El futuro del automóvil solo pasa ya por el coche eléctrico. Eso lo sabíamos, pero el plazo para llegar a esta realidad inamovible sigue acortándose cada día un poco más. La última noticia nos llega ahora del Parlamento Europeo, donde la Comisión de Medio Ambiente (ENVI) aprobó definitivamente ayer que se prohíba la venta de coches de combustión interna, entre los que figurarían ya los diésel, gasolina e híbridos, a partir del 1 de enero de 2035. Esta nueva medida supone que se acorte en otros 5 años el plazo previsto inicialmente.
La votación (cerrada con 46 votos a favor, 40 en contra y 2 abstenciones) debe ser ahora ratificada por el propio próximo pleno del Parlamento Europeo, que se celebrará en junio, aunque ya adelantamos que suele siempre aprobarse sin mayor dificultad. Luego, el Parlamento iniciará las conversaciones con los Veintisiete estados de la UE, para asegurarse que la propuesta se cumplirá.
Los e-fuels también estarán prohibidos
Una de las novedades es que en la votación de esta nueva medida se ha tomado también la decisión de prohibir la venta de coches nuevos que se impulsen por los denominados e-fuels, es decir, los combustibles sintéticos que no derivan del petróleo. Algunas marcas premium, que trabajan ya en este desarrollo de tecnología, habían pedido que se excluyeran, pero no ha sido finalmente así.

La aprobación de esta medida por la Comisión de Medio Ambienta del Parlamento Europeo afectaría tanto a turismos como a furgonetas, e introduce además otras novedades de especial relevancia para el devenir de la industria del automóvil en los próximos años. Y es que también se ha firmado un avance gradual de objetivo de reducción de emisiones contaminantes en los nuevos coches y furgonetas, más restrictivo del que estaba también inicialmente previsto.
Las emisiones de los coches se reducirán más ya en 2025
Así, las emisiones contaminantes de CO2 pasarán ahora a reducirse en un 20% para los turismos en el año ya 2025, mientras que las furgonetas y los vehículos comerciales ligeros continúan situándose en el 15% tal y como estaba ya contemplado. Al mismo tiempo se ha aprobado también que a partir de 2030 no se puedan ya comercializar vehículos que excedan de los 123 g/km de CO2. Esto supondría que muchos de los modelos que hoy más ventas generan, como los SUV, pasarían a estar prohibidos en la mayoría de sus versiones diésel y gasolina.
Otra novedad de la propuesta que aprobará el Parlamento Europeo supone el compromiso de eliminar en todo el continente el mecanismo de incentivos para vehículos de cero emisiones, o bajas emisiones: desde Bruselas se considera que ya no cumplen con el propósito original para el que se crearon.