Como compradores cuando vamos en la búsqueda de un coche se puede dar la situación de que nuestro modelo escogido próximamente se vaya a cambiar. En este artículo vamos a poner como ejemplo uno de los más populares, el Hyundai Tucson, cuya actualización de la cuarta generación ha sido presentada recientemente. ¿Qué es mejor hacer en esta situación?

Razón 1: estrenas diseño
Esta primera razón quizás sea un poco subjetiva, pero conozco a muchos compradores que buscan algo nuevo, que les sorprenda y que no “esté muy visto” en las carreteras. En el caso del Tucson, dado el éxito que ha tenido este modelo en los últimos años, en los que fue el más vendido en 2022 en nuestro país, es raro que en poblaciones grandes no te encuentres con uno.
De esta manera, esperando al nuevo Tucson podrás disfrutar de su nuevo frontal, en donde se han retocado sus características lentes paramétricas con un nuevo diseño que ha terminado por afectar también a la parrilla y de una cierta manera, al paragolpes que estrena formas. No hay claras modificaciones en la zona lateral y posterior, pero también se ha aprovechado para incorporar nuevos juegos de llantas, así como los colores para la carrocería bautizados como “Fine Green Matte” y “Ultimate Red Metallic”.

Razón 2: el puesto de mando más moderno
La gran transformación de este nuevo Tucson la encontraremos nada más sentarnos en el puesto de mando. No suele ser habitual en los restyling, pero en el SUV coreano se ha cambiado por completo su composición. Para empezar, las tomas de aireación se han bajado a la zona central, que lo divide en dos partes, y que lo acercan todavía más a los dos ocupantes delanteros.
Pero hay más detalles importantes. El volante tiene un aspecto más moderno y con un punto más de ergonomía en sus mandos. Pero quizás lo que más destaque sea su nuevo conglomerado de pantallas. Mientras antes las dos existentes se colocaban de forma separada, con un panel de instrumentación al que se le colaba mucho polvo por detrás y una multimedia un tanto baja en su ubicación, ahora la pareja está unida. Y a esto tenemos que sumar pequeñas actualizaciones en su software.

Otro punto para tener en cuenta es la redistribución de la consola central. Para empezar, el selector del cambio abandona esta zona y se coloca detrás del volante. De esta manera se libera un espacio perfecto para colocar el cargador inalámbrico, ofreciendo más espacio en la zona para otros objetos. Y también se incorpora otro display de 6,6 pulgadas desde donde controlar los mandos de la climatización o funciones de infoentretenimiento.
Razón 3: motores contrastados
Todavía no han sido confirmados oficialmente por Hyundai, pero dado que se trata de una actualización creemos que el Tucson conservará las mismas mecánicas con las que contaba actualmente. De esta manera, más allá de que también se utilizan en otros modelos del grupo como podría ser el Kia Sportage, nos aseguramos de que estos motores ya están totalmente contrastados en el mercado y pulidas sus pocas deficiencias que hayan podido tener en sus comienzos.
A modo de recordatorio este Tucson contaba actualmente con un motor gasolina T-GDI de 150 CV, así como los diésel CRDi de 115 o 136 CV, que en algunos casos contaban con hibridación ligera o tracción total si el cliente así lo prefería. Por encima de ello quedaban el híbrido de 230 CV, así como el enchufable de 265 CV, este con una autonomía eléctrica de 62 kilómetros.

La excepción: el precio
Hasta aquí te hemos contado las principales novedades del Tucson por las que merecería la pena esperar unos pocos meses para su compra. Pero puede haber una excepción que te haga decantarte por el modelo que se vende actualmente, el precio de compra.
Si entras en el configurador de Hyundai ahora mismo el Tucson tiene un precio de partida de 24.825 euros. Lo habitual cuando se presentan las renovaciones es subir su precio, que puede ser un incremento ligero o un poco más sustancial, aunque nosotros esperamos que en el caso del SUV coreano sea más la primera situación.
Pero a esto tenemos que sumar otro condicionante. El propio concesionario según se vaya acercando la fecha de presentación del nuevo Tucson, que será en apenas 2 semanas, querrá quitarse las unidades antiguas y provocará unas pequeñas rebajas en su precio de las que te puedes beneficiar.