El combustible en nuestro país se está convirtiendo poco a poco casi en un “artículo de lujo”. Por segunda semana consecutiva, el precio medio del litro de gasolina sin plomo 95 ha vuelto a batir su récord histórico, mientras que el diésel A está a punto de marcar un nuevo máximo absoluto.
De forma específica y según los últimos datos oficiales publicados en la última actualización del Boletín Petrolero de la UE, el precio medio del litro de la gasolina sin plomo 95 en España se sitúa en los 1,558 euros (supera el récord anterior de 1,538 euros y el máximo histórico de septiembre de 2012), mientras que el gasóleo A está en los 1,444 euros (el récord histórico está en los 1,451 euros).
Si recurrimos a otra fuente de información fiable como es el portal especializado Dieselogasolina.com, los precios que registran en su web (con actualizaciones diarias) son aún más caros, confirmándose que el diésel A ya ha batido desde hace unos días su récord máximo. En este caso, según esta web especializada el precio medio de la gasolina sin plomo 95 en España está en los 1,586 euros (a fecha de 14 de febrero de 2022), mientras que el diésel A está en cifra récord absoluta de 1,47 euros (frente al récord oficial anterior de 1,451 euros).
Con todo ello, los conductores españoles tienen que desembolsar más dinero para llenar el depósito de sus automóviles. En el caso de un coche impulsado con gasolina sin plomo 95 y con un depósito con una capacidad de 55 litros, llenarlo implicaría pagar algo más de 85 euros si tomamos como referencia los 1,558 euros/litro del informe del Boletín Petrolero de la UE (o algo más de 87 euros si tomamos como referencia el último dato medido por Dieselogasolina.com, fijado en un precio medio de 1,586 euros/litro).
Por otro lado, los propietarios de un vehículo diésel (y con un depósito de 55 litros) necesitarían invertir algo más de 79 euros para llenarlo (o algo más 80 euros según la última cifra media actualizada y registrada por Dieselogasolina.com).
POR QUÉ LOS COMBUSTIBLES ESTÁN EN CIFRAS RÉCORD Y HASTA CUÁNDO DURARÁ ESTA SITUACIÓN
La situación actual de precios récord de los combustibles en nuestro país se debe a varias causas. Según los analistas económicos y financieros, todos ellos coinciden a la gran demanda actual de los carburantes a nivel europeo, debido a una recuperación económica sólida que se está viendo impulsada aún más por la progresiva desaparición de las restricciones impuestas para frenar el Covid-19 en la mayor parte de países de nuestro entorno debido precisamente a la evolución positiva de la situación sanitaria de la pandemia. Tal y como establecen las propias leyes del mercado, en una situación con mucha demanda y con una oferta que no satisface del todo las necesidades (a esa demanda), los precios automáticamente suben (con unos niveles muy altos de demanda con una oferta insuficiente, los precios suben).
Precisamente la situación de oferta insuficiente se debe principalmente a la negativa inicial por parte de los países de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) de aumentar la producción durante el mes de febrero, algo que podría cambiar durante el mes de marzo, aunque por el momento los responsables de esta organización no lo han confirmado.
¿PAGAS DEMASIADO POR TU SEGURO? ENTRA EN NUESTRO COMPARADOR Y AHORRA YA
A todo ello hay que unir las cifras muy altas a las que se cotiza el barril Brent de petróleo (el que se emplea de referencia en Europa para fijar los precios de los combustibles), por encima de los 90 dólares en los últimos días y con una previsión a corto/medio plazo de que pueda superar los 100 dólares el barril. Se tratan de cotizaciones extremadamente altas, pero no son cifras récord históricas, ya que las más altas en la cotización de este barril Brent tuvieron lugar en 2008, cuando superó los 130 dólares.
La situación actual de precios récord de los combustibles en nuestro país se podrá mantener a medio y corto plazo (al menos hasta mediados de este año, inicialmente) debido a otros dos importantes factores: en primer lugar, la incertidumbre generada por la más que probable subida en los tipos de interés que aplicará a lo largo de este año el BCE (Banco Central Europeo); y en segundo lugar, la incertidumbre socio-política que está generando la crisis de Ucrania, con una amenaza más que real de que Rusia invada dicho país dando lugar a un conflicto bélico en el que la propia OTAN y muchos de países europeos se podrían ver envueltos. Respecto a esto último, hay que recordar que Rusia en uno de los principales suministradores de petróleo y de gas natural a gran parte del territorio europeo, un hecho que genera, por tanto, aún más incertidumbre y preocupación en los mercados.