Poco a poco va tomando cuerpo el nuevo impuesto del lujo, tras un primer acuerdo al que llegaron PSOE y Sumar. Aunque todavía necesitarán algún socio más para poder aprobarlo, la idea es gravar con más carga los bienes ostentosos como podrían ser los jets, yates privados o los coches de alta gama. Pero ¿cuáles son este tipo de coches exactamente?
La práctica de aplicar un gravamen a los bienes de lujo no es nueva en la historia de nuestro país. Desde los tiempos de Carlos IV (14 de diciembre de 1788-19 de marzo de 1808) ya se aplicaban por parte de la entonces Hacienda Central para lugares como los casinos o los círculos de recreo. En aquel momento, como es evidente, todavía no existían los coches, por lo que el primer impuesto sobre los vehículos de lujo en nuestro país lo encontramos en la época de Franco. En concreto en 1957 se publicó la Ley de Reforma Tributaria por la que se les aplicaba un 33% tanto a estos como a las joyas, considerando el lujo como “la adquisición o disfrute de bienes superfluos o que representen mero adorno, ostentación o regalo, así como aquellos servicios que tengan el mismo carácter o supongan una comodidad manifiestamente superior a la normal”.

Este impuesto del lujo sobre los coches más caros creado en la época franquista fue derogado el 1 de enero de 1986. Con la entrada de España en la Comunidad Económica Europea se pedía contar con un sistema de imposición directa basado en el Valor Añadido (el conocido como IVA), que era incompatible con el primero por lo que se retiró.
¿A qué coches se les considerará de lujo?
Teniendo en cuenta estos precedentes, está claro que tanto PSOE como Sumar tienen una intención clara de recuperar este impuesto del lujo. Lo que no ha quedado claro todavía es en donde se establecerá el corte para considerar que un coche tiene esta característica y cuál no. Parece claro que un Rolls-Royce entraría de lleno en esta clasificación, pero quizás marcas más convencionales también se vean afectadas.

Por ejemplo, si nos atenemos a los datos que proporcionó Ganvam en uno de sus últimos barómetros, una cifra que se podría tomar como límite sería 53.237 euros, la cual supera ampliamente el promedio de los vehículos nuevos que se venden en nuestro país. Ese valor es superado, por poner un ejemplo, por un Kia Sorento híbrido enchufable, que con su acabado de acceso Drive se queda en 56.080 euros. Pero, creo, que eso no es lo que pensamos de un coche de lujo.
Desde otros medios como El Debate apuntan a que tradicionalmente desde la Agencia Tributaria se había considerado como coches de lujo a todos aquellos que cuestan más de 60.000 euros, de los cuales se matricularon 20.000 el pasado año. Estos actualmente ya pagan el 21% de IVA más el impuesto de matriculación, pero como en esta categoría hay modelos eléctricos o híbridos enchufables, que no pagan la matriculación, el Gobierno ha dejado de ingresar bastante dinero.

Y finalmente en otros foros creen que el impuesto del lujo se aplicará sobre los coches más exclusivos como pueden ser los Rolls-Royce o los Bentley, así como conocidas firmas de deportivos exclusivos como Ferrari, Lamborghini, Pagani o Bugatti.