El Audi Q5 y el Toyota C-HR se defendieron de forma soberbia en cada uno de los test, llevándose a Alemania y Japón, respectivamente, las cinco estrellas que el organismo otorga como puntuación máxima. La misma puntuación obtuvo el Land Rover Discovery, aunque le costó algo más de esfuerzo. Las cuatro estrellas fueron para el Citroën C3, y dos de sus rivales de segmento, el Fiat 500 y el Ford Ka , dejaron bastante que desear en cuanto a seguridad, quedándose en tres estrellas cada uno.
Entre los modelos con la máxima puntuación, el Q5 y el C-HR lograron muy buenos resultados en todas las áreas que evalúa Euro NCAP. Sin embargo, el Discovery tuvo un problema en el airbag del conductor, que no se infló con suficiente presión en la prueba de choque frontal parcial. En la prueba de choque lateral, la puerta del conductor se desprendió. Aunque estos dos fallos no le privaron de las cinco estrellas.
‘Jaguar Land Rover tiene un ambicioso programa para los nuevos modelos que lanzará en los próximos años. Esperamos que esta serie de lanzamientos y sus ajustados tiempos de trabajo no comprometan la seguridad de esos vehículos y sigan dando buenos resultados en seguridad’, declaró el secretario general de Euro NCAP, Michiel van Ratingen.
Aunque ya han pasado 10 años desde su llegada al mercado, la reencarnación del icónico Fiat 500 no pierde popularidad en su segmento. Euro NCAP puso a prueba su reciente lavado de cara y comparó su desempeño con dos novedades en el mismo segmento, el Citroën C3 y el Ford Ka . Los subcompactos son extremadamente populares en el mercado europeo y el precio de cada modelo afecta tremendamente a su éxito. Eso hace que los fabricantes se vean tentados a hacer un diseño atractivo y estiloso a expensas de la seguridad. Y esto es exactamente lo que ocurre con el Fiat 500 y el Ford Ka , en los que se echa en falta elementos como pretensores en los cinturones de los asientos traseros o limitadores de carga, disponibles a día de hoy en la mayoría de coches en el mercado.
En la prueba de choque frontal total, implementada en 2015, el 500 mostró una protección algo baja tanto para el conductor como para los pasajeros de las plazas traseras. En el Ka la protección del torso también fue calificada de forma negativa. Ambos coches acusaron la falta de tecnología de frenada autónoma, ya ofrecida en la mitad de los nuevos modelos. El Citroën C3, por su parte, mostró mucho más aplomo: bajó un poco el resultado en la puntuación máxima, pero se quedó cerca, fallando sólo en la protección a peatones.
Van Ratingen declaró que ‘el 500 es a día de hoy un coche antiguo y las pequeñas mejoras que Fiat ha hecho en su lavado de cara no logran ocultarlo. Los clientes deberían esperar al nuevo 500 y esperar que la firma aproveche la ocasión para ofrecer un vehículo a la altura de sus rivales en cuanto a seguridad, tal y como hizo con el original hace 10 años. Desafortunadamente, las altas esperanzas para este segmento han sido rotas en parte por Ford con su nuevo Ka , con unos niveles de seguridad bastante discretos. Al coche le faltan sistemas de seguridad más sofisticados que ya ofrece la mayoría de sus rivales, dejando la frenada autónoma como única tecnología más sofisticada. El nuevo C3, sin embargo, demuestra que los coches del segmento B pueden alcanzar unos niveles de seguridad más que respetables.
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