Como norma general, deberías comprobar las presiones de los neumáticos de tu coche al menos cada tres semanas o una vez al mes, y siempre en frío. Con el paso de los kilómetros, la goma va perdiendo presión poco a poco, lo que puede repercutir directamente en el comportamiento del vehículo, en el consumo de combustible, en la durabilidad de la banda de rodadura y, lo más importante, en nuestra seguridad.
Ante la llegada del verano, los viajes largos por carretera serán más habituales, lo que hace más necesario todavía que revises si la presión (y el estado) de los neumáticos de tu coche son las correctas. Al fin y al cabo, es este elemento el único de contacto entre el vehículo y el asfalto, de ahí la importancia de que se encuentren en buen estado y con las presiones adecuadas.
Además, teniendo en cuenta las altas temperaturas que se alcanzan en esta estación del año, hay que tener en cuenta que el aire que circula en el interior del neumático se dilata, lo que provoca un incremento de la presión del neumático. Si piensas en bajar las presiones durante este verano para compensar este factor, asegúrate de que respetes las indicaciones marcadas en tu vehículo.
Respeta las indicaciones del fabricante y sigue estos consejos
El fabricante se asegura de proporcionarte un rango de presiones adecuado, en función del neumático que pueda llevar el coche, del número de pasajeros que vayan a bordo y de si llevas el maletero más o menos cargado. Respetar estas indicaciones resulta vital, como nos recuerdan para la ocasión desde Nokian Tyres, para una conducción más segura, una maniobrabilidad adecuada –especialmente en situaciones o condiciones extremas–, aumentar la durabilidad del neumático y reducir así la posibilidad de sufrir daños, y evitar que el consumo de combustible aumente.
Cuando circulamos con las presiones por debajo de lo recomendado, además de aumentar las distancias de frenado y la posibilidad de aquaplaning, el consumo de combustible de nuestro vehículo se verá incrementado, así como las emisiones de CO2. Si vas a cargar el coche en exceso durante las vacaciones con toda la familia a bordo, asegúrate de comprobar que todo esté en orden y aumentar ligeramente la presión de los neumáticos.
Cómo no, no te olvides tampoco de repasar que la profundidad de los surcos del neumático sea la correcta (al menos 4 mm), que no haya ninguna piedra incrustada que pueda terminar deformando la goma, que las paredes laterales no sufran grietas o fisuras y que el desgaste sea homogéneo entre ambos ejes y lados del coche. Si el neumático tiene más de 6 años de vida, se recomienda cambiarlo, incluso cuando la profundidad de los surcos es la correcta.