Se han detectado decenas de coches averiados después de haber repostado diésel en gasolineras de bajo costo de compañías no muy conocidas. El Gobierno aprobó el pasado 28 de diciembre un paquete de medidas, desde lo cual, el fraude en la venta de diésel en España ha crecido de manera considerable, pese a que estas pretendían perseguir el efecto contrario.
Casi un 17%
El fraude respectivo a los combustibles ha afectado ya a más de 2.000 estaciones de servicio, de las 12.000 que hay en España, lo que supone más de un 16,6% del total. Esto afecta a miles de litros de combustible, que llegan a las estaciones de servicio a través de intermediarios que aprovechan la situación, creando una empresa y cerrándola antes de cumpli tres meses, tal y como cuentan desde ‘Mundo Deportivo’.
Así, las empresas fantasma se evitan liquidar el IVA al Gobierno, lo cual les da un margen de beneficio extra con el que pueden vender el litro de gasolina por debajo del coste a los minoristas, lo que hace que estos también lo vendan más barato de lo normal en sus establecimientos en la carretera.
Fracaso
Muchas estaciones de servicio de primeras marcas dejaron de comprar a estos distribuidores hace ya un tiempo, lo que ha hecho que estos centren su negocio ahora en determinadas gasolineras low cost, muchas de las cuales son operadas por particulares que compran combustible al mejor postor.
El caso
Hace poco, en varias gasolineras low cost en Andalucía, se han detectado problemas de averías en algunos coches. El último ejemplo de ello ha ocurrido en Algeciras, donde hasta 30 coches han tenido problemas por repostar en estas gasolineras. A su vez, en Granada y en Almería, se han detectado problemas cortados por el mismo patrón.
Este problema podría estar relacionado con la presencia de partículas y suciedad disueltas en el propio combustible, lo que provoca que se atasquen los filtros y el propio motor, algo que puede acabar costándote miles de euros.
Suele pasar en los coches con diésel, ya que los coches propulsados por gasóleo, suelen ser más sensibles a estas impurezas, principalmente, debido a que tienen conductores de inyección mucho más finos. Todo ello puede resumirse en que el dueño del vehículo sea obligado a sustituir el depósito de combustible del coche si pretende seguir usándolo.

Conclusión
Por ahorrarte unos euros cada vez que repostas, puedes acabar teniendo que pagar muchísimo más dinero si tu coche se avería por echar un combustible que, para nada es de fiar, a pesar de que a nivel legal, la única diferencia que hay entre un combustible de una gasolinera normal y una low cost es que estas no le echan aditivos para limpiar los conductos.
Como todo en la vida, lo barato acaba saliendo caro.