Pues sí, finalmente la Dirección General de Tráfico cumple con su promesa de ir sustituyendo los radares denominados de punto (los fijos tradicionales) por nuevos radares de tramo, considerados más justos y efectivos al medir realmente la velocidad media de un tramo concreto. Más justo para el conductor, que no puede alegar despiste puntual en un punto, y más justo para cazar realmente a quienes incumplen continuamente con los límites de velocidad. Mejor para todos.
En 2024 se instalarán 88 nuevos radares de tramo en España
Hace ya más de un año la DGT anunció esta misma estrategia, y a finales de 2023 la corroboró: aseguró que, para los próximos 2 años, el máximo organismo de Tráfico instalaría hasta 150 nuevos radares, de los que el 60 por ciento serían ya de tramo. Pues dicho y hecho.
Durante la jornada “Somnolencia y Conducción”, celebrada esta semana en la sede del Colegio de Médicos de Cantabria, Pere Navarro, el director general de la DGT, ha confirmado que, ya solo en este año 2024, su departamento instalará nada menos que 88 nuevos radares de tramo distribuidos por toda España, dando un avance más de la estrategia ya marcada en seguridad vial. Y dentro de todos estos nuevos aparatos, uno comenzará muy pronto a entrar en funcionamiento.

Porque aprovechando su estancia en la comunidad autónoma, Pere Navarro ha confirmado que este mismo año instalará un nuevo radar de tramo en la concurrida autopista A-8, a la altura de Saltacaballos, en Castro Urdiales. En concreto, su entrada en vigor se espera para este mismo verano, en poco más de 3 meses, y nace con el objetivo de sustituir a los dos radares fijos que hay actualmente en la misma zona.
El nuevo radar cubrirá 6 km de tramo y con límite de 100 km/h
“Estamos yendo del radar de punto al radar de tramo, que nos parece más justo”, ha confirmado el director de la DGT, quien también asegura que este nuevo radar estará visiblemente bien señalizado. “Cualquiera puede pasarse el límite de velocidad, pero si eso ocurre a lo largo de un tramo de dos o tres kilómetros el tema tiene ya algo más de miga”, ha concluido Navarro en su justificación hacia la apuesta al radar de tramo.
Porque en realidad, y como una muestra más en este caso de la buena intención de la DGT en la instalación de este radar de tramo en Cantabria, el máximo organismo de Tráfico ha confirmado también que además elevará el límite de velocidad en este tramo vigilado ya por el nuevo radar, pasando de 80 a 100 km/h en todo ese recorrido. Una iniciativa que, sin duda, aplaudimos.

Los nuevos puntos de origen y final del radar de tramo serán el viaducto de Ontón y la salida de Castro Urdiales, respectivamente. En una entrevista en Onda Cero al jefe provincial de Tráfico de Cantabria, José Miguel Tolosa, el responsable de tráfico ha asegurado que este nuevo tramo controlado tendrá una extensión de 6 kilómetros de distancia y que, a partir ya de la semana que viene, comenzarán los trabajos para marcar los puntos exactos de origen y final de la medición de la velocidad.
El jefe provincial de Tráfico de Cantabria ha concluido su intervención asegurando que, aunque la siniestralidad grave en este tramo de la autopista A-8 “sigue siendo muy baja”, se registran un buen número de accidentes por alcance al “no llevar velocidades homogéneas” los vehículos en circulación, y frenar repentinamente los conductores además cuando vislumbran los actuales radares fijos, que desaparecerán.