Por si no fuera poco con los radares fijos, móviles o de tramo, entre otros, que inundan nuestras carreteras, hace unos años en nuestro país vecino, Francia, tuvieron la brillante idea de contratar a cientos de conductores anónimos para llevar en sus coches radares móviles y dedicarse a denunciar al resto de usuarios. Aquí en España se trata de una práctica ilegal, pero en el país galo estos conductores ya pueden ganar un sueldo mensual de hasta 1.500 €. Efctivamente, se trata de una profesión ingrata y que no está muy bien vista, pero que se puede convertir en un auténtico filón para ganar dinero.
400 nuevos radares privados
En Francia han entrado en funcionamiento hasta 400 nuevos radares móviles en 2024. Pero no como los que conocemos habitualmente. Se trata en realidad de radares instalados a bordo de coches particulares y sus conductores circulan por las diferentes ciudades francesas denunciando al resto de conductores de manera totalmente anónima. Por lo que parece, los primeros resultados están siendo muy satisfactorios. Estos radares detectan a los infractores con mayor facilidad ya que sus conductores pasan totalmente desapercibidos.
Es más, el departamento de tráfico de Francia ya ha contratado a cuatro empresas que serán las encargadas de seleccionar a los conductores más adecuados para realizar esta labor.

Los conductores deben cumplir con una serie de requisitos
Para ejercer la profesión de radar privado no vale cualquier conductor. Para optar a este “puesto”, los usuarios deben, en primer lugar, tener como mínimo 10 puntos sobre un total de 12 en su carné de conducir. Además, por este trabajo, los conductores serán remunerados con 1.500 € al mes, cantidad que coincide con el número de kilómetros que deben recorrer en su jornada laboral. Es decir, no cobran por el número de multas impuestas, ya que esto sería totalmente ilegal.
En España los radares privados están prohibidos
En España el modelo francés de radares privados está totalmente prohibido. Supondría un defecto de forma que podría invalidar todas las sanciones impuestas por el radar móvil durante sus horas de servicio.
Pero sí existen empresas y particulares que viven de ello, aunque en este caso no es la DGT el organismo encargado de controlar este servicio ni de contratar a diferentes empresas para ello. En nuestro país son los ayuntamientos de cada municipio los que se encargan del control de tráfico y de sus diferentes sanciones.
De esta forma, los ayuntamientos contratan los servicios de una empresa que se dedica a controlar el tráfico a través de cámaras y la instalación de radares. No obstante, dichas empresas, que se llevan el 50% de comisión, no son las encargadas de firmar las respectivas multas, sino que son los ayuntamientos los que imponen las sanciones realizadas por estas compañías.