El Mazda3 estrena de serie el sistema G-Vectoring (GVC)

Con la actualización del Mazda3 en su versión 2017 Mazda estrena Skyactiv-Vehicle Dynamics, una nueva tecnología de control de chasis, en la integra también el motor.

Miguel García Puente. Twitter: @Miguelgpuente

El Mazda3 estrena de serie el sistema G-Vectoring (GVC)
El Mazda3 estrena de serie el sistema G-Vectoring (GVC)

Hace unas semanas tuvimos oportunidad de probar unos prototipos de Mazda3 equipados con un nuevo sistema de control denominado GVC (G-Vectoring Control) y Mazda ahora anuncia que comienza el inicio de la producción en serie del GVC en Japón. A Europa comenzarán a llegar a finales de año unidades equipadas con el software GVC. Mazda dice que extenderá paulatinamente a su gama las tecnologías Skyactiv-Vehicle Dynamics.

Mazda GVC.: pensado para mal piso o resbaladizo

El sistema GVC es el primero de una oferta de tecnología de control de la dinámica del coche. Se basa en hacer participar, no solo a los elementos del chasis, sino a los diversos subsistemas del coche, como transmisión, motor y carrocería, de una manera integrada, para conseguir un comportamiento más equilibrado del coche. Sin necesidad -aunque sería posible, en un caso hipotético- de modificar el comportamiento de los amortiguadores en tiempo real, Mazda ha concebido un sistema que modifica la carga vertical (y por tanto, el agarre) en cada instante de cada rueda. Trabaja cambiando la entrega de par del motor durante unas centésimas de segundo, alterando ligeramente la carga en cada rueda. La magnitud de este cambio de carga es tan pequeño y dentro de unos márgenes tan rápidos, que hacen su funcionamiento imperceptible para los ocupantes. El resultado del nuevo reequilibrio "electrónico" del coche es una conducción más fluida, más intuitiva y con menos movimientos inconscientes al volante, que debe redundar en menor fatiga, aparte de una sensación de mayor control del coche, más inmediato e incluso más divertido para quien guste de conducir.

Mazda GVC: sin peso añadido

El sistema GVC trabaja simplemente añadiendo nuevas líneas de código en el programa que gestiona en motor, de manera que no aporta peso o nuevos componentes al coche. Se trata exclusivamente de añadir talento (y horas de puesta a punto) al diseño del coche. Durante la primera demostración del sistema, Mazda nos demostró mediante videos con voluntarios, que también la inclinación del cuerpo en las curvas y por tanto el confort mejoraba gracias a la participación del GVC. No hay magia, a igualdad de velocidad de paso por la curva, sino cambiar la dirección de la aceleración que experimenta el cuerpo, en lugar de lateralmente, hacia la espalda, que al estar retenida por el respaldo, no hay movimiento y resulta más natural al ocupante. 

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