña emergencia.
Delante todos estos problemas desaparecen. Los que estén familiarizados con los modelos de Honda se percatarán rápidamente que su puesto de mando es bastante similar al que tiene un Civic o un ZR-V. Volante (no hubiera estado mal haber pintado en azul la marca de las doce en punto), pantallas (10,2 pulgadas para la instrumentación y 9 pulgadas para la multimedia) o botonería, entre la que incluyo la relacionada con la transmisión, son elementos comunes, aunque ahora te voy a contar lo exclusivo del coupé.
Para esto vamos a rescatar al azul, como te avisé más arriba. Porque el primer detalle más evidente es que se ha querido dotarle de más personalidad ofreciendo la posibilidad de poder elegir una combinación de colores entre nuestro color protagonista y el blanco o cambiar este último por el negro. Dependiendo de la escogida, la palabra Prelude tejida sobre el salpicadero delante del copiloto cambia entre blanco y azul.
Otro detalle que para mí pueden valorar muy positivamente los amantes de los coches es que se haya tenido la delicadeza de diseñar dos tipos de asientos delanteros diferentes. Aunque parezcan iguales por su tapizado, el relativo al conductor tiene unos pétalos que abrazan mejor y su cojín está más elevado, por tanto, es una posición más deportiva. Para su acompañante se le añade un mullido más cómodo para que se relaje lo más posible al viajar.
Te aseguro que, aunque esto parezca una cuestión de baladí, sentado en uno y en otro se nota rápido la diferencia. A partir de aquí, el ensamblaje de este salpicadero es de nota, como suele ser habitual en la marca, utilizando plásticos blandos y materiales algo más refinados, como en donde se ubica la palabra Prelude, en las zonas superiores. Y en los asientos se usa cuero natural, otorgando un buen refinamiento.
Solo un acabado para España
A la hora de configurar el Prelude, más allá de poder escoger entre cuatro colores para la carrocería como son los Moonlit White Pearl, Meteoroid Grey Metallic, Crystal Black Pearl y Racing Blue Pearl, sus futuros compradores solo podrán llevarse a su casa el acabado Advance. Y como podrás ver a continuación no viene nada mal de serie, porque a los elementos ya mencionados anteriormente en este artículo suma los siguientes:
- Sistema de ángulo muerto con alerta de tráfico cruzado
- Sistema de frenado automático de emergencia
- Avisados de colisión frontal
- Limitador de velocidad inteligente
- Aviso de cambio involuntario de carril
- Asistente en atascos
- Sistema de apertura y arranque inteligente
- Pedales de aluminio
- Amortiguadores adaptativos
- Sistema de asistencia a la maniobrabilidad (AHA)
- S+ Shift (simula cambios de la transmisión)
- Cuatro modos de conducción: Comfort, GT, Sport e Individual
- Freno de mano eléctrico
- Levas metálicas en el volante
- Climatizador dual
- Control de crucero adaptativo
- Asientos delanteros calefactados
- Sensores de aparcamiento
- Cámara de visión trasera
- Apple CarPlay y Android Auto inalámbricos
- Sistema de sonido BOSE con ocho altavoces
- Cargador inalámbrico para móviles
- Sistema de Post-Colisión (frena al coche por completo en caso de impacto)
El próximo 27 de octubre anunciarán desde Honda el precio definitivo de este Prelude, aunque te podemos adelantar que seguramente esté por encima de los 45.000 euros. Será entonces cuando os podremos contar nuestras primeras impresiones a bordo y hablar del comportamiento de su motor híbrido de 184 CV (gracias a él no pagan impuesto de matriculación), pues las primeras unidades no llegarán a los concesionarios hasta febrero del 2026.
