Con el principal objetivo de tratar de reducir el número de atropellos en las ciudades, la DGT a lo largo de los últimos años ha venido implantando diferentes medidas. Una de las de mayor calado fue reducir el límite genérico de la gran mayoría de calles en ámbito urbano a 30 km/h (antes, la velocidad genérica en ciudad era de 50 km/h en la mayor parte de casos). Al respecto, desde hace un tiempo los conductores convivimos con una tipología de radar que, si bien no es mayoritaria, sí que tiene presencia en muchas de las ciudades españolas.
Hablamos de los radares instalados en los semáforos, o también llamados “semáforos foto-rojo”. Estos dispositivos tratan de multar a los conductores que se saltan un semáforo en rojo, de cara a reducir las probabilidades de un atropello.
Estos radares están previamente señalizados y se basan en una cámara instalada 25 metros delante de la línea de detención, que saca de 3 a 5 fotografías a color cuando se detecta que un conductor se ha saltado un semáforo a rojo. El radar es capaz, cómo no, de identificar el modelo, la marca y la matrícula del vehículo infractor. Recalcamos la idea de que realiza las fotos con el semáforo en color rojo: muchos conductores tienen la duda de si el radar salta con el semáforo en ámbar, y la respuesta es no.
Según la legislación vigente, la multa por saltarse un semáforo en rojo y ser captado por una de estas cámaras (o por un agente de Tráfico) es de 200 euros (o 100 euros por pronto pago) y la pérdida de 4 puntos en el carné de conducir. En el caso de estos radares instalados en los semáforos, éstos no son capaces de identificar ni a ciclistas ni a usuarios de patinetes, ya que no tienen matrícula, de la misma forma que no pueden reconocer tampoco a los peatones que cruzan la calle con su semáforo en color rojo.
En el caso de Madrid, una de las ciudades españolas con un número mayor de “semáforos foto-rojo”, los tres de estos dispositivos que más multas ponen del momento, según una información publicada por elespanol.com, son los siguientes.
El primero de ellos se sitúa en la Calle Alcalá, con un total de 7.460 denuncias en los primeros nueve meses del año pasado, a razón de unas 27 multas por día. El segundo en este ránking se sitúa en la Calle Cea Bermúdez (con un total de 7.455 multas) y el tercero en la Plaza Elíptica (con 6.334 denuncias).