Incluso en la competición se exigen niveles cada vez más reducidos de emisiones, y Alpine es una de las marcas que tiene claro el potencial del hidrógeno. Lo demostró hace unos años con su prototipo Alpenglow, que presentó en Le Mans este mismo año, equipado con un motor de cuatro cilindros. Pero empleando esa misma tecnología, ya tiene una evolución: un nuevo propulsor de 3,5 litros V6 biturbo que duplica la potencia, pasando de 340 a 740 CV.

Denominado Hy6 en referencia a la tecnología de hidrógeno y el número de cilindros, el proto Alpenglow también ha requerido numerosas modificaciones técnicas y aerodinámicas para soportar la potencia superior y la velocidad que ahora es capaz de desarrollar.
Parece un coche de carreras... Y es un coche de carreras
El Alpine Alpenglow Hy6 es una verdadera bestia basada en un chasis de carbono de la categoría LMP3 de coches de resistencia. Originalmente, el chasis fue desarrollado para albergar motores mayores que el 2.0 litros de cuatro cilindros que tenía al presentarse oficialmente.
El motor Hy6 V6 quema hidrógeno en sus cámaras de combustión, no lo oxida en una pila de combustible, lo que lo convierte en un motor exclusivamente térmico. Ha requerido dos años de trabajo de los equipos específicos de Alpine en Viry-Châtillon. Oreca, el socio técnico, hizo posible el “matrimonio” entre el motor y el chasis.

El Hy6 utiliza una configuración V6 de 3,5 litros, con un ángulo de 100° entre bancadas y está sobrealimentado por dos turbocompresores. Con un bloque mecanizado en aluminio, cárter seco, cigüeñal con muñequillas desplazadas 20 grados, culatas de aluminio forjado, diseño de cámaras de combustión inspiradas en la F1 y otras tecnologías avanzadas, es un motor completamente válido para un deportivo de calle.
Limitado a 9.000 rpm, entrega su potencia máxima de 740 CV a 7.600 rpm, lo que equivale a una potencia específica de 211 CV/litro. Su par motor es de 770 Nm a 5.000 rpm, permitiendo que el Alpenglow Hy6 alcance los 330 km/h. Además, Alpine ha trabajado intensamente en la fiabilidad, crucial para la competición de resistencia.
Este motor se conecta a la transmisión mediante un embrague centrífugo y una caja de cambios secuencial firmada por Xtrac, una configuración de competición que podría aplicarse a modelos de serie. Tres depósitos de 2,1 kg cada uno almacenan el hidrógeno a 700 bares, que alimenta el motor a través de un regulador de presión que baja a 200 bares para la inyección.

La nueva joya de Alpine no podía quedar oculta. Por eso, se ha diseñado una cápsula inspirada en la luneta trasera del Alpine A110 que deja el motor completamente a la vista. Dadas las nuevas necesidades aerodinámicas, se ha aumentado el apoyo proporcionado por el alerón posterior, fabricado en material transparente, mientras que las aletas de tiburón también son más grandes. Con este nuevo desarrollo, Alpine ha dejado claro que el hidrógeno es una solución viable para que los motores de alto rendimiento sigan rugiendo en deportivos de altas prestaciones.

Renault está convencido de que este versátil combustible contribuirá a sus objetivos de emisiones de carbono en Europa para 2024 y a nivel global en 2050.