No esperes lógicamente una autopista, ni siquiera una carretera convencional al uso. No. La nueva carretera del Everest es ya en realidad una pista de tierra transitable que ha conseguido hacer accesible a la región de Khumbu, una de las tres subregiones habitadas por sherpas en el Himalaya, en Nepal, y que ha sido bautizada ya por la población local como la nueva carretera “de la esperanza”.
En realidad, esta nueva vía, que se acaba de inaugurar en este mismo mes de enero de 2024, es una vieja reivindicación local que viene desde 2011, cuando más de 3.000 turistas se quedaron varados en la ciudad de Lukla después de que las condiciones meteorológicas adversas paralizaran los vuelos durante más de una semana. Esto provocó grandes dificultades entre turistas y locales, ya que las reservas de alimentos comenzaron a agotarse y los que pudieron regresar a Katmandú solo pudieron hacerlo en helicóptero, pagando hasta 500 dólares por persona en lugar de los 180 que cuesta un billete de avión.
Desde entonces, esta situación suele ser cada año habitual. Para acceder al techo del mundo, al Everest, solo puede hacerse en vuelo (y no siempre puede aterrizarse en una precaria pista debido al mal tiempo y a los fuertes vientos) o en una peligrosa ruta caminando que puede durar entre una semana y 12 días. Los problemas se intensifican durante el invierno y las estaciones de los monzones, dejando muy expuestos no solo a turistas, sino especialmente a la población local, desabastecida.
Highway to Everest is paved with hope pic.twitter.com/CeBzeumhL9
— The Kathmandu Post (@kathmandupost) January 10, 2025
El Gobierno de Nepal decidió entonces abrir una ruta por carretera hacia la región del Everest, a través de un proyecto que se bautizó como “Highway to Everest”, que comenzó en 2014 aunque un desgraciado terremoto en 2015 lo frenó. Ahora, casi una década después, la región de Khumbu se ha vuelto por fin accesible por carretera tras la inauguración por parte del Primer Ministro, KP Sharma Oli, de una nueva vía de tierra transitable hasta Surkhe. La carretera terminará en Chaurikharkha, que se encuentra entre Lukla y Namche Bazaar.
64 kilómetros de pista para conectar a toda una región
Esta nueva carretera conecta por tanto ya a esta turística región, en la que se ubica el monte Everest (más de 8.848 metros de altura), considerado el punto más alto del Planeta, con Katmandú, la capital de Nepal y punto de partida de numerosas excursiones que viajan hasta esta increíble montaña para contemplar y ascender la cordillera del Himalaya.
La nueva carretera cuenta ya con 64 kilómetros de pista, excavadas entre alucinantes montañas. Con su inauguración, no solo se espera ahora que el turismo de masas alcance de lleno a la región, cada vez más deseadas por los alpinistas, sino que incluso traiga grandes beneficios para la población local al abaratar los precios de los productos a consumir, que hasta ahora se disparaban en los mercadillos locales al tener que transportarse a lomos de animales de carga, como yaks o mulas. Ahora, los vehículos de transporte podrán cubrir por fin la nueva ruta.
Highway to Everest is paved with hope
— The Kathmandu Post (@kathmandupost) January 11, 2025
Locals say the connection will make the Everest region easily accessible and bring more economic opportunities.https://t.co/rWRysjlEou —by @sangamprasai
“La carretera nos hará la vida más fácil”, ha subrayado a la agencia EFE Jangmu Sherpa, propietario de un albergue en la ruta al Everest. Según los empresarios turísticos, el número de visitantes podría multiplicarse por diez además en un futuro próximo, pasando de 50.000 a 500.000 turistas anuales.
Los ecologistas, en contra de esta carretera
Sin embargo, no todo obviamente son buenas noticias. Los activistas medioambientales han mostrado ya su gran preocupación por el impacto que va a tener esta nueva vía de acceso a la remota región. Considerado ya el Himalaya como un frágil ecosistema, “el turismo de masas no puede ignorarse en un entorno tan delicado”, ha denunciado también a EFE el ecologista Pasang Sherpa.
Esta corriente considera que un mejor acceso a esta región del Himalaya llevará a la degradación medioambiental de la zona y amenazará aún más a la mítica cordillera.