La ITV (Inspección Técnica de Vehículos) es un trámite obligatorio que deben superar todos los vehículos cada cierto tiempo. Y es importante porque tiene como objetivo vigilar que cumplen determinadas condiciones de seguridad, así como los requisitos en cuanto a emisiones contaminantes que le sean aplicables.
La frecuencia con la que un vehículo debe realizar una ITV es variable en función del tipo de vehículo y su antigüedad. En el caso de los turismos, la primera ITV se pasará a los 4 años de la primera matriculación. A partir de ese momento, cada dos años. Y cuando el vehículo cumple 10 años de antigüedad, habrá que pasarla anualmente.
Pero las ITV avisan ya que los vehículos matriculados desde 2008 y que acudan a la inspección con uno de los testigos encendidos, suspenderán directamente la prueba.
Testigo MIL en la ITV
Este testigo es el conocido como MIL y cuando se queda encendido de manera esporádica o fija en el salpicadero del vehículo indica que hay algún fallo en el motor, lo que no queda claro qué tipo de avería hay. Sin embargo, si esta luz está encendida en el momento de pasar la ITV, será motivo de rechazo por considerarse un defecto grave, normalmente relacionado con la inyección, la combustión o el sistema de alimentación del vehículo.
En la ITV verifican el funcionamiento del testigo MIL mediante el chequeo visual. Se para el motor del vehículo y se acciona el contacto. En ese momento el testigo MIL se enciende, pero al arrancar el motor éste debe apagarse. Si no lo hace es posible que el vehículo tenga una avería relacionada con la sonda Lambda, los inyectores, las bujías, la válvula EGR, el catalizador, el filtro de partículas FAP, los caudalímetros o el sensor de RPM.

Es más, desde septiembre de 2018 las ITV han incorporado la prueba del OBD, una herramienta que se conecta a los ordenadores a bordo de los coches para ver si hay algún problema con el testigo MIL, así como si ha sido manipulado. De hecho el nuevo Manual de inspección de la ITV especifica que si se registra en la centralita del vehículo que se ha borrado algún error una hora antes o un kilómetro antes de pasar la ITV, será desfavorable por riesgo de haber sido manipulado.
Las otras multas de la ITV
Pero debes saber que no superar la ITV no es el único motivo de sanción. Estas son las otras multas que tienen la ITV como protagonista:
- En caso de circular sin la ITV o con la ITV caducada, la sanción económica será de 200 euros, que se reducirán a la mitad con pronto pago.
- En caso de circular tras intentar pasar la inspección y salir con resultado desfavorable la sanción es la misma: 200 euros o 100 con pronto pago.
- Si se circula tras pasar la ITV como negativa, la multa alcanza los 500 euros, sin posibilidad de reducir la cantidad con pronto pago.
- Circular con la ITV aprobada pero sin pegar la etiqueta correspondiente en el parabrisas es una práctica sancionable con un importe de 80 euros.
- Circular con la pegatina de la ITV en un coche que no la ha superado será considerado un delito de uso de certificación falsa. La sanción no está definida, pero el Tribunal Supremo confirmó una condena de multa de 720 euros por este hecho a un conductor que llevaba la pegatina de la ITV conforme la había pasado y que tenía fecha de validez hasta 2019 cuando el coche tenía la ITV caducada desde mayo de 2016. El Supremo confirmó que cualquier reproducción o manipulación de las etiquetas de la ITV, así como su uso no autorizado, es constituyente de delito.