Circulas con soltura por la carretera, con tráfico ligero y, sin mayor explicación, el volumen aumenta y la marcha se ralentiza. Y unos kilómetros después, cuando poco a poco has conseguido avanzar, entiendes qué ha sucedido: una patrulla de tráfico de la Guardia Civil marcha por el carril derecho a una velocidad permanente de 110 km/h.
No es nada raro que cuando los conductores ven llegar a una patrulla de tráfico extremen las precauciones. Como por arte de magia, la velocidad no supera los límites permitidos, los intermitentes vuelven a desempolbarse y toda maniobra viene precedida de tres o cuatro comprobaciones de seguridad. Pero igual que esto lo sé yo, lo sabes tú y lo sabemos todos, también lo sabe la Guardia Civil.
Por esto mismo suelen utilizar coches camuflados que vigilan nuestras carreteras. En ellos, dos agentes uniformados en su interior se muestran atentos a lo que sucede a su alrededor. Y, muchas veces, es la única manera de comprobar que los pasajeros llevan abrochados los cinturones de seguridad o que el conductor está despistado utilizando el teléfono móvil. Ya que cuando el coche serigrafiado hace acto de presencia, todas estas infracciones desaparecen momentáneamente.
❌ Infraccions
— Trànsit (@transit) February 18, 2020
❌ Conducció negligent
❌ Manipular el mòbil
❌ No portar cordat el cinturó
ℹ Amb els vehicles de paisà #espiell de @mossos treballem per reduir la #sinistralitat a les carreteres #SCT #EntreTotsFemSeguretat pic.twitter.com/c3fcHyYu4u
El Servei Català de Trànsit, encargados de la vigilancia de las carreteras catalanas, ha puesto en marcha este sistema en numerosas ocasiones, con coches que ellos llaman “Espiell” (“mirilla” en castellano). De hecho, en algunos tweets recopilan imágenes en las que demuestran la eficiencia de su sistema. Por ejemplo, en uno de ellos son capaces de cazar a un conductor utilizando el teléfono móvil en un atasco, pero, en otro, asisten a un conductor adelantando en una línea continua, una infracción que no podría comprobarse con radares o cámaras, como sí sucede con el exceso de velocidad o el uso del teléfono móvil y el cinturón de seguridad.
❌ Infraccions
— Trànsit (@transit) November 21, 2019
❌ Conducció negligent
❌ Manipular el mòbil
❌ No portar cordat el cinturó
ℹ Amb els vehicles de paisà #espiell de @mossos treballem per reduir la #sinistralitat a les carreteres #SCT #EntreTotsFemSeguretat pic.twitter.com/YnHxZCpkmj
Quizás por esto último, la delegación gallega de Tráfico no va a renovar el uso de radares ocultos en coches camuflados, destinándolos a vehículos rotulados. Tal y como leemos en el Faro de Vigo, se ha tomado esta decisión que va en consonancia con la idea de que los coches camuflados son más útiles para perseguir otro tipo de infracciones.