En los últimos meses te venimos contando que el coche diésel y gasolina sigue teniendo en frente toda una cruzada de estados y organismos que promueven ya su prohibición. Desde California a Londres, pasando por organizaciones que han remitido una carta a la Comisión Europea, piden que no más allá de 2035 no puedan comercializarse en el mercado coches que se impulsen por motores de combustión.
Pues bien, hace unos días la Organización Mundial de la Salud (OMS) iba incluso un poco más allá: pedía directamente que se dejaran de subvencionar a los coches diésel y gasolina en toda Europa. Sin embargo, hoy hemos conocido que estas ayudas no siempre llegan de forma directa con contribuciones y subvenciones a la compra. No, también hay muchos fondos destinados a ello de forma indirecta, pero que repercuten en millones y millones de euros en ayudas y desgravaciones a coches diésel y gasolina.
Y es que, tal y como denuncia hoy un estudio muy interesante realizado por Dataforce para la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E), prácticamente la totalidad de vehículos de empresa en Europa son diésel y gasolina, recibiendo en total unas ayudas que suponen hasta 32.000 millones de euros en subsidios. Hay que tener en cuenta que este canal es de los más importantes en Europa, representando hasta un 70% en Polonia, un 67% en Países Bajos o un 53% en España.

¿Qué significa todo ello? Que solo en España, por ejemplo, estos coches diésel y gasolina cuestan a todos los contribuyentes hasta 2.200 millones de euros, según publica Europa Press. Esto es debido a las desgravaciones, ya que las empresas de nuestro país, según estas cifras, ahorran un total de 1.000 millones de euros aproximadamente en deducciones del IVA de estos automóviles, mientras que dejan de gastar unos 1.200 millones en amortizaciones.
Por tanto, T&E solicita ahora a todos los gobiernos europeos que dejen ya de subvencionar a este tipo de vehículos diésel y gasolina, orientando las flotas corporativas hacia nuevas flotas cero emisiones. Según sus propios datos, solo las 10 empresas de leasing más importantes del continente son responsables de hasta un 8 por ciento de las emisiones de CO2 de todos los coches de la Unión Europea, puesto que además estos vehículos duplican la distancia que recorren habitualmente los coches particulares.
La organización pide además que las autoridades de toda Europa reformen sus tasas impositivas de retribución en especie, las devoluciones de IVA y las amortizaciones para los coches de combustibles fósiles de las flotas corporativas.
Los datos de T&E aseguran que hasta el 96 por ciento de los coches de empresa se mueven aún con combustibles fósiles, destacando en Europa las de grandes corporaciones como Allianz, Dell, IBM, Philip Morris, Roche o Philips, por poner algunos ejemplos. De ellas, solo el 3 por ciento de los vehículos son eléctricos.