Las cifras son dramáticas. Hasta prácticamente el 54% de los conductores fallecidos en las carreteras dieron positivo por alcohol, drogas u otras sustancias prohibidas al volante durante el último año contabilizado, constatando además que entre un 30 y un 50 por ciento de todos los accidentes mortales están directamente vinculados ya al consumo de alcohol en la conducción en España. Y hablamos ya de que nada menos que 1.154 personas pierden la vida cada año en siniestros mortales en nuestro país, según el último balance de 2024 reconocido por la DGT.
Ante esta realidad, calificada ya como “inadmisible” por parte del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, el Gobierno ha decidido cortar por lo sano e introducir nuevas políticas contra el alcohol que, en la práctica, casi podríamos decir que busca castigar todo consumo por mínimo que sea. Solo el 0,0 es garantía de seguridad en las carreteras, tal y como confirma la DGT continuamente en sus anuncios y spots publicitarios.
Las nuevas tasas de alcohol al volante serán de las más bajas de Europa
La primera línea de esta nueva política ya se ha iniciado y muy pronto se confirmará en una nueva ley: la tasa de alcohol máxima permitida al volante en España bajará desde los actuales 0,5 g/l de alcohol en sangre a solo 0,2 gramos, y de los actuales 0,25 g/l en aire expirado a unos mínimos 0,1 gramos en aire expirado. Estas cifras serán sin duda de las más bajas de Europa, confirmando la apuesta total de la DGT a erradicar este problema al volante.

De hecho, el Congreso de los Diputados ya aprobó hace unos meses estos nuevos límites de alcohol en la conducción, que ya solo esperan a la modificación final del artículo 20 del Reglamento General de Circulación para establecer por ley estas tasas. Se prevé que esto suceda en las próximas semanas.
Hasta 1.000 € de multa a conductores reincidentes
A pesar de que la tasa no sea de 0,0, en la práctica la nueva norma significará prácticamente que cualquier consumo de alcohol será penalizado, tal y como la DGT también confirma según sus estudios. El problema es que plantear una tasa oficial 0,0 puede generar técnicamente problemas legales, al detectarse una mínima cantidad incluso con alimentos cocinados con alcohol, por ejemplo, que podrían ser motivo de sanción sin representar riesgo.
Según los gráficos de la DGT, un solo tercio de cerveza y una sola copa de vino puede ya suponer una tasa superior a la máxima que se va a imponer en España, por lo que la única garantía próximamente de no dar positivo en un control de alcoholemia será no beber nada de alcohol si se va a conducir. Hay que recordar que las multas pueden ascender por estos motivos a 1.000 euros en el caso de personas reincidentes y que la DGT impone cada vez más controles en las carreteras: solo en 2024 se han confirmado más de 6 millones en toda España, un récord absoluto en este tipo de test.

Nuevos alcoholímetros de aproximación, que no requieren soplar
Aprovechando también estas nuevas políticas de tolerancia cero contra el alcohol, en las últimas horas ha trascendido el estreno de una nueva e innovadora tecnología en España en detección de alcohol en carretera, a través de unos nuevos dispositivos alcoholímetros con los que ya contaría la Guardia Civil para los controles y que no requieren que el conductor sople.
Pensados inicialmente para emplearse cuando el conductor manifiesta algún problema médico por el que no puede soplar, como por ejemplo asma, o incluso cuando las personas están heridas o tumbadas en camillas de ambulancias, estos nuevos alcoholímetros funcionan por aproximación, siendo capaces de detectar la presencia de alcohol en el aire simplemente al exhalar.

Aunque sus resultados pudieran ser menos eficaces que el de alcoholímetros tradicionales, el objetivo es que la DGT, una vez comprobada la sospecha del positivo, confirme los resultados posteriormente mediante alcoholímetros portátiles tradicionales o de sobremesa o mediante análisis de sangre, mucho más precisos y eficaces. Ya sabes para concluir nuestro consejo: al volante, siempre 0,0.