Aprobada recientemente la nueva Ordenanza de Movilidad Sostenible en Madrid, bajo el nombre de “Madrid 360”, el consistorio madrileño sigue dando pasos adelante para mejorar la movilidad en todo el término municipal. Para ello, se han dado a conocer algunos detalles del Plan Estratégico de Seguridad Vial 2021-2030, mediante el cual se pretenden llevar a cabo 33 acciones concretas y cumplir 8 objetivos principales de forma progresiva hasta el final de esta década.
Lo que vaya a llevar a cabo el equipo de José Luis Martínez-Almeida en los próximos años, de la mano de la Policía Municipal, se irá concretando más adelante. Ahora, hemos conocido las líneas maestras y actuaciones principales que se quieren llevar a cabo, que se traducirán, principalmente, en un mayor número de radares en las calles de la ciudad y mayores controles policiales.

Más radares y controles en Madrid
El incremento del número de radares será generalizado, tanto con dispositivos fijos como móviles. Especialmente estos últimos, con los se pretende modernizar la flota de radares existentes a día de hoy, “insuficientes y tecnológicamente desfasados”, lo que permitiría además la posibilidad de controlar la velocidad de los coches “en cualquier vía, independientemente de la infraestructura”. En cuanto a los radares fijos, se estudiarán los puntos más conflictivos o puntos negros para su instalación.
Otro tipo de radares que irán en aumento en la capital madrileña son los conocidos como “foto-rojo”. Es decir, los dispositivos instalados en los semáforos que multan a los conductores que tienen una mala conducta en los semáforos y crean situaciones de riesgo innecesarias. El objetivo de fondo en ambos sentidos es reducir la accidentalidad y, sobre todo, reducir el número de atropellos, que está dejando una media en Madrid de unos cuatro al día durante este 2021.
La Policía Municipal también está dispuesta a que absolutamente todas las patrullas que operen en Madrid con funciones de movilidad dispongan de etilómetros y alcoholímetros, de modo que puedan realizar controles de alcoholemia siempre que se dé un accidente con heridos o un conductor haya realizado una infracción grave, “independientemente de si presentan síntomas evidentes de conducir bajo la influencia del alcohol”, afirman desde el Ayuntamiento.

El Plan Estratégico de Seguridad Vial 2021-2030 también recoge la idea de crear un Observatorio Municipal de la Seguridad Vial, que permita evaluar de forma anual el cumplimiento de todos los objetivos previstos, detectar posibles desviaciones o identificar posibles mejoras. En este sentido, se pondrá también especial énfasis en la vigilancia de las rutas escolares, incrementar la red ciclista en toda la ciudad, así como crear también rutas seguras para bicicletas, vehículos de movilidad personal y colectivos vulnerables.
"Este Plan Estratégico de Seguridad efectúa unas líneas estratégicas y retos futuros con objeto de avanzar hacia una movilidad segura, con tolerancia cero ante la accidentabilidad, y promover hábitos de seguridad vial que permitan desplazamientos seguros", comentó la portavoz del Ayuntamiento y delegada de Seguridad y Emergencias, Inmaculada Sanz, durante la presentación del Plan.