Al comprar un coche, el propietario recibe una primera recomendación: evitar la presión baja de los neumáticos, ya que, es una de las causas del desgaste de los mismos.
La presión baja de un neumático, a veces es resultado de un mantenimiento insuficiente, por lo que, aplicando algunos ajustes, este problema se puede solucionar. Vamos a ver las posibles consecuencias que surgen de un calibrado de presión insuficiente.
Importancia de una presión adecuada
Entre las razones que destacan para asegurar un inflado correcto tenemos:
- El aire suficiente en los neumáticos evita reventones mientras el coche circula.
- Generan menos resistencia a la rodadura, lo que se traduce en un mejor rendimiento del combustible y menores emisiones.
- Evita el desgaste irregular, prematuro y prolonga su vida útil.
Cómo detectar la presión baja en los neumáticos
Existen varias formas de verificar si los neumáticos tienen una presión baja. Aquí te mostramos las más comunes y efectivas:
Observa que no estén deshinchados
Visualmente, es posible detectar un inflado insuficiente de los neumáticos. Si la apariencia que muestran los neumáticos en la parte que contacta con el suelo, estando el vehículo estacionado, es irregular, hay que revisar la rueda porque estamos ante una presión insuficiente de aire en el neumático.
Uso de un manómetro en estaciones de servicio
Acude a una estación de servicio y mediante el manómetro que allí encontrarás, comprueba la presión de inflado de todos los neumáticos.
Señales durante la conducción
El vehículo, al estar en movimiento, puede dar señales que indican una presión insuficiente en los neumáticos.
Si las bandas de rodadura del neumático muestran un desgaste asimétrico y el consumo de combustible ha aumentado, es a causa de la presión insuficiente en el inflado del neumático.
Problemas derivados de la presión baja
Conducir con neumáticos desinflados o con una presión baja puede ocasionar una serie de problemas específicos, como veremos a continuación.
Desgaste desigual de los neumáticos
Esta es una de las consecuencias visuales y físicas de usar los neumáticos con una presión de aire insuficiente, desgastándose tanto en la banda de rodadura como en los laterales, incluso, más rápido que la parte central, lo que reduce su vida útil y provoca reventones.
Aumento en el consumo de combustible
Los neumáticos desinflados incrementan la resistencia a la rodadura, obligando al motor a trabajar más y, por ende, a consumir más combustible.
Pérdida de adherencia
La superficie de contacto no es la adecuada, lo que puede causar un comportamiento inestable en curvas o giros, aumentando el riesgo de accidentes.
Medidas para corregir la presión baja
Los niveles de aire en los neumáticos deben ser los que aparecen en los manuales de fabricación tanto del coche como de los neumáticos; para ello debes acudir a las estaciones de servicio con manómetros con compresores para el inflado de aire de los neumáticos.
Es necesario asegurar que la presión no descienda de los niveles recomendados para evitar un desgaste prematuro de los neumáticos, mantener un control seguro del vehículo y evitar accidentes por esta razón. La seguridad es prioridad. Hay que programar revisiones para mantener un control y vigilancia constante.