A finales de julio el barco portacoches Freematle Highway saltaba a la primera página de la actualidad por el incendio en su interior. A bordo del mismo más de 3.700 vehículos, casi 500 de los cuales eran eléctricos de batería. ¿Fue un vehículo eléctrico el que lo provocó? Todavía no se sabe, o por lo menos no ha transcendido. Las imágenes son aterradoras y esta noticia ha dado origen a todo tipo de especulaciones. ¿Se incendian más los coches eléctricos?
No existe una respuesta concluyente, ni estadísticas que puedan hacer decantarnos por afirmar una cosa o la contraria. Es cierto que hace unas semanas trascendió un estudio realizado por la aseguradora Autoinsurance EZ en el que tras recopilar los casos de incendios de 2021 concluyó que mientras el 1,5 por ciento de los motores de gasolina y diésel se incendiaron, en el caso de los puramente eléctricos, solo el 0,03 por ciento de los modelos lo hicieron.
Aunque se han cruzado los datos con las ventas, es cierto que todavía la muestra puede ser demasiado pequeña en el caso de los eléctricos y el estudio poco concluyente. En todo caso, llama la atención que los vehículos con más riesgo de incendiarse por encima de los térmicos, son los híbridos. Y de hecho tras analizar los vehículos retirados del mercado en el año anterior, observaron que tanto en el caso de los eléctricos como en el de los híbridos, las retiradas estaban casi siempre relacionadas con la batería. Más que problemas con el cableado o cualquier otra pieza.

El verdadero peligro
Desde la aseguradora Allianz Commercial, el director Global de Consultoría de Riesgos Marinos, el Capitán Rahul Khanna afirmaba que “si bien las baterías de iones de litio se pueden transportar de forma segura a bordo de los barcos, como carga o parte del equipo de los vehículos eléctricos, los riesgos de incendio están presentes”. Especialmente si las baterías están defectuosas o dañadas.
Un eléctrico puede incendiarse por sí mismo, puede iniciarse en la batería de alto voltaje mientras está aparcado y sin vigilancia. Por ejemplo, cuando lo cargamos en la wallbox por la noche –aunque todavía no hay estadísticas de esto-. Es una diferencia importante respecto a los térmicos ya que éstos normalmente se incendian mientras se conduce. Y el problema es que el incendio en el EV comienza dentro de la carcasa de la batería con lo que no es visible desde el exterior.
¿Por qué puede prenderse fuego una batería? Existen varias razones, por un lado, un voltaje demasiado alto, también por pequeños defectos ocultos en las celdas, por problemas de temperatura y también por cortocircuitos. Si bien la forma de la célula, ya sea redonda, de bolsa o prismática, no es relevante, la química sí lo es, y mucho. Las células NMC (Níquel, manganeso Cobalto), el tipo más utilizado, se consideran más críticas que las células LFP (Fosfato de hierro y litio), más simples y robustas.
El sobrecalentamiento comienza muy lentamente y puede durar algunas horas. Entre 80 y 100 grados centígrados las cosas se vuelven incómodas para las células NMC. Es entonces cuando puede producirse una reacción química que aumente aún más la temperatura y arrastre a las células vecinas en una reacción en cadena: la temida "fuga térmica". En una fracción de segundo, toda la batería y, por tanto, el coche estallan en llamas. Ya no hay esperanzas de combatir el incendio sin protección con un extintor de mano.

El principal problema de las baterías de iones de litio apuntan desde Allianz es precisamente el “descontrol térmico”. Un incendio de autocalentamiento rápido puede provocar una explosión. “El fuego de una batería de litio es más difícil de extinguir, pueden arder más ferozmente y son capaces de volver a encenderse espontáneamente horas o incluso días después de haber sido apagados”, apuntan.
Entonces más allá de la frecuencia con la que se incendian, el verdadero peligro de los incendios en los coches eléctricos es el esfuerzo necesario para extinguirlos. De hecho mientras el personal de un camión de bomberos puede controlar un incendio completo de un coche térmico en pocos minutos, en un modelo eléctrico esto suele llevar muchas horas.
En el caso de los barcos, el mayor problema es que los sistemas de extinción de los mismos no están preparados para este tipo de fuegos tan intensos. Cuando las primeras llamas salen del coche, básicamente ya es demasiado tarde. La baja altura del techo de las plataformas de acero para vehículos y la estrechez de las filas de vehículos hacen que el calor se acumule y se refleje como un horno. En muy poco tiempo, las temperaturas aumentan hasta varios cientos de grados centígrados. El incendio no puede detenerse especialmente con un equipo de poco más de 20 personas que tienen poca experiencia en este tipo de situaciones.
¿Qué ocurre con los dispositivos automáticos de extinción del barco? Por supuesto, el sistema a bordo se activa y suenan las sirenas de alarma. Pero las carrocerías de los vehículos y las carcasas de las baterías de los coches eléctricos cumplen su función, mantener el agua fuera.
¿Y qué ocurre en tierra?
Pero, ¿qué pasaría si se diera en tierra? Imaginemos un incendio en un garaje comunitario sobre el que se edifican las viviendas. En este caso, las puertas cortafuegos que se cerrarían automáticamente ayudando a aislar las zonas de aparcamiento. Especialmente en los aparcamientos subterráneos, la temperatura puede ser tan alta al cabo de unos minutos que los bomberos apenas pueden llegar al origen del incendio a tiempo. El esqueleto de acero bajo el hormigón puede perder su resistencia con el calor extremo y comenzar a expandirse existiendo riesgo de colapso.
Por otro lado, contener un incendio en un vehículo eléctrico es especialmente difícil en aparcamientos subterráneos o túneles, porque aquí no es posible sumergir el vehículo en un recipiente lleno de agua, un método de extinción seguro y reconocido.
¿Cómo podría evitarse estos escenarios? Con una monitorización interna de la batería que no ignorara los procesos de sobrecalentamiento. Por ejemplo, que pudiera activar el aire acondicionado para enfriar la batería. Algo de gran utilidad sería que el vehículo realizara una llamada de emergencia automática a través del e-Call informando de esta circunstancia.