A la hora de analizar tu vehículo en una inspección ITV, los agentes de la estación se encargarán de realizar una serie de pruebas para comprobar si este cumple con las exigencias mínimas de seguridad y medioambientales para seguir circulando. Esta inspección exige una serie de pruebas, además de muchas otras de comprobación visual.
Recuerda que el resultado de una ITV puede ser favorable, desfavorable o negativa: aquí explicamos en detalle las diferencias entre cada posible resultado. En función del tipo de defecto que se detecte en el vehículo, se podría considerar como no superada la ITV. Ojo, porque un simple defecto grave supondrá el suspenso y este (o estos) deberán ser corregidos antes de volver a pasar la ITV.

Entre los apartados que requieren algún tipo de comprobación visual, y que vienen recogidos en el Real Decreto 920/2017 que regula las inspecciones ITV, está el de “Chasis y elementos acoplados al chasis”, que incluye también los diferentes elementos vinculados con la carrocería del vehículo. Aquí os venimos a contar tres fallos en concreto que suponen un defecto grave al pasar la ITV y que provocarán que el resultado de la inspección sea desfavorable.
Estas comprobaciones se harán o bien cuando el vehículo esté sobre el foso o bien en una plataforma elevada. Por un lado, no pasaremos la ITV si la carrocería del vehículo presenta algún tipo de arista cortante, pudiendo ser considerado incluso defecto grave si, por ejemplo, algún panel o componente se pudiese desprender. Por otro lado, si el inspector de la estación ITV detectase la ausencia de algún elemento como, por ejemplo, el tapón del depósito de combustible o alguno de los paragolpes, también se consideraría como defecto grave.
Existen otros muchos defectos graves en el documento que regula las ITV en España en el apartado de chasis y carrocería, la mayoría con posibilidad de considerarse defecto muy grave si el estado inhabilita al vehículo para circular por vías públicas, ni siquiera incluso para poder trasladarse al taller por sus propios medios. Existen incluso otros defectos considerados como leves en este mismo apartado, como por ejemplo la obstrucción de la placa de matrícula o de cualquier luz, la inexistencia de placa de homologación, deterioro de elementos de puertas, bisagras o manillas, etc.