Tenemos un problema en España, y muy grave. Por más avisos que llevamos tiempo dando desde medios de comunicación y desde la DGT, no se aprecia reacción. Y lo peor de todo es que la accidentalidad en nuestro país sigue al alza, ya que, a pesar de registrar en todo 2023 nada menos que 1.145 personas fallecidas en siniestros de tráfico, 2024 no ha ido ni mucho menos a mejor: enero concluyo con 93 fallecimientos en carretera (hasta 18 más que en el mismo periodo del año anterior) y febrero con 77, otros 6 más también.
Por tanto, va sin duda siendo hora ya que desde las autoridades se actúe, porque desde luego que está visto que no basta con multas de tráfico, y eso que se están multiplicando. Sí, porque la sanción que más crece en los últimos 10 años, precisamente, es la que sanciona la conducta de la que hoy estamos hablando: no pasar la ITV cuando le corresponde a nuestro coche.
Las multas por no llevar la ITV en vigor aumentan un 65%
En total, las sanciones de la DGT por no llevar la ITV en vigor han aumentado nada menos que un 65% en los últimos 10 años, según los datos facilitados por infotránsit. Ni siquiera las fuertes sanciones, que acarrean ya multas muy significativas que oscilan entre los 200 euros y hasta los 500 € si no se pasa adecuadamente o se circula con el resultado de negativo desfavorable, frenan el problema hoy en día.

Y es que a día de hoy nada menos que algo más de 3 de cada 10 vehículos circulan sin la ITV en vigor, según los últimos datos de la DGT. La revisión hay que recordar que es totalmente obligatoria en tiempo y forma, y un trámite indispensable también para la seguridad, ya que confirma el buen estado de nuestro vehículo para circular y detecta numerosos problemas que tienen mejor y más barata solución. Luego, en muchos casos, ya es tarde cuando nos demos cuenta.
Los principales fallos por los que suspendemos la ITV
No acudir por tanto a la ITV es un hecho potencialmente peligroso en carretera. Entre los fallos más comunes registrados ya por las estaciones en España, y que suelen desembocar en un resultado negativo o desfavorable, figuran los problemas de motor, el exceso de emisiones, los fallos en alumbrado y señalización, las averías o defectos en ejes y neumáticos o los problemas detectados en frenos y pastillas. Como ves, detecciones que son fundamentales conocer en la mayoría de los casos.

Es verdad que, en la mayoría de estos supuestos, los costes de reparación suelen ser importantes, oscilando entre los 70 y los 500 euros de media, pero eso no puede nunca ser una excusa para decidir no acudir a la ITV. El problema está ahí, no se evapora y puede tener consecuencias mucho peores, tanto para ti como para el resto de usuarios de las vías por las que transites.
No acudir por tanto a pasar la ITV no es un problema por la multa que puedan ponerte: es un grave problema de seguridad que podemos pagar todos demasiado caro. Mucho más que la sanción, sin duda.