En el recién celebrado salón del automóvil de París, el CEO de Renault-Nissan, Carlos Ghosn, anunció planes masivos para finales de año con su homóloga Mitsubishi. El trato aún no está cerrado, aunque, según ‘Automotive News’, se han avanzado mucho en las negociaciones. “El día que anunciemos un acuerdo, diremos exactamente lo que vamos a hacer juntos. Y será algo grande, tanto para Mitsubishi y Nissan, como para Renault y Mitsubishi”, afirma Ghosn.
Si el acuerdo fructifica, y parece ser que así será, los tres grandes del mundo de la automoción, Toyota Motor Corporation, Volkswagen Group y General Motors, se pueden echar a temblar. Más si cabe después del escándalo de las emisiones que afectó a Volkswagen y la hizo bajar de puesto en el top ventas. Como contrapartida, el crecimiento de ventas de Renault en Europa y el de Nissan en los principales mercados mundiales ha acercado mucho sus cifras a las de estos tres gigantes, a lo que habría que sumar las ventas de Mitsubishi.
El idilio entre Nissan y Mitsubishi no es algo nuevo. Ya se unieron para construir ‘kei cars’ (microcoches muy populares en las ciudades japonesas). Pero el escándalo que saltó en abril de este mismo año de la falsificación de los valores de las emisiones salpicó a Mitsubishi y los resultados no fueron los esperados. El caos hizo que las acciones bajaran de precio, momento en el cuál la alianza franco-japonesa, bajo el mando de Carlos Ghosn, vio su oportunidad de anexionar la marca.
Anexionar Mitsubishi a la alianza valdrá 2,2 billones de dólares
Ahora todo está pendiente de la aprobación legal y del gobierno. Se calcula que el acuerdo se cerrará por 2,2 billones de dólares, valor por el que se adquirirá una participación del 34 por ciento en Mitsubishi antes de final de año. La alianza Renault-Nissan lleva funcionando desde hace 17 años y son habituales las colaboraciones en investigación y desarrollo, y en administración y compras. La idea de Ghosn es convertir a Mitsubishi en socio de este triunvirato, en lugar de relegarlo a un mero papel de marca. “Sabemos que hay muchas sinergias con Mitsubishi y estratégicamente tenemos un montón de conexión”, afirma.
Aún quedan flecos estratégicos que determinar. Por ejemplo, en Estados Unidos, Mitsubishi y Nissan son rivales directos por lo que el papel que jueguen ambas marcas dentro de la unión aún está por determinar. En cualquier caso, “cuando se habla de compras, ingeniería, plataformas, híbridos enchufables,,, el potencial de la alianza es enorme”, concluye Carlos Ghosn.
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