El sistema TPMS o Tyre Pressure Monitoring System, en inglés, se encarga de monitorizar continuamente la presión de los neumáticos y alertar al conductor sobre cualquier desviación de los niveles normales. Este sistema es obligatorio en todos los vehículos nuevos en el mercado europeo desde 2014 y forma parte de los estándares de seguridad esenciales.
Este artículo detalla el funcionamiento del TPMS, sus tipos, problemas frecuentes y las medidas de cuidado necesarias para su mantenimiento.
¿Cómo funciona el sistema TPMS?
Existen dos variantes principales del sistema TPMS, que se diferencian por su método de medición de la presión de los neumáticos:
Medición indirecta
Utiliza los sensores del sistema ABS para detectar diferencias en la rotación de las ruedas, lo que puede indicar cambios en la presión de los neumáticos. Una rueda con presión baja gira a una velocidad diferente debido a su menor diámetro.
Medición directa
Equipa sensores en cada neumático que miden directamente la presión y la temperatura. Estos sensores transmiten información a la unidad de control del vehículo mediante señales de radiofrecuencia.
Ambos sistemas tienen como objetivo principal alertar al conductor de una presión incorrecta para evitar el desgaste prematuro de los neumáticos, reducir el consumo de combustible y prevenir accidentes causados por neumáticos en mal estado.
Ventajas del sistema TPMS
- Seguridad mejorada: Al mantener los neumáticos inflados correctamente, se mejora la maniobrabilidad del vehículo y se reduce el riesgo de reventones.
- Eficiencia en el consumo de combustible: Neumáticos bien inflados reducen la resistencia a la rodadura, lo cual puede mejorar la eficiencia de combustible.
- Mantenimiento reducido: Al evitar el desgaste irregular, se prolonga la vida útil de los neumáticos.
Averías comunes en el sistema TPMS
- Baterías agotadas: Los sensores en los neumáticos tienen una batería con vida limitada, generalmente de 3 a 7 años, y deben ser reemplazados cuando se agotan.
- Daños por impactos: Golpes fuertes, como bordillazos, pueden dañar los sensores.
- Errores de desprogramación: Cambios de batería o interferencias pueden requerir una reprogramación de los sensores.
Mantenimiento del sistema TPMS
- Revisión regular de la válvula: Debes verificar el apriete de las válvulas y cambiar las juntas tóricas si es necesario para prevenir fugas de aire.
- Cuidado con los golpes: Como decimos, evitar darte golpes y bordillazos ayudará a prolongar la vida de los sensores.
Problemas potenciales y soluciones
- Inhibidores de frecuencia: En zonas con inhibidores activos, es posible que el sistema TPMS no funcione correctamente. En estos casos, puede hacer falta el uso de la llave física incluida en la llave inteligente para desactivar el freno.
- Falsas alarmas: Variaciones de temperatura pueden causar alertas temporales. Es recomendable esperar a que las condiciones se estabilicen o verificar manualmente la presión.
El sistema TPMS es una herramienta importante, que no solo ofrece una mayor seguridad para el conductor y los pasajeros, sino que también contribuye a la eficiencia del vehículo y la conservación del medio ambiente. A pesar de sus desafíos, los beneficios de tener un sistema TPMS activo y funcional superan ampliamente las complicaciones potenciales, asegurando una conducción más segura y eficiente.