Por 521 votos a favor, 63 votos en contra y 34 abstenciones los eurodiputados del Pleno del Parlamento Europeo han aprobado finalmente el acuerdo alcanzado previamente por los Estados miembros para fijar un objetivo de reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) para coches del 37,5% y del 31% para furgonetas en 2030. En los dos casos, dichos porcentajes tomarán como referencia los niveles de emisiones registrados en 2021.
El acuerdo entre el Consejo de la UE y la Eurocámara había establecido previamente un objetivo intermedio de reducción de emisiones del 15% de dióxido de carbono (CO2) en 2025 tanto para coches como para furgonetas. Asimismo, también se establecía una cláusula para una posible revisión de los objetivos y para la introducción de objetivos vinculantes para 2035 y 2040.
Ambas instituciones europeas también llegaron a un acuerdo previo para incentivar y “premiar" a aquellos fabricantes que apuesten por los vehículos con cero emisiones o niveles muy bajos, es decir, vehículos cien por cien eléctricos o híbridos enchufables en su gran mayoría.
Ante el nuevo acuerdo logrado, el comisario de Acción por el Clima, el español Miguel Arias Cañete, ha manifestado que “supondrá un aire más limpio para los europeos". En el lado contrario, la organización medioambiental y de claros tintes ecologistas Transport&Environment, ha sido bastante crítica con la proliferación de vehículos híbridos enchufables, modelos que según esta organización suelen ser “grandes SUV de gran tamaño y peso, con una autonomía eléctrica muy limitada y que emiten más CO2 que los vehículos Diesel o de gasolina".
Hay que tener en cuenta que los niveles medios de CO2 que se homologan para los híbridos enchufables se establecen en unas condiciones muy concretas, con la batería a plena carga. De ahí, que durante esos primeros 40 o 50 kilómetros, estos vehículos se pueden impulsar directamente a través de la electricidad sin emitir un gramo de CO2. Una vez que la energía de la batería se está empezando a gastar, es cuando empieza a entrar en acción el motor de combustión.
Desde Transport&Environment también se señala que la realidad es bien diferente, ya que en muy pocas ocasiones este tipo de vehículos híbridos enchufables se conectan a la red eléctrica, por lo que el uso mayoritario que hacen sus propietarios se realiza con las baterías con bajos niveles de carga y, por tanto, emitiendo mucho más CO2 que el homologado en un principio.