“La idea surge tras un incendio muy grave en España en el que murieron varios bomberos”. Esta fue la razón que llevó a César Sallen a crear un sistema de extinción de incendios para los coches electrificados, ya fueran híbridos enchufables como el que estuvo involucrado en el siniestro de Alcorcón como los eléctricos, que consiguiera una extinción completa, segura y sin daños colaterales.
Su propio inventor ha señalado que “había que crear un producto con el que se pudieran hacer líneas cortafuegos para salvar la vida de los bomberos, de las personas y de su patrimonio. Un producto completamente ecológico, que se mantuviera en el tiempo y que cuando lloviera no afectara a ningún tipo de vegetación ni al suelo. Se desarrolló inicialmente para incendios forestales, pero se han ido haciendo modificaciones para conseguir utilizarlo en fuegos de combustibles y de metales, como los de las baterías de litio”.
De esta manera surge Ecofire Fighting (desarrollado por la empresa aragonesa Simonrack) un producto que es capaz de encapsular el fuego y el humo a través de una solución líquida 100% orgánica, biodegradable y que no cuenta con compuestos tóxicos. Para ello se han utilizado en su composición materiales como la fibra de celulosa o el almidón, que no tienen efectos negativos sobre el medio ambiente.
Para entender mejor cómo funciona este novedoso producto debemos conocer que crea una barrera térmica para conseguir una reducción drástica de la temperatura y a la vez detiene la propagación de las llamas, lo que permitiría a los bomberos poder actuar más cerca del foco de inicio sin ponerlos en riesgo.

Aunque todavía hay más datos importantes. Según se ha informado tiene una eficacia entre 40 y 100 veces superior al agua, consiguiendo que actúe entre 6 y 10 veces más rápido. Por no hablar de que se necesita entre 8 y 20 veces menos de producto comparado con el agua para apagar el mismo fuego.
Como se puede ver en el vídeo que acompaña este texto, en el caso de incendios en baterías de litio no solo es capaz de extinguir el fuego, también es capaz de evitar el conocido como “efecto dominó” de explosiones en cadena, gracias a que encapsula el humo y los gases tóxicos que se producen en este tipo de siniestros. Por todas estas ventajas desde Simonrack creen que sería muy recomendable que estuviera presente en lugares como los parking públicos, donde haya muchos puntos de recarga, en fábricas o centros logísticos en donde se utilicen carretillas elevadoras eléctricas e incluso en entornos domésticos para utilizarlo en los electrodomésticos, con los móviles o con los patinetes eléctricos.
En la exposición de la eficacia del Ecofire Fighting los responsables del producto demostraron la extinción completa y segura de un fuego provocado por una batería eléctrica de unos 65 kWh de capacidad, así como de un coche aparcado en un parking, sin el que el vehículo colocado al lado sufriera ninguna consecuencia.

También fue una forma de presentarse ante empresas que podrían estar interesadas en este producto como los fabricantes Seat y Ebro, el TMB (Transportes Metropolitanos de Barcelona), los Bomberos de Aragón y de Barcelona, así como Aidive (Asociación para la movilidad eléctrica).
Ibán Moreno, CEO de Simonrack, también anunció que “estaban avanzando mucho con algunas administraciones y entidades públicas a nivel provincial y autonómico”. Una de las primeras que han confiado en el producto ha sido la EMT (Empresa Municipal de Transporte de Madrid), “la primera que apostó por nosotros indicó el directivo”, pero también han tenido avances con los Gobiernos de Aragón y Andalucía.
Ojalá que con esta solución, que por cierto es pionera a nivel mundial, se ayude a los bomberos y resto de cuerpos de extinción de incendios para que realicen con más seguridad su trabajo. Además, de la ventaja de no causar grandes daños materiales.