El paso del tiempo y el constante tráfico deterioran el pavimento de nuestras carreteras. Aquí es donde entran en juego las geomallas, una técnica de refuerzo que ayuda significativamente a mantener nuestras vías en buen estado.
Si quieres saber más sobre cómo funcionan estas estructuras y qué beneficios ofrecen, sigue leyendo.
¿En qué consisten las geomallas?
Las geomallas son estructuras fabricadas con materiales sintéticos diseñadas para mantener el estado óptimo y la estabilidad de las carreteras. Se instalan entre las capas del pavimento, proporcionando resistencia adicional y una distribución eficiente de las cargas de vehículos. Están hechas principalmente de redes de fibras, como el polietileno, que son capaces de soportar grandes tensiones sin deformarse.
Funciones principales de las geomallas
Las geomallas sirven, entre otras cosas, para:
Refuerzo del pavimento
Las geomallas se colocan específicamente para mejorar la distribución de las cargas de los vehículos a lo largo del pavimento. Al hacerlo, previenen los puntos de presión que, al final, podrían causar daños graves, como baches o fisuras en la carretera.
Prevención de fisuras
Estas mallas juegan un papel realmente importante en evitar la aparición de grietas. Al mejorar la distribución de las tensiones causadas por el tráfico, las geomallas prolongan la vida útil del pavimento, lo que se traduce en menos necesidad de reparaciones frecuentes y, por tanto, una reducción de los costes de mantenimiento.
Mejora de la resistencia del asfalto
Con el tiempo, el asfalto puede sufrir deformaciones debido al peso de los vehículos y las fluctuaciones térmicas. Las geomallas ayudan a dispersar estas tensiones de manera uniforme, manteniendo la forma y la integridad del pavimento.
Reducción de costes a largo plazo
Aunque la instalación inicial de geomallas puede ser cara, esta inversión inicial se compensa con el tiempo. Al prevenir daños estructurales serios, las geomallas reducen la necesidad de reasfaltados frecuentes, lo que se traduce en un ahorro considerable a largo plazo para las administraciones públicas y los contribuyentes.
Avances tecnológicos en geomallas
La tecnología detrás de las geomallas está avanzando rápidamente, lo que permite la creación de productos aún más eficaces y duraderos. Los nuevos desarrollos incluyen geomallas con mayor elasticidad y resistencia, capaces de adaptarse mejor a las condiciones extremas del terreno y las cargas de tráfico. Además, la integración de materiales reciclados en la fabricación de geomallas está promoviendo prácticas más sostenibles en la construcción de carreteras.
Estos avances no solo mejoran la funcionalidad de las geomallas, sino que también facilitan su instalación y mantenimiento, haciendo que sean una opción más atractiva para proyectos de infraestructura a gran escala.
Gestión del deterioro y reparación
Si se detecta deterioro en un área con geomallas, hay que actuar rápidamente para restablecer la zona afectada y evitar daños mayores, incluyendo el reforzamiento del área o la instalación de una nueva capa de geomalla. El procedimiento de reparación también debe incluir una limpieza meticulosa y la preparación del área, seguida de la colocación de una nueva geomalla y una capa asfáltica que garantice una adhesión y compactación adecuadas.
La geomalla es más que un simple refuerzo, es una inversión en la durabilidad y seguridad de nuestras carreteras. A medida que afrontamos el desgaste natural y las complicaciones del tráfico, las geomallas ofrecen una solución robusta para mantener los caminos en buen estado y garantizar la seguridad de todos los usuarios.