Últimamente nos tienen un tanto desconcertados en BMW con sus lanzamientos. Si ya os contamos que la nueva generación del Serie 1 había llegado un poco antes de lo esperado, ahora los alemanes acaban de presentar una actualización del M2, modelo que ya fue modificado en abril del pasado año.
Por tanto, querido lector, no espere una gran revolución en uno de los compactos deportivos más especiales al seguir manteniendo el esquema de propulsión trasera. Podremos citar que ahora las poderosas salidas de escape, cuatro en concreto, estarán acabadas en negro de serie y se han retocado los emblemas que identifican a este modelo. Si es verdad que se ha aprovechado para incluir nuevos colores para la carrocería con los Sao Paulo Yellow sólido, Fire Red metalizado, Portimao Blue metalizado y Skycraper Grey metalizado, mientras que procendentes del catálogo de BMW Individual llegan los Voodoo Blue, Grigio Telesco y el Twilight Purple. En total serán tres tonos sólidos, cinco metalizados y seis del departamento de personalización. Todo ello acompañado de llantas de serie de 19 pulgadas en el eje delantero y de 20” en el posterior (aquí se incorporan unas nuevas en color Plata de radios dobles).
Una vez dentro del habitáculo del nuevo M2 encontraremos ahora un volante de serie que tiene la parte baja achatada (antes era una circunferencia perfecta), forma que adopta también el opcional tapizado en cuero Alcantara. A esto sumamos que las salidas de aireación son diferentes, lo que ha provocado una ligera modificación de la pieza decorativa del salpicadero, que se puede escoger entre el Grafito Oscuro mate, fibra de carbono, así como aluminio rectificado o antracita romboidal. Y si queremos aligerar su peso, el techo se puede pedir fabricado en carbono M para bajar en la báscula seis kilogramos.
El esquema de pantallas de este M2 se mantiene con la actualización, con el sistema curvo que engloba una instrumentación de 12,3 pulgadas y una multimedia de 14,9”. La gran diferencia es que ahora contará con el sistema operativo 8.5, lo que repercutirá en un cambio en las formas gráficas o la simplificación de algunas de sus funciones.
La clave está en el motor
Tras este repaso ligero de la estética del nuevo M2 llega la clave de esta actualización. El conocido motor de tres litros y seis cilindros ha recibido una serie de retoques por parte de los ingenieros alemanes para poder alcanzar ahora los 480 CV, lo que suponen 20 CV más. Estos se entregan en las mismas revoluciones 6.250 rpm, pudiéndose estirar el contador hasta las 7.200 rpm. Más importante es la modificación del par, que se mantiene en 550 Nm en caso de coger el cambio manual o sube a 600 Nm con el automático M Steptronic de serie. Además lo hace en un rango mucho más amplio ya que comenzando en 2.650 rpm ahora se estira hasta las 6.130 rpm de forma lineal (antes eran 5.870 rpm). El resultado es que se ha reducido una décima en el 0-100 km/h (automático en 4 segundos y manual en 4,2 segundos), mientras que para llegar a 200 km/h tarda 12,9 segundos y 13,7 segundos, respectivamente, lo que suponen 0,6 segundos menos. Se mantendrá la velocidad máxima en 250 km/h, pero siempre se puede subir hasta 285 km/h con el paquete M Driver.
La idea que tiene BMW con este nuevo M2 es empezar a fabricarlo en la planta de San Luis Potosí (México) el próximo mes de agosto. Se espera que el 40% de las ventas sean en Europa, aunque el mercado más importante será el de Estados Unidos. En España su precio de partida será de 94.500 euros, pero si lo queremos con el cambio manual sube hasta los 95.130 euros.
