Hacia tiempo que esperábamos un análisis de este tipo, con mediciones y pruebas generales que permitan resolver, definitivamente, la gran duda hoy de los conductores: ¿es bueno repostar con frecuencia en las gasolineras consideradas baratas o low cost? ¿Es su combustible de peor calidad realmente o no? Hasta ahora, todo eran indicios, comentarios teóricos o, incluso, pruebas de consumo y rendimiento como el que realizó hace algunos años la organización de consumidores portuguesa Deco. Y siempre apuntaban a que los carburantes low cost eran de similar calidad al resto.
Sin embargo, hoy la Organización de Consumidores y Usuarios, la OCU, ha querido dar un paso más, consciente del impacto que tienen ya este tipo de gasolineras en los usuarios españoles. De hecho, hasta un 83% de los propietarios de vehículos confirman que repostan ya frecuentemente en estaciones de servicio low cost, cuando hace solo 3 años eran apenas el 19,3%. Ante la proliferación de gasolineras de este tipo, que venden combustibles a un precio hasta un 30% más económico, llegó el momento de realizar un análisis a los carburantes para sacar las conclusiones definitivas.
La OCU analiza la calidad de los distintos combustibles diésel y gasolina
La OCU, por tanto, acaba de publicar hoy su primer estudio de análisis y medición sobre un total de 7 parámetros distintos de calidad en los carburantes servidos por hasta 40 muestras de gasolina 95 y de diésel convencional en estaciones de servicio de un total de 26 cadenas diferentes. Y hacemos ya spoiler: el primer análisis de calidad concluye que todas las muestras estudiadas cumplen con los requisitos establecidos por la normativa europea (EN 228 para gasolina y EN 590 para gasóleo), recogida en el Real Decreto 1088-2010, “sin observarse diferencias significativas de calidad en los hasta 7 parámetros analizados en función del tipo de cadena; aunque sí (y en este caso muy llamativas), en el precio”.
Gran noticia por tanto para los consumidores, que no tienen que recurrir a suministros más caros de combustibles para asegurar el buen funcionamiento y la calidad. Pero, ¿cómo se ha realizado el análisis y qué más conclusiones permite ya extraer? Para analizar la calidad de la gasolina 95, la OCU confirma que ha tenido en cuenta “los parámetros de azufre, densidad, presión de vapor, evaporado, punto final de ebullición y apariencia”. Mientras, para el análisis de gasóleo normal, “los parámetros estudiados fueron el azufre, la densidad, el punto de inflamación, el punto de obstrucción de filtro frío, el agua, el porcentaje recuperado y la apariencia”.
No se demuestra relación entre la calidad de los combustibles y el tipo de cadena o gasolinera
El primer resultado confirmado por la OCU en sus mediciones asegura que “ninguna muestra supera los límites legales, aunque algunas se sitúan cerca de ellos. Además, no se detectó relación entre la calidad y el tipo de cadena —grande, mediana o low cost—, lo que desmonta la creencia de que repostar en estaciones económicas perjudica al vehículo”.
Mediante este análisis, la OCU explica que también ha querido revelar que “las diferencias entre combustibles son mínimas y no guardan relación con el precio. En España, el crudo se refina en ocho plantas y se distribuye por oleoductos y centros logísticos, lo que garantiza una calidad homogénea. Las únicas diferencias entre las distintas estaciones de servicio son los aditivos que usa cada marca, cuya influencia en el rendimiento o el motor es muy difícil de comprobar”.
Grandes diferencias de precio: hasta 10 € de ahorro por repostaje
Desde la OCU, sin embargo, sí nos advierten ya, por el contrario, de “las grandes diferencias en el precio” que han encontrado en las distintas gasolineras en función de su tipología. Así, para el caso del diésel convencional “el precio medio por litro en las estaciones de servicio analizadas varía mucho según el tipo de cadena (datos de octubre): 1,47 €/l en las grandes; 1,38 €/l en las medianas; 1,34 €/l en las low cost; y 1,32 €/l en las de hipermercados”.
Con estos datos, la organización de consumidores ha realizado una estimación de costes, donde confirma que “para un repostaje de 70 litros de diésel, el ahorro medio entre acudir a una gasolinera de hipermercado (con el servicio automatizado) frente a una gran cadena es de 10,50 euros de media; y de 9,10 € si se reposta en una gasolinera low cost”. Sin duda, mucho dinero.
Y otro dato muy interesante y positivo para los consumidores: para la gasolina de 95 octanos, los ahorros son similares. “El precio medio por litro en una gran cadena era de 1,53 €/l, frente los 1,45 €/litro de una mediana, los 1,43 €/ de una low cost y los 1,40 €/l de una de hipermercado. En este caso el ahorro medio en gasolina entre acudir a una gasolinera de hipermercado y una gran cadena sería de 9,10 euros para un repostaje de 70 litros; y de 7 € si se visita una gasolinera low cost”, concluye el análisis realizado por la OCU.
Conclusión
La conclusión del informe final de la OCU sirve, según ha comunicado la propia asociación en la publicación de su análisis, para “reforzar la confianza en el sistema de control antifraude y en la calidad de los combustibles que se comercializan en España, independientemente del tipo de estación de servicio. Una buena noticia para el consumidor, que no debería de dudar en elegir siempre que sea posible las estaciones de servicio más baratas utilizando para ello algún tipo de localizador online gratuito de gasolineras, como el de la misma OCU”.
Eso sí, la OCU también termina aconsejando a los propietarios de coches que “también conviene variar de estación de servicio cada cierto tiempo, porque a veces los depósitos de combustible pueden no estar lo suficientemente limpios”.









